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Vamos al cine

Un par de colmilludos

Es una reconciliación con la vida, donde cuenta lo que se tiene aunque no sea todo lo que se quiere. La soledad es la pena mayor del individuo y ésta es por la que pasan este par de colmilludos: John Travolta y Robin Williams. Uno, supuestamente despreocupado y el otro dolido por su reciente divorcio. Pero en realidad preocupados por reencontrar la senda de su destino.

Las circunstancias colocan a Un Par de Colmilludos en la una experiencia totalmente novedosa, que les hará cambiar su modo de vivir. Este escenario es el cargo de un par de niños gemelos con seis años de edad.

Si consideramos que la pantalla refleja algo o mucho de lo que el individuo y el actor lleva en su interior, es más profundo el sentimiento en el caso de Travolta, quien ha pasado por acontecimientos inesperados e indeseables, a pesar su aparente trayectoria de triunfador a partir de las inolvidables “Fiebre de Sábado por la Noche” y “Vaselina” allá por los años finales de setenta y albores ochenta.

A su vez, Williams no es el galán provocar de desmayos y ha fijado su trayectoria en el plano dramático con simpatía. Por lo mismo la conjunción de esfuerzos en la comedia Un Par de Colmilludos no fue tan casual, sino parte de una escrupulosa revisión de caracteres con el excelente resultado dado en la pantalla.

El par de colmilludos muestran su capacidad dada por su paso en la vida, mas muestran también las debilidades que todos llevamos al interior y que insospechadamente surgen el día menos esperado.

Un par de colmilludos es una comedia que finalmente muestra un lado optimista de ver la vida y con ello superar los obstáculos profundos con hechos intangibles y, hasta cierto punto, superficiales.

Dios nos guarde de la discordia.

Comentarios: sicpm@informador.com.mx
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