Entretenimiento
Vamos al cine
Oportunidad creativa
Felipe Cazals, director y productor, aportó talento, audacia y más con El año de la peste creando el parteaguas de prestigio con seriedad al cine nacional, que le valió el Ariel en 1980. Dejó a un lado charros y ficheras al narrar los sucesos de una ciudad azotada por epidemia y su manipulación por parte de autoridades. A más de 30 años de distancia el ejemplo tiene vigencia; los entonces jóvenes García Márquez, Juan Arturo Brenan y José Agustín fueron los guionistas.
El cine tiene la cualidad de convertir la desgracia en oportunidad al “vacunar” positivamente a la población alentando a los nuevos legisladores, gobernadores y munícipes, ansiosos obligados a cumplir promesas, como aquellas que decantara Mario Moreno en la película Si yo fuera diputado.
Hoy la oportunidad tiene vertientes mayores. La tecnología da facilidades y las escuelas de cine el talento de jóvenes deseosos de ver, y si es posible consagrar su nombre en la pantalla grande. La apertura es mayor con la población sensibilizada por los avatares económicos, la inseguridad, el narcotráfico y la influenza que vino a ser la cereza de la torta descompuesta.
La respuesta de la sociedad deja amplio espacio para trazar y cumplir el objetivo del cine, con el beneficio de vender boletos que llenen nuevamente las salas, discos de video y más, pero sobre todo inyectar ánimo en quienes han perdido la capacidad de asombro y en algunos casos de superación.
El nombre de México llegó nuevamente al mundo, por desgracia negativamente. La oportunidad está de manifiesto para mostrar la otra cara: capacidad de recuperación con sus múltiples atractivos sanos.
Dios nos guarde de la discordia.
Comentarios: sicpm@informador.com.mx
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