Entretenimiento
Vamos al cine
Por: Carlos Cortés Vázquez
Las empresas exhibidoras están ante un reto más de singular proporción, sumado al que ya tenían de mantener en pie el servicio del que dependen más de 10 mil familias, más aquellas en áreas de distribución y producción.
El cierre deja una estela de inquietud al cinéfilo, pero también permite apreciar el valor de la diversión y el entretenimiento.
Aún es prematura la consideración del efecto por los días de cierre por responsable obligatoriedad, más allá del impacto económico para las empresas. Lo real e importante es la reacción del público durante las semanas por venir, al margen de la psicosis y con aprecio a la economía particular de las familias.
La Cámara de la Industria Cinematográfica, como todas sus similares en otros sectores han manifestado su interés promotor de apoyo y expresión solidaria, con el objetivo de unir esfuerzos ante las autoridades y obtener el respaldo, imprescindibles para mantener las fuentes de empleo.
El Cine es arte e industria, difusor de cultura. En este sentido tiene mucho qué hacer para difundir el mensaje solidario de la población en los días que México fue señalado como el punto de origen de un mal que afecta a la humanidad.
La imagen de riesgo debe borrarse y a cambio mostrar el carácter y capacidad para enfrentar la crisis, con la profundidad propia de las pantallas en el mundo.
Ahora debe venir el mensaje eficaz y feliz ajeno al patrioterismo o la retórica política, creíble y profundo en su sentido social para logar la comprensión y simpatía de apoyo de otros pueblos.
Tan real como la angustia de quienes perdieron un ser querido es la necesidad de mantener el optimismo en los días por venir.
Dios nos guarde de la discordia.
Comentarios: sicpm@informador.com.mx
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