Entretenimiento
Vamos al cine
Como si ayer fuera hoy
Pareciera la vuelta a un cuento redescubierto en el que se recrean valores emanados de alegría y sufrimiento en un intento por recordar y olvidar bajo el dictado de la pantalla grande; en aquel tiempo espectáculo masivo donde se soñaba de manera ingenua con la paz y la tranquilidad.
El autor de La Región más transparente, Carlos Fuente con sus ochenta años a cuestas, evoca de esta manera también su certidumbre respecto a la Ciudad de México entonces con menos de una cuarta parte de los pobladores actuales hacinados en la conflictiva zona metropolitana.
Ciertamente, Fuentes abrió su espacio de originalidad con la novela urbana, un estilo inédito en México con proclividad al literario costumbrista derivado de sentimientos revolucionarios, evocadores de la emancipación caciquil. Y si los guiones cinematográficos no alcanzaron entonces el reconocimiento justo fue porque las películas cimentaban su atractivo en los actores; más de algunos españoles y otro latinoamericanos.
El Cine de los años cincuenta bajo la influencia norteamericana motivó la admiración hacia sus líderes y actores, pero sobre todo la temática afectó positivamente a Europa y su reconstrucción económica, con la puesta en exaltada escena de sus sitios culturales y personajes distinguidos en películas que ahora han rescatado los Carlos, Fuentes y Monsivais.
Con otras circunstancias y valores emanados de la transculturización, rampante a través de los medios de comunicación, que transformó varias veces hasta el Agente 007, se revista el pasado con sus errores y aciertos, pero indiscutible enseñanza.
Dios nos guarde de la discordia.
Comentarios: sicpm@informador.com.mx
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