Entretenimiento
Vamos al Cine
Hollywood está cerca
El mundo está cambiando con apertura de oportunidades para la capacidad creativa de directores, productores, escritores, actores y realizadores latinoamericanos. Los nombres ampliamente conocidos y el aprecio del público fue ganado, además de su aparición la pantalla, también por sus acciones promotoras del desarrollo del cine experimental.
La oportunidad de penetrar el complicado mundo del cine hollywoodense se acentúa desde el año pasado. Un antecedente fue de paro por parte de escritores que arrojó pérdidas estimadas del muy apreciable orden de dos mil 500 millones de dólares. Aquella huelga se prolongó cien días y a finales de 2008 el gremio de actores enderezó gestiones para prevalecer sus derechos con potencial parálisis de la industria abastecedora de programación a salas cinematográficas y televisión. Alliance Motion Pictures & Televisión Producers –AMPT- que agrupa los principales estudios cinematográficos de la Meca del Cine y Screen Actors Guild –SAG- con 120,000 estadounidenses intérpretes.
La discusión tuvo entre otras causas la difusión de películas en Internet, una real extensión de las producciones, por las que los actores reclamaron derechos al considerar su participación fundamental y tal lucro con su trabajo vulnera intereses de contratación en otras facetas artísticas.
El comentario viene al caso por la próxima ceremonia del Oscar y con ella la crisis financiera, también de indiscutibles efectos en los ímpetus de productores norteamericanos, incluyendo la industria petrolera, con potencial apertura de espacios al talento, capacidad demostrada y ganadora de aprecio a mexicanos en todos los campos de la producción cinematográfica.
Existe sólido posicionamiento de personal latino y se verá en la ceremonia del Oscar, pero lo principal: mercado creciente. Con ello y más, es cierta la posibilidad de volver a incursionar en la industria cinematográfica retomando del ayer la experiencia para futuro desarrollo. Ir a producir o atraer producciones es ahora más factible, ya sea con películas de México con motivaciones de carácter internacional o abordando de lleno los intereses del mercado y por consiguiente a los distribuidores.
Dios nos guarde de la discordia.
Comentarios: sicpm@informador.com.mx
La oportunidad de penetrar el complicado mundo del cine hollywoodense se acentúa desde el año pasado. Un antecedente fue de paro por parte de escritores que arrojó pérdidas estimadas del muy apreciable orden de dos mil 500 millones de dólares. Aquella huelga se prolongó cien días y a finales de 2008 el gremio de actores enderezó gestiones para prevalecer sus derechos con potencial parálisis de la industria abastecedora de programación a salas cinematográficas y televisión. Alliance Motion Pictures & Televisión Producers –AMPT- que agrupa los principales estudios cinematográficos de la Meca del Cine y Screen Actors Guild –SAG- con 120,000 estadounidenses intérpretes.
La discusión tuvo entre otras causas la difusión de películas en Internet, una real extensión de las producciones, por las que los actores reclamaron derechos al considerar su participación fundamental y tal lucro con su trabajo vulnera intereses de contratación en otras facetas artísticas.
El comentario viene al caso por la próxima ceremonia del Oscar y con ella la crisis financiera, también de indiscutibles efectos en los ímpetus de productores norteamericanos, incluyendo la industria petrolera, con potencial apertura de espacios al talento, capacidad demostrada y ganadora de aprecio a mexicanos en todos los campos de la producción cinematográfica.
Existe sólido posicionamiento de personal latino y se verá en la ceremonia del Oscar, pero lo principal: mercado creciente. Con ello y más, es cierta la posibilidad de volver a incursionar en la industria cinematográfica retomando del ayer la experiencia para futuro desarrollo. Ir a producir o atraer producciones es ahora más factible, ya sea con películas de México con motivaciones de carácter internacional o abordando de lleno los intereses del mercado y por consiguiente a los distribuidores.
Dios nos guarde de la discordia.
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