Entretenimiento
Usar botox es una práctica ridícula: Jennifer Aniston
Señala que inyectarse la sustancia le parece pisar un terreno peligroso
LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (16/DIC/2011).- La actriz estadunidense Jennifer Aniston, considerada 'La mujer más sexy de todos los tiempos', reconoció que a pesar de que ha intentado inyectase botox, le parece una práctica ridícula.
"La gente piensa que me han puesto un montón de inyecciones, pero no es cierto. No estoy diciendo que no lo haya intentado, pero me parece un terreno peligroso y ridículo", admitió la artista a la revista 'InStyle'.
Sin embargo, la protagonista de la serie de televisión 'Friends' confesó su preocupación por unas manchas que tiene en su piel causadas por el Sol, y por ello, dijo, su tacto está cambiando.
"He empezado a evitar las manchas y a ponerme bronceador cada vez que puedo. Cuando voy a la playa uso el protector solar SPF 60", contó la actriz.
Aniston, quien en días recientes fue nombrada 'La mujer más sexy de todos los tiempos', de acuerdo a una publicación para caballeros, afirmó sentirse insegura de su apariencia física.
"De adolescente era gordita. Mi madre era modelo y estaba muy preocupada por su apariencia, de modo que me rebelé. Me llevó años hasta que dejé de usar maquillaje y empecé a sentirme cómoda conmigo misma", confesó.
"La gente piensa que me han puesto un montón de inyecciones, pero no es cierto. No estoy diciendo que no lo haya intentado, pero me parece un terreno peligroso y ridículo", admitió la artista a la revista 'InStyle'.
Sin embargo, la protagonista de la serie de televisión 'Friends' confesó su preocupación por unas manchas que tiene en su piel causadas por el Sol, y por ello, dijo, su tacto está cambiando.
"He empezado a evitar las manchas y a ponerme bronceador cada vez que puedo. Cuando voy a la playa uso el protector solar SPF 60", contó la actriz.
Aniston, quien en días recientes fue nombrada 'La mujer más sexy de todos los tiempos', de acuerdo a una publicación para caballeros, afirmó sentirse insegura de su apariencia física.
"De adolescente era gordita. Mi madre era modelo y estaba muy preocupada por su apariencia, de modo que me rebelé. Me llevó años hasta que dejé de usar maquillaje y empecé a sentirme cómoda conmigo misma", confesó.
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