Entretenimiento
Una noche Epica en el Diana
Mil 800 fanáticos disfrutan de una sesión de metal sinfónico
GUADALAJARA, JALISCO (13/SEP/2014).- La lluvia no provocó la cancelación del concierto de la banda holandesa de metal sinfónico, Epica, pero sí lo retrasó.
Más de 50 minutos después de lo programado, música de cuerdas, cantos corales góticos y el sonido de un órgano hicieron que los más de mil 800 asistentes en el Teatro Diana se pusieran de pie.
Los miembros de la agrupación tomaron su lugar por partes: primero el baterista, luego el tecladista, después los guitarristas y el bajo, para que finalmente la mezzosoprano y vocalista de la banda, Simone Simons, alzará su voz sobre los gritos de la audiencia.
"¡Muchas gracias! ¿Cómo están?", dijo en español Simons. Acto seguido, el público fue el que, con sus exclamaciones de euforia, ahogó la voz de la cantante.
Pero las vocales guturales del guitarrista y líder de la agrupación, Mark Jansen, volvieron a darle el control de la noche a la banda.
"Sentimos haber llegado tarde por causa de la lluvia. Gracias por su paciencia", anunció Jansen.
Entre los temas que se escucharon al inicio del concierto estuvieron "The second stone", "Essence of silence", "Victims of contingency" y "Unleashed".
A tono con la intensidad de la música, los juegos de luces y el denso humo dibujaban un dramático escenario en donde los miembros de Epica agitaban con vigor sus cabelleras.
"Queremos darles la bienvenida a un lugar muy lejos de aquí... bienvenidos al reino del paraíso", dijo Jansen haciendo referencia a "Kingdom of heaven", uno de sus cortes más pesados.
En la segunda parte del concierto se oyeron "Natural corruption", "The obsessive devotion" y "Cry for the moon".
Epica visitó Guadalajara como parte de su Enigma World Tour, llamado así por su más reciente álbum, "The Quantum Enigma".
En el espectáculo, la banda no se limitó a interpretar temas de su nuevo material, sino que ofreció una probadita de toda su discografía.
INFORMADOR / Brenda
Más de 50 minutos después de lo programado, música de cuerdas, cantos corales góticos y el sonido de un órgano hicieron que los más de mil 800 asistentes en el Teatro Diana se pusieran de pie.
Los miembros de la agrupación tomaron su lugar por partes: primero el baterista, luego el tecladista, después los guitarristas y el bajo, para que finalmente la mezzosoprano y vocalista de la banda, Simone Simons, alzará su voz sobre los gritos de la audiencia.
"¡Muchas gracias! ¿Cómo están?", dijo en español Simons. Acto seguido, el público fue el que, con sus exclamaciones de euforia, ahogó la voz de la cantante.
Pero las vocales guturales del guitarrista y líder de la agrupación, Mark Jansen, volvieron a darle el control de la noche a la banda.
"Sentimos haber llegado tarde por causa de la lluvia. Gracias por su paciencia", anunció Jansen.
Entre los temas que se escucharon al inicio del concierto estuvieron "The second stone", "Essence of silence", "Victims of contingency" y "Unleashed".
A tono con la intensidad de la música, los juegos de luces y el denso humo dibujaban un dramático escenario en donde los miembros de Epica agitaban con vigor sus cabelleras.
"Queremos darles la bienvenida a un lugar muy lejos de aquí... bienvenidos al reino del paraíso", dijo Jansen haciendo referencia a "Kingdom of heaven", uno de sus cortes más pesados.
En la segunda parte del concierto se oyeron "Natural corruption", "The obsessive devotion" y "Cry for the moon".
Epica visitó Guadalajara como parte de su Enigma World Tour, llamado así por su más reciente álbum, "The Quantum Enigma".
En el espectáculo, la banda no se limitó a interpretar temas de su nuevo material, sino que ofreció una probadita de toda su discografía.
INFORMADOR / Brenda
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