Entretenimiento
Un romance con sabor francés
La película centra su historia en la atribulada vida de un profesor ''don Juan'' y su relación con una curiosa estudiante
Después de que esta película ha participado ya en los festivales de Toronto, San Sebastián y Zúrich, algunas de sus reseñas han calificado sus características como desarrolladas muy “a la francesa”, es decir, que más allá del sustrato anecdótico del filme, su personaje principal se ve rodeado de jóvenes atractivas, romance, misterio y, muy importante, sexo.
Por supuesto, la historia refiere a un profesor de literatura cuyo interés parece centrarse más en el físico de sus alumnas que en el propio proceso de enseñanza; con todo, no parece sufrir demasiado para lograr sus objetivos puesto que, admirado por sus estudiantes, con frecuencia consigue seducirlas.
De hecho, el conflicto principal se desencadena cuando desaparece una de sus alumnas, con la que —casualmente— sostenía una relación; así, este profesor se convierte en obvio sospechoso para la policía y, encima, la madre de la estudiante desaparecida se hace presente en la trama para, gracias a la lógica atracción que surge entre ambos, incrementar en la historia la tensión, el erotismo y sus consecuentes manifestaciones.
En estos términos, el mayor acierto del tono narrativo en esta película es cómo se nos presenta al protagonista (un excelente Amalric), pues además de aparecer como un maestro que se comporta como “don Juan” y no es bien visto por sus superiores en la institución, su conducta es asimismo reprobada por su propia hermana, con quien vive.
A lo anterior, se debe añadir que la ambigüedad del este personaje se acentúa por sus continuos lapsus de memoria sobre los hechos que todos buscan dilucidar y, de ese modo, su culpabilidad o inocencia se hallan siempre en entredicho; en este panorama, que no está exento de acciones reiterativas, se sustentan también los rasgos cómicos en un relato donde la coquetería entre maestro y alumnas es doble, buscan seducirlo las mujeres un poco mayores, su hermana no repara en escenas de celos y, todo ello, mientras la policía investiga.
El estreno en México no representa prueba sencilla para esta película, pues se le consigna a los espacios “de arte” en los principales complejos de salas; con todo, constituye una muy buena opción para aquellos que buscan alejarse del patrón convencional (y comercial) del cine y apostar por narrativas visuales que, en este país, encuentran menos difusión.
Los directores
Par de cineastas franceses que, además, son hermanos; el primero, Arnaud, nació en 1966, y es director y escritor, lo mismo que Jean-Marie, que nació un año antes (1965); así, aunque con carreras que iniciaron por separado, se les conoce por sus películas que han realizado juntos, sobre todo ''Los últimos días del mundo'' (2009), ''Pintar o hacer el amor'' (2005) y, actualmente, ''El amor es un crimen perfecto'' (2013), que se estrena en México a partir de este fin de semana.
La gran estrella
Mathieu Almaric nació para ser figura. Hijo de periodistas, pasó parte de su infancia en Washington y Moscú, antes de volver a Francia a estudiar.
Entre sus últimos filmes se incluyen ''El Gran Hotel Budapest'' (2014), de Wes Anderson, y su nueva colaboración con los Larrieu, ''El amor es un crimen perfecto'' (2013). Ambas, en la cartelera mexicana.
Una actriz con futuro
Maïwenn Le Besco utiliza como nombre artístico su solo apelativo (Maïwenn) y nació en 1976, en Les Lilas, Seine-Saint-Denis; es una de las actrices más conocidas de su país en el plano internacional, aunque también a incursionado en la dirección, y todo apunta con que no se conformará solamente con eso, y en el futuro intentará brillar en distintas áreas de la producción cinematográfica.
Si el rostro de la gala le parece conocido, no es extraño. Ella ha intentado en más de una ocasión con alcanzar fama en distintas fronteras.
Entre sus participaciones más recordadas en cine están ''El perfecto asesino'' (1994) y ''El quinto elemento'', ambas dirigidas por Luc Besson (que además fue su marido, después de haber estado casado con Jean-Yves Le Fur).
De nuevo cuño
Sara Forestier comienza su carrera cinematográfica en 2001; aunque recibió el premio César —el más importante de la industria en su país— como actriz “más prometedora” gracias a su desempeño en la cinta ''L’Esquive'' (2003), de Abdellatif Kechiche, su momento estelar fue cuando lo ganó por Mejor Actriz por su trabajo en ''Le Nom des gens'' (2009), de Michel Leclerc.
Con todos los palmares que tiene, podría parecer que es una estrella de larga carrera, pero no. Nació en 1986.
Figura consagrada
Karin Viard, nacida en 1966 en Francia, es una de las actrices más premiadas en la historia del cine galo, de ahí que haya conseguido en su país y el extranjero el reconocimiento de la crítica, sobre todo en las pasadas décadas.
Fue miembro del jurado del Festival de Cannes en 2003 y, para el público mexicano, será fácil recordarla en ''Delicatessen'' (1991), de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, aunque ha filmado también con directores como Mathieu Kassovitz, Costa-Gavras y François Ozon.
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