Entretenimiento
Un mexicano que triunfa en Cirque du Soleil
''Desde niño estaba inmerso en el ambiente del circo, veía a mis papás y tíos hacerlo, usar las clavas, las pelotas, y comencé a imitarlos'' dice
GUADALAJARA, JALISCO (4/AGO/2013).- Su destino, desde la cuna, era hacer malabares. En la sangre de Roberto Carlos Carbajal Aguilar, corren los genes de una familia dedicada a las artes circenses. Sus reflejos y la precisión con la que se mueve en el escenario, demuestran que lo suyo es una combinación de talento natural y vocación. Esos dos elementos, más un porcentaje de suerte, lo tienen donde está ahora: Como el único mexicano que forma parte del show de Cirque du Soleil:
Varekai, que abre temporada en Guadalajara a partir del próximo 14 de agosto.
“El gusto por los malabares me viene de familia, ya son generaciones las que se dedican a esto”, presume el artista, sobrino del legendario malabarista mexicano Tommy Aguilar. “Desde niño estaba inmerso en el ambiente del circo, veía a mis papás y tíos hacerlo, usar las clavas, las pelotas, y comencé a imitarlos”, explica Roberto, un joven regio de piel morena y mirada alegre, que confiesa que, pese a todos los logros, se sigue asombrando de lo que ha alcanzado hasta ahora en su vida.
A veces, afirma, no se la cree cuando piensa que está en el mejor espectáculo circense del mundo. “Cuando me preguntan cómo es ser parte del Cirque du Soleil, yo les digo que es el equivalente a que un futbolista sea parte del Real Madrid o el Manchester United. Es un sueño”.
En Varekai, Carbajal ejecuta un número de casi cuatro minutos donde hace malabares con clavas, pelotas, sombreros y el número estrella: Pelotas de ping pong…usando su boca. “Comencé usando palomitas, y ya que las dominaba bien, me seguí con las pelotas. Es un número que requiere mucha paciencia, práctica y concentración”.
Varekai de Cirque du Soleil / Del 14 al 25 de agosto / explanada López Mateos (Esquina Av. Cubilete, junto a Plaza del Ángel) / Boletos de 750 a dos mil 520 pesos
EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ
“El gusto por los malabares me viene de familia, ya son generaciones las que se dedican a esto”, presume el artista, sobrino del legendario malabarista mexicano Tommy Aguilar. “Desde niño estaba inmerso en el ambiente del circo, veía a mis papás y tíos hacerlo, usar las clavas, las pelotas, y comencé a imitarlos”, explica Roberto, un joven regio de piel morena y mirada alegre, que confiesa que, pese a todos los logros, se sigue asombrando de lo que ha alcanzado hasta ahora en su vida.
A veces, afirma, no se la cree cuando piensa que está en el mejor espectáculo circense del mundo. “Cuando me preguntan cómo es ser parte del Cirque du Soleil, yo les digo que es el equivalente a que un futbolista sea parte del Real Madrid o el Manchester United. Es un sueño”.
En Varekai, Carbajal ejecuta un número de casi cuatro minutos donde hace malabares con clavas, pelotas, sombreros y el número estrella: Pelotas de ping pong…usando su boca. “Comencé usando palomitas, y ya que las dominaba bien, me seguí con las pelotas. Es un número que requiere mucha paciencia, práctica y concentración”.
Varekai de Cirque du Soleil / Del 14 al 25 de agosto / explanada López Mateos (Esquina Av. Cubilete, junto a Plaza del Ángel) / Boletos de 750 a dos mil 520 pesos
EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ
Síguenos en