Entretenimiento

Un camaleón frente a las cámaras

Gustavo Sánchez Parra termina el año con su participación en la película Morelos, al tiempo que alista su internacionalización

GUADALAJARA, JALISCO (05/DIC/2012).- En la academia encontró un propósito. En el cine un amor. En la actuación un motivo para vivir. Gustavo Sánchez Parra, maestro, compañero y bohemio de los foros de rodaje, se encuentra en un momento clave de su carrera. Termina el año presentando una película, y ya tiene la mira en 2013 como el momento idóneo para su internacionalización.

Muchos los conocieron como El Jarocho en Amores Perros (2000). Pero se ha metido en muchas pieles. El Foca en Asesino en serio (2002), Nico en Matando cabos (2004), Manuel en La misma Luna (2007), José María en Rabia (2009) y Arturo en Año bisiesto (2010), siendo aclamado en estas dos por la crítica y el público. Recientemente interpretó a Mariano Carranco dentro del largometraje Morelos.

Lo suyo son los papeles difíciles. Esos que dejan un nudo en la garganta y una reflexión en la mente. Considera que los cortometrajes son la mejor escuela, y los largometrajes el espacio donde el actor se gradúa.

Su trabajo en la actuación no está nada más frente a las cámaras. Es maestro en el Centro Universitario de Teatro (CUT) en el Distrito Federal, donde forma a quienes mañana bien podrían compartir espacio con él en los foros de rodaje.

Intenso al momento de trabajar, Sánchez Parra es un hombre calmado cuando se encuentra lejos de cámaras. De hablar pausado y con una sonrisa para acompañar la charla, acepta hablar sobre lo que viene en su carrera. Su perspectiva del cine mexicano y el gusto que siente por compartir su talento con los nuevos valores.

—Te tocó trabajar en televisión, en cine y en tus cursos del CUT ¿Qué balance le otorgas a 2012?

—Excelente, afortunadamente me fue muy bien. Y lo cierro también con mucha fortuna. Se estrenó Morelos en el Festival Internacional de Cine de Morelia, lo que me dio mucho gusto. También comenzó a proyectarse la serie de Cloroformo en televisión abierta, donde participo. Además trabajé con el maestro Felipe Cazals en una película histórica (Ciudadano Buelna, donde Sánchez Parra interpreta Obregón). Hice una película en San Luis Potosí, que se llamó Potosí, y ese fue el balance de lo que trabajé éste año. Nomás (risas).

—De momento te llena hacer cine en México?

—De hecho, tuve la fortuna de salir a otro país a trabajar. Fui a Bolivia dos meses para hacer una película que se llama Carga sellada, que es sobre un acontecimiento que sucedió allá, un tren fantasma que llevaba una carga tóxica. Ocurrió en los años noventa y dejó una huella muy profunda en la sociedad de aquel país. Me siento afortunado de haber podido tener trabajo de forma constante.

—Varios actores y directores se han ido a Sudamérica a trabajar. Tú, Gael García, Damián Alcázar, Carlos Bolado. ¿Por qué consideras que se está dando este fenómeno?

—Afortunadamente o desafortunadamente, las producciones allá son más baratas. La gente está buscando hacer películas en América del Sur por los costos, y ni siquiera es un solo país el que los hace. Por ejemplo, Carga sellada es una coproducción México-Bolivia y Venezuela. Este fenómeno sucedía aquí antes, con los comerciales. Llegaban a México a grabar comerciales, porque aquí salía más barato hacerlos. Ahora pasa lo mismo con las películas, pero al revés.

—¿Es sólo una cuestión económica?

—(Silencio) Filmar aquí, en nuestro país, no es propicio ahorita, por como han estado las cosas, porque la gente tiene miedo de pisar nuestras tierras. Son esas cosas que se han difundido a través de los medios (la violencia), y la gente mejor busca otros lugares.

—Se sigue usando mucho la etiqueta de “nuevo cine mexicano”. ¿Sigues creyendo en ese término?

—Creo que ya no se vale hablar de algo “nuevo”. Desde hace mucho se está generando una producción fuerte a nivel interno. Lo que tenemos que buscar ahora es un cambio en las producciones, en la forma en que hacemos que le lleguen a la gente, en cómo queremos reflejar nuestra cinematografía.

—¿Cómo definirías al cine que se hace en México?

—Interesante. Han estado sucediendo cosas interesantes, se han generado reconocimientos, sobre todo. Eso es lo que tenemos que valorar y de repente creo que no lo hacemos. Es increíble que en otros países se aprecie más lo que se hace aquí. En México estamos mal acostumbrados a lo que nos llega de Estados Unidos, a la fórmula comercial, a contar las historias siempre de la misma manera. Por eso el espectador es reacio a aceptar nuevas formas de relatar una trama.

—¿Quedó atrás el problema de exhibición?


—Ése es otro. Las distribuidoras y las exhibidoras no se avientan con las nuevas propuestas. No las apoyan. Eso es lo difícil que enfrenta el cine mexicano en este momento. Si a nivel mundial lo reconocen, ¿porqué aquí no? ¿Por qué aquí no hay espacio ni tiempo para que germine ese cine, y la gente lo vea?

—¿Ya tienes proyectos laborales sobre la mesa de cara a 2013?


—Ahorita estoy negociando mi incorporación a la película La Tiricia, que ya está reuniendo fondos y comenzará a filmarse tentativamente en febrero. La película está en fase de preparativos. También está el proyecto de Cloroformo, porque hay posibilidades de una segunda temporada, según marche todo en televisión abierta.

POR CIERTO
En el fondo… un “Killer”

Gustavo Sánchez Parra no es  famoso nada más por su trabajo en el cine. Y es que dentro de sus proyectos figura uno que le dio proyección internacional… sin haber dicho una sola palabra: el video musical When you were young del conjunto estadounidense The Killers.

El histrión lo grabó en 2006 y, aparece, además de la banda nativa de Las Vegas, la actriz Sonia Couoh. El tema es uno de los más populares de la banda, que ya anunció su regreso a tierras tapatías para el próximo año.
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