Entretenimiento
Un acercamiento íntimo a la Barranca
José Manuel Aguilera presenta su faceta electroacústica en el Teatro Vivian Blumenthal
La Barranca.
El concierto arrancó con José Manuel solo en la guitarra acústica, pero conectada a una serie de pedales que le permitieron moldear los sonidos y grabar loops in situ para armar las canciones con mayores texturas.
La primera parte del set tuvo como estelares a los temas "Malecón" y "El alacrán", de las más coreadas por el público. Para la quinta canción, Aguilera recibió al escenario a Yann Zaragoza, quien se sentó detrás del piano eléctrico Nord Stage. Luego de la introducción instrumental, continuaron con "El alma nunca deja de sentir" y "No mentalices".
Antes de interpretar "La tercera joya desde el Sol", José Manuel apuntó que se trata de una canción con temática de ciencia ficción, con un par de viajeros interestelares a punto de llegar a un hermoso planeta, dato que no se explica en el disco ni en otro lugar, salvo en las introducciones que hace en los conciertos. Por ello ha recibido comentarios en los que le dicen que si en realidad se trata sobre fornicar: "Y, bueno, pues también", aclaró.
Una de las sorpresas de la noche sucedió cuando el dueto anunció que tocaría un tema de cien años de antigüedad. "¡El himno nacional!", gritó un espontáneo desde el público; pero no. José Manuel y Zaragoza prosiguieron a darle nueva vida a una partitura de Erik Satie, compositor minimalista. Después del inesperado cóver, Aguilera siguió con las sorpresas, pues comentó que este formato de concierto se presta para experimentar: se sintió en confianza para probar una nueva canción, que probablemente formará parte del disco de La Barranca, en el que ya trabajan. Eso sí, el músico solicitó que no se grabara con los celulares, en una especie de contrato de confidencialidad. Por lo menos una persona sí levantó su celular para grabar el nuevo tema, hacia el final de la canción.
Conforme avanzó la noche, la gente se fue entusiasmando más con la presentación, al grado de que entre canción y canción comenzaron las peticiones, los comentarios al aire y demás gritos de celebración. La alharaca causó un problema logístico, ya que por no escuchar el pianista Yann Zaragoza no entró a tiempo con la pista en una canción: "Tenemos que oír una señal, dennos tantita chance", comentó José Manuel. Se trataba de "El tiempo es olvido", el último tema del set.
Pero aunque las luces del recinto se encendieron tras la partida de los músicos, los aplausos trajeron de vuelta a Aguilera al escenario para interpretar "Corcel" y "El mezcal", solo primero, y más tarde "Flecha" y "Akumal", ya con Zaragoza. Parecía que todo había terminado, pero de nuevo la euforia de los presentes hicieron que el dueto volviera, ésta vez sólo para cantar una más en el segundo encore: "En cada movimiento" fue el tema que cerró el concierto.
En las intervenciones, Aguilera agradeció la presencia de la gente en el miércoles lluvioso; también dedicó un tema para sus colegas tapatíos.
EL INFORMADOR / JORGE PÉREZ
GUADALAJARA, JALISCO (07/JUL/2016).- José Manuel Aguilera convocó el lleno en el Teatro Vivian Blumenthal, para presentarse con su faceta electroacústica acompañado por Yann Zaragoza, dentro del ciclo de Miércoles Alternativo en el que tocó el repertorio que lo ha hecho famoso al frente del grupo
El concierto arrancó con José Manuel solo en la guitarra acústica, pero conectada a una serie de pedales que le permitieron moldear los sonidos y grabar loops in situ para armar las canciones con mayores texturas.
La primera parte del set tuvo como estelares a los temas "Malecón" y "El alacrán", de las más coreadas por el público. Para la quinta canción, Aguilera recibió al escenario a Yann Zaragoza, quien se sentó detrás del piano eléctrico Nord Stage. Luego de la introducción instrumental, continuaron con "El alma nunca deja de sentir" y "No mentalices".
Antes de interpretar "La tercera joya desde el Sol", José Manuel apuntó que se trata de una canción con temática de ciencia ficción, con un par de viajeros interestelares a punto de llegar a un hermoso planeta, dato que no se explica en el disco ni en otro lugar, salvo en las introducciones que hace en los conciertos. Por ello ha recibido comentarios en los que le dicen que si en realidad se trata sobre fornicar: "Y, bueno, pues también", aclaró.
Una de las sorpresas de la noche sucedió cuando el dueto anunció que tocaría un tema de cien años de antigüedad. "¡El himno nacional!", gritó un espontáneo desde el público; pero no. José Manuel y Zaragoza prosiguieron a darle nueva vida a una partitura de Erik Satie, compositor minimalista. Después del inesperado cóver, Aguilera siguió con las sorpresas, pues comentó que este formato de concierto se presta para experimentar: se sintió en confianza para probar una nueva canción, que probablemente formará parte del disco de La Barranca, en el que ya trabajan. Eso sí, el músico solicitó que no se grabara con los celulares, en una especie de contrato de confidencialidad. Por lo menos una persona sí levantó su celular para grabar el nuevo tema, hacia el final de la canción.
Conforme avanzó la noche, la gente se fue entusiasmando más con la presentación, al grado de que entre canción y canción comenzaron las peticiones, los comentarios al aire y demás gritos de celebración. La alharaca causó un problema logístico, ya que por no escuchar el pianista Yann Zaragoza no entró a tiempo con la pista en una canción: "Tenemos que oír una señal, dennos tantita chance", comentó José Manuel. Se trataba de "El tiempo es olvido", el último tema del set.
Pero aunque las luces del recinto se encendieron tras la partida de los músicos, los aplausos trajeron de vuelta a Aguilera al escenario para interpretar "Corcel" y "El mezcal", solo primero, y más tarde "Flecha" y "Akumal", ya con Zaragoza. Parecía que todo había terminado, pero de nuevo la euforia de los presentes hicieron que el dueto volviera, ésta vez sólo para cantar una más en el segundo encore: "En cada movimiento" fue el tema que cerró el concierto.
En las intervenciones, Aguilera agradeció la presencia de la gente en el miércoles lluvioso; también dedicó un tema para sus colegas tapatíos.
EL INFORMADOR / JORGE PÉREZ
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