Entretenimiento
Trabajar con historias prestadas
Ética, narrativa y épica se conjuntan en el documental, género que toma fuerza y retrata realidades de otros
“Algo que ha ayudado al documental es que los realizadores somos una especie de militantes del género, yo procuro hacerme tiempo para transmitir a otros el sentido de lo que hacemos, a que se cuestionen para qué lo están haciendo y la única manera es teniendo comunicación con el público o acercándome a los futuros cineastas”, comenta Everardo, quien, en conjunto con el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), trabaja en lo que el encuentro llama Doculab, un laboratorio de exploración, estudio, renovación, desarrollo y práctica de la narrativa del lenguaje audiovisual documental, que se lleva a cabo desde ayer y hasta el 9 de marzo, y cuyo objetivo es motivar un intercambio creativo entre los experimentados de la cinematografía internacional y profesionales emergentes.
Con respecto a la ficción, el director de cintas como "Ladrones viejos" o "Cuates de Australia", éste último compite en la sección de Largometraje mexicano documental, asegura que “quienes hacen ficción se preocupan en cómo construir cinematográficamente las secuencias, mientras que los documentalistas se preguntan en qué momento está transgrediendo los límites de la exposición del otro”, porque dice estar consciente de que su oficio es “trabajar con historias prestadas”.
Entre las bondades del género, el realizador destaca el que se trata de un trabajo que depende de lo que le sucede al otro, y que independientemente de que esto pueda generar una especie de ansiedad creativa, sin duda para el ganador de tres premios Ariel y un Mayahuel al final “es mucho más emocionante, aunque sé que no tiene las recompensas que llega a tener la ficción, pero su espacio es distinto, el público es distinto, no se trata de ser famoso, se trata de sentirse vivo y abierto a que las cosas sucedan, a que la vida te sorprenda”.
¿Que debe tener un documentalista?
“Sería muy arrogante de mi parte dar un ABC porque hay muchas sorpresas, tiene que ver con la sensibilidad, el documentalista es un personaje peculiar, que navega entre el periodismo y la cinematografía, que tiene de repente gustos por la sociología y la antropología, pero lo que sí creo es que el documentalista, al igual que el reportero gráfico, es gente que no puede estar quieta en ningún lado, que es muy entrometida, lo que debe hacer es respetar al otro más allá de su preparación profesional”, asegura González, quien también señala que quien trabaje con la realidad “jamás debe olvidar que las historias son prestadas, no son nuestras, nosotros no estamos viviendo esas historias, son otros los que la están padeciendo, por ello es que la ética es lo que más deben de cuidar, lo demás se aprende”.
Finalmente, y a propósito del festival, el realizador refrenda una petición, y es que “es momento para que el FICG comience a dar más reconocimiento al documental, y no sólo en su programación sino en la premiación. Ojalá que pronto otorguen un premio al Mejor director de cine documental”.
¿Qué es?
Fuente inagotable de creación
Retratar realidades políticas, urbanas y sociales en el cine de no ficción, y especialmente en la última década, ha tomado un cauce importante debido a la necesidad de los creadores por expresar sus puntos de vista.
El género, y no sólo en Latinoamérica, pasa uno de sus mejores momentos, y no sólo por la cantidad de premios que consigue, sino porque lo que antes fue concebido como material de denuncia ahora ha tomado distintas formas. Las producciones audiovisuales que echan mano de elementos cinematográficos para poner en pantalla narrativas sumamente interesantes resulta una fuente inagotable de creación.
Antecedentes
Nacidos para abrir debates
El gran potencial que el género documental posee parece quedar cada vez más claro, quizá por el impacto social que generan las historias que se encargan de retratar, expresar y plasmar pluralidad de culturas, visos y propuestas sociales, urbanas y políticas.
El género se caracteriza por haber nacido para crear debate, aunque las formas de presentarse sean casi infinitas, su estética visual, contenidos y propuestas narrativas, sin duda van más allá de los productos periodísticos.
El ejemplo de su potencial, por lo menos en taquilla, y sin ser el único pero sí el caso más cercano, es que la cinta "Presunto culpable" logró ingresar a un millón 689 mil personas en 2011, lo que la convirtió en el documental más visto en la historia de la taquilla del cine mexicano.
También vale la pena mencionar lo conseguido por Lucía Gajá, egresada del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), ya que con "Mi vida dentro" no sólo dio a conocer el caso de Rosa Olvera y una cantidad de premios en múltiples festivales, sino que además consiguió que se reabriera el caso que condenó a Rosa a 99 años de prisión.
Amantes de la no ficción
Protagonistas
Juan Carlos Rulfo
El director de cintas como "Del olvido al no me acuerdo", "En el hoyo" y "Los que se quedan" y que en esta edición del FICG compite con "Carrière, 250 metros" es uno de los rostros más importantes del cine documental del país. Los trabajos de Rulfo han sido reconocidos con 20 premios, tanto nacionales como internacionales, entre ellos varios Ariel.
Gael GarcIa y Diego Luna
Los actores conocidos por cintas como "Y tu mamá también" y "Rudo y Cursi" no han limitado su carrera a la actuación, sino que de paso son responsables del festival itinerante más importante de México: Ambulante. Los ahora directores han incursionado en el género con cintas como "J.C. Chávez" y "Los invisibles", de Diego y Gael, respectivamente.
Lucía Gajá
Lucía Gajá, la directora del documental "Mi vida dentro" ha logrado destacar en festivales como Cannes, Morelia, Madrid, Buenos Aires y Lima, entre otros. Tal ha sido el impacto de su opera prima que ya trabaja en la segunda parte de la historia de Rosa Olvera, la protagonista de "Mi vida dentro".
Las 5 películas elementales
J.C. Chávez, de Diego Luna (2007)
Mi vida dentro, de Lucía Gajá (2007)
Los ladrones viejos, de Everardo González (2007)
Los que se quedan, de Juan Carlos Rulfo (2008)
Los invisibles, de Marc Silver y Gael García (2010)
EL INFOMADOR/ ALTAGRACIA LIZARDO MEDINA
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