Entretenimiento
Tommy Lee Jones recibe el Premio Donostia
El actor asegura que no presta atención a su aspecto y no sabe cómo lo ven los demás con respecto a su rostro de tipo duro en el cine
Esta noche recibií el Premio Donostia del Festival de Cine de San Sebastián, es que sin su papel de implacable perseguidor de Harrison Ford en "El Fugitivo", con el que ganó un Oscar, no habría llegado al lugar que ocupa ahora como estrella de la gran pantalla.
Jones (Texas, 1946) lo afirmó en una rueda de prensa, en la que también habló de "Si de verdad quieres..." (Hope Springs), la película de David Frankel proyectada en la sección Zabaltegi Perlas del certamen donostiarra y que protagoniza junto a Meryl Streep.
Las interpretaciones de ambos son magistrales en esta comedia sobre una pareja que, tras 31 años de convivencia, se convirtió en un matrimonio de desconocidos, a los que la incomunicación guía en su rutina diaria.
Es la mujer, Kay, la que propone a un incrédulo Arnold la visita a un terapeuta a dos mil 500 kilómetros de su domicilio para salvar un matrimonio que siente que hace aguas, mientras él no parece haber reparado en ello.
A partir de ahí, se producen una serie de situaciones hilarantes tras las que se esconde una dramática marea de fondo.
Tommy Lee Jones aseguró que no puede contestar cuando le piden opiniones sobre la vida en pareja, porque no es terapeuta ni consejero matrimonial, de la misma forma que tampoco opina sobre política en sus entrevistas.
De ese filme, sólo puede decir que "cada día de rodaje fue una alegría".
"No te levantas todas las mañanas sonriendo por lo que vas a rodar. Unas veces estás aburrido, y otras tienes miedo, pero, cuando trabajas en una película con Meryl Streep, todo son sonrisas, sonrisas y sonrisas", dijo.
Y advirtió que él no compite con Streep, como tampoco cree que ella quiera hacerlo con él. "Sería vulgar", añadió.
Tommy Lee Jones explicó que intenta ser "lo más útil posible" con los directores con los que trabaja, que lo ha hecho con algunos muy buenos y que espera seguir haciéndolo con otros, aunque con los que más le habría gustado colaborar ya han fallecido.
No tiene ningún género favorito. Sólo busca buenos títulos y a los buenos actores que estén disponibles en ese momento, pero confesó que es feliz cuando le brindan la oportunidad de dirigir.
"Como director, he pasado algunos de los días más felices de mi vida creativa", señaló, tras recordar que el 25 de marzo iniciará el rodaje de "The Homesman", película ambientada en Arkansas en la segunda mitad del siglo XIX.
Además, reconoció que en su currículo también hay películas "francamente malas", pero no sabe decantarse por cuál de sus trabajos se siente más orgulloso.
"En la catequesis me enseñaron que el orgullo era un pecado. Como actor, no tengo respuesta, pero como empresario me siento más orgulloso de la que ha dado más dinero en taquilla", comentó.
También fue "bueno para los negocios" su Oscar por "El Fugitivo", aparte de marcar un antes y un después en su trayectoria.
"Te sientes bien. Es importante para tu ego", añadió el cineasta norteamericano, que dice que los actores siempre buscan o desean "la aprobación" de sus compañeros.
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