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Todos somos Los miserables

Con una ambiciosa producción y un elenco de lujo, hoy se estrena en las salas del país una de las grandes competidoras de los premios Oscar

Todos somos Los miserables
GUADALAJARA, JALISCO (14/FEB/2013).-  La carrera por los Oscar tomó por asalto la cartelera de los cines tapatíos, en donde sólo faltan por estrenarse tres cintas nominadas a Mejor Película, y hoy llega una de ellas, posiblemente la más grande de todas y un proyecto colosal por donde se lo vea: la espectacular versión cinematográfica del musical Los miserables: larga, carísima, con un elenco lleno de superestrellas, dirigida por un reciente ganador del Oscar, controvertida entre su aceptación popular y las duras críticas que le han propinado algunos exigentes reseñistas.

Los miserables aterriza en Guadalajara con todo y su expectativa de buena peleadora para el 24 de febrero en Hollywood: Hugh Jackman, su protagonista, parecería tenerlo todo a su favor para quedarse con el premio al Mejor actor, salvo porque tendrá que vencer a Daniel Day-Lewis (Lincoln). Anne Hathaway, una de las nuevas favoritas del gremio, parece igualmente lista para arrollar como Mejor actriz de reparto, pero deberá imponerse a candidatas como Sally Field (Lincoln) y Amy Adams (The master). Película y director no lo tienen más sencillo.

Además de sus Globos de Oro o de sus premios del Instituto Estadounidense del Cine (AFI), la cinta ha cosechado simpatías impulsada por los entusiastas del musical original, el segundo más longevo del mundo, producto emblemático del West End londinense y del Broadway neoyorquino aunque, en realidad, se presentó por primera vez en París y cantado en francés. A su vez, el show está inspirado en la canónica novela de Víctor Hugo y todas estas obras cuentan, a su manera, una historia con el mismo punto de partida: la dramática vida del ex convicto Jean Valjean, quien huye de la justicia e intenta redimirse de sus pecados en medio de la pobreza y el caos que sufrió Francia a principios del siglo XIX.

Primeros planos y cero diálogos


Como adaptación de un musical, la película Los miserables es una de las obras más fieles al género, y en esto estriba uno de sus argumentos a favor y en contra. El premiado director Tom Hooper (El discurso del rey) se decidió por un guión propuesto por varios de los libretistas originales y tomó una decisión arriesgada tanto desde el punto vista técnico como el artístico: todos sus actores cantan en vivo ante las cámaras, en lugar de grabar sus voces aparte; y para aprovechar esto, la cámara los sigue en frecuentes y dramáticos primeros planos, que sólo compiten con los frecuentes planos abiertos que sirven para presumir espectaculares decorados y diseños.

Todo es grande y ambicioso en Los miserables: los vestuarios, los escenarios, la cantidad de extras que ilustran la cruel pobreza de Francia, el maquillaje que hace que Hugh Jackman, el Wolverine de los Hombres X, pase de ser un mendigo hambriento a un atormentado hombre mayor. Y Tom Hooper hizo grande también la exigencia sobre los actores que debían cantar: lo hacen desde el principio y durante los 157 minutos que dura la película. Suena a manjar para los fans de los musicales, pero puede resultar chocante a los demás.

Ojo con la advertencia: desde la primera nota de Jean Valjean hasta el último y enorme coro —“Do you hear the people sing…?”—, en Los miserables todo es cantado, prácticamente sin diálogos. Y esto permite apreciar momentos aplaudidos casi sin oposición, como los de Hugh Jackman, hoy celebrado por los fans como uno de los mejores Jean Valjean en años, o el trabajo del joven Eddie Redmayne como Marius. Pero también hay otros que lo han sido menos; particularmente difícil lo tiene el respetado actor Russell Crowe, quien interpreta a Javert, la némesis de Jean Valjean, y quien, aunque tiene una banda de rock, no se halla del todo cómodo con su personaje barítono, según algunos críticos.

Por fortuna, para los fans poco preparados hay un momento en que la película les deja todo claro: si esta escena les gusta, les gustará el resto de la larga, cantarina, melodiosa cinta; pero, si no les gusta…

Tuve un sueño

En 2009, el programa de televisión Britain’s got talent era una referencia tanto de la tele como de internet porque regalaba continuas reediciones del concepto “nace una estrella”: imprevisibles ciudadanos comunes y corrientes se revelaban como cantantes adorables. El caso emblemático es el de Susan Boyle, una inverosímil señora que cantaba, como nadie, la canción de Los miserables “I dreamed a dream (Tuve un sueño)”.

No es casualidad que la actriz asignada al personaje que tiene esa canción, la desgraciada Fantine, tenga hoy de nuevo condición de referencia sobre ese espectáculo. Y Anne Hathaway encaja un momento espectacular con ese número: casi cinco minutos durante los cuales la cámara se dedica a registrar su interpretación en un primer plano sin cortes.

Entre los espectaculares momentos de Anne Hathaway, Hugh Jackman y Eddie Redmayne; el emocionante trabajo de Aaron Tveit, Sacha Baron Cohen, Amanda Seyfreid y Russell Crowe, y adiciones del todo notorias como Helena Bonham Carter o Samantha Barks como Éponine (hizo el mismo papel en el escenario, así como el actor que aparece como el Obispo, Colm Wilkinson, quien fue el Valjean del West End y de Broadway), Los miserables es una experiencia en la mejor tradición de los musicales hollywoodenses: por momentos ofrece paisajes casi inabarcables, por momentos quiere provocar las lágrimas solidarias, por momentos sólo pide atender a la voz del actor dispuesto a entregarlo todo. Hoy ya tiene premios significativos que podrían allanarle el camino hacia los ocho Oscar por los que compite. La pregunta es si su enorme tamaño, su ambiciosa puesta en escena y su contundente surtido de emociones le bastarán o serán un lastre. Dicen que, entre más grandes son, más dura es la caída. Pero quizá no esté de más soñar este sueño.

EL DATO

''For your consideration''


Desde el mes pasado circuló en YouTube un video hecho por el joven tapatío Alberto Belli en el que se parodia una escena de ''Los miserables'' donde aparece Anne Hathaway. El clip, titulado ''For your consideration'', en alución a las copias de las películas que pueden ver los miembros de la Academia para votar por los ganadores del Oscar, costó apenas 100 dólares y se ha convertido en todo un suceso. Emma Fitzpatrick interpreta el rol de Hathaway. Puede verse en: http://www.youtube.com/watch?v=y4yxsRRnvkE
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