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Todo sobre convertirse en '‘Madre’', en el Teatro Diana

A través de cinco historias, el documental ‘Madre’ explora los cambios físicos y emocionales que tiene una mujer al convertirse en mamá

GUADALAJARA, JALISCO (08/MAR/2013).- Con risas y exclamaciones de ternura, jóvenes y adultos tapatíos reaccionaron a la exhibición del documental "Madre", dirigido y escrito por la española Mabel Lozano,  como parte de la gala benéfica para la casa hogar de ayuda a niñas desprotegidas, en el marco de Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG).

La cita del sexto evento de este tipo se realizó la noche de ayer en el Teatro Diana, que lució al 80% de su capacidad, en la antepenúltima jornada de la fiesta cinematográfica.

La realizadora no pudo estar presente en el evento debido a una taquicardia, informó el director del Festival Iván Trujillo antes de que empezara la función, por lo que también se canceló la alfombra roja.

Pese a ello, los asistentes mostraron entusiasmo y satisfacción durante y al terminar la función, que fue despedida con una lluvia de aplausos.

Cinco mujeres que habitan en España de edades y posiciones distintas, con sueños y formas opuestas de llevar la vida tienen algo en común: van a ser madres por primera vez.

Los hijos esperados, los que no fueron planeados y los que adoptados cambian la historia de cada una de las mujeres, quienes revelan su sentir, bueno o malo  sobre lo cotidiano y único de traer un hijo al mundo.

Tras sufrir un atentado en Madrid que la dejó sin sus dos piernas y tres dedos de una mano a los doce años, Irene Villa pensó que no podría tener hijos ni casarse  porque ‘’ ¿quien la iba a querer así?’’.

Sin embargo, después de sus treinta años, sus pronósticos fallaron y tuvo su primer bebé en compañía de su esposo.

Villa, quien es periodista, alpinista y conferencista, aseveró que lo que más desea es brindarle amor y fuerza para que su hijo sepa afrontar los obstáculos de la vida.

Sentimientos de confusión y miedo inundaron a la actriz chilena Alejandra Garrido  cuando se enteró que estaba embarazada. Al no tener un trabajo ni una relación tan estable, la mujer confesó que su bebé no era planeado por lo que viajó a su país con su familia.

La actriz treintona decidió regresar para no ser una carga para sus seres queridos y para reunirse con el padre de su hijo, con quien finalmente se fue a vivir para recibir al bebé.

‘’Yo siempre dije que quería ser madre antes de los veinte’’, fue la filosofía de otra de las protagonistas del documental, la originaria de República Dominicana esperó el nacimiento de su hijo apoyada por su progenitora.

Y es que la muchacha de 19 años eligió que no era momento de vivir con el padre de su hijo porque tenía poco de conocerlo. Antes de este embarazo, la joven había perdido a otro bebé lo que contó que fue muy difícil de superar.

La realización profesional y después la maternidad

Alicia Mederos es periodista y recurrió a la fecundación in vitro para embarazarse debido a su edad.

Ser madre después de los 40 es riesgoso, y más si es de gemelos, pero ésta mujer tiene mucha más vitalidad que otras que conozco, dijo en el filme la doctora que atendió a la corresponsal de un importante  medio.

Con su maternidad, Mederos buscó también darles ánimo a las féminas que  luchan contra los prejuicios de ‘’si no te casas, no tienes hijos, ’’ no eres mujer.

Ella y su pareja, un hombre de 50 años, aseguraron que les desean transmitir  a sus hijos curiosidad por la vida.

 ‘’Hay hijos que nacen de la barriga, y otros del corazón’’

Ruth Málaga tuvo cáncer de mama y le informaron que no podría tener hijos de forma natural, por lo que por medio de la adopción esta española consiguió la patria potestad de un pequeño niño ruso.

La trabajadora de ayuntamiento y su esposo consideraron un ‘’verdadero calvario’’ los procesos de adopción a los que fueron sometidos, sin embargo, la sonrisa del pequeño Alex valió todos sus esfuerzos.

La puesta en cámara de los 81 minutos del filme privilegió  tomas en close-up de la cara de las mujeres, cameos y panorámicas de las ciudades en donde viven.

EL INFORMADOR/ ILSE MARTÍNEZ
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