Entretenimiento
Tiësto se repuso y disipó dudas
La música electrónica del dj holandés pone a bailar a los tapatíos
DJ Tiësto se atornilló frente a su tornamesa y de ahí no se movió. Brincó, aplaudió, bailó. Sus movimientos eran el reflejo acompasado de lo que ocurría entre el gentío: los que estaban pegados a la cerca metálica para observarlo, escudriñarlo con más libertad, los que decidían quitarse la camisa para mostrar su espalda ancha y sudada, las mujeres que sacudían los cabellos hasta agotarse.
El Foro Alterno no se llenó. Se esperaban 10 mil personas y los organizadores reportaron una asistencia de aproximadamente cuatro mil asistentes. Antes de que saliera el holandés, se permitió que las personas que estaban en la parte más alejada del escenario —los dividía una valla metálica— se unieran a los que estaban adelante para que hicieran más bola.
Aunque las puertas del espacio se abrieron a las 20:00 horas, DJ Tiësto arribó al escenario a las 00:30. Al concierto asistieron niños, personas con discapacidad, parejas y familias enteras.
Alaín, un niño de nueve años de edad quien lucía el cabello castaño en forma de hongo, vestía tenis con lucecitas y llevaba anteojos azules, fue uno de los asistentes. Lo acompañaron su papá y su hermano mayor, de 12 años. Alaín fue uno de los que aguantó hasta las 03:00 horas del jueves, hora en que culminó la participación del holandés.
Inmediatamente después de que abandonó la tornamesa, Tiësto salió del Foro Alterno a bordo de una camioneta Suburban color negro que corría escoltada por patrullas de la policía estatal. El holandés logró reivindicarse con el público y defendió los motivos por los que es considerado el mejor DJ de todos los tiempos, según DJ List, de la revista DJ MAG, que se publica en el Reino Unido. Regresó y disipó dudas.
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