Entretenimiento

Tim Burton, el éxito inesperado

El cineasta reflexiona sobre las claves que lo han convertido, sin que fuera su intención, en estrella

GUADALAJARA, JALISCO (07/OCT/2013).- ''Sólo soy un tipo al que le gustan contar historias''. Con esta frase, dicha con una sonrisa torcida, el mítico Tim Burton rompe el hielo antes de comenzar la entrevista. Pero, ¿por qué mítico? Su fama lo precede. Dicen que es uno de los pocos hombres que se puede negarse a trabajar con Disney. Es el mismo tipo que gana Globos de Oro, y que es nominado al Oscar con cada película. Pero tiene los pies bien puestos en el  suelo. No se la cree cuando le dicen que es una estrella, o que camina en el Olimpo de los directores ''No hago películas pensando en premios. Todo lo que me interesa es tener algo interesante que contar''.

''Este país (México) es fascinante'', piensa en voz alta, sin despojarse jamás de los lentes negros. Su tono de voz cambia, deja de ser el del director, para convertirse en un auténtico turista. ''Estuve hace un par de años en Guanajuato, visité el museo que tienen momias, y ¡qué ciudad! Además la celebración del Día de Muertos es algo que conozco bien, al haber crecido en California. Allí había y hay una gran comunidad mexicana''.

Vestido todo en negro, y con un cabello de forma indescifrable, con canas por aquí y por allá; el aspecto tétrico de Burton desentona con su animada charla. ¿Dónde queda esa fama de sombrío? ''No controlo lo que la gente piensa de mí o de mis películas'', expone. ''Para mí, crear no se trata de ganar o perder dinero, aunque sé que los productores me matarán por decir eso (risas), sino de tener algo novedoso que contar, y una forma distinta de hacerlo. No repito mis fracasos, pero tampoco la fórmula que me funciona. Siempre entro con la mente fresca al estudio''.

En activo desde la década de los ochenta, la estrella de Tim Burton está lejos de opacarse, pese a la llegada de nuevos nombres y tecnologías. ¿El secreto? El cineasta se toma la barbilla y se toma un tiempo antes de responder a la pregunta. No se ha rasurado en un par de días, y la barba, canosa, ya comienza a asomarse en su rostro. ''Supongo que al menos en mi caso es la persistencia. Tener bien claro a dónde y cómo llegar, y no desistir hasta alcanzarlo. A mí me han dicho que no muchas veces, y me ha ido mal en números otras tantas. Me han sacado de proyectos que ya estaban a punto de arrancar, y otros, muy personales, no han tenido éxito alguno. Pero no me rindo. Esto no se trata de obtener fama o presumir millones en ganancias. Es, simplemente, querer y –repite-- tener algo que contar''.

UN SELLO

Con casi medio siglo de vida, la única constante en la carrera de Tim Burton ha sido una: la de innovar. A él no se le da lo de ir por el camino fácil, ni el más común.

Cuando el cine se enamoró de los colores, Tim apostó por el blanco y el negro. Cuando la pantalla comenzó a llenarse de animación computarizada, Burton decidió darle cabida al stop motion con plastilina. Y cuando en Hollywood las relaciones entre actor-director se encuentran en su punto más bajo, él sigue formando auténticas familias durante sus diferentes rodajes.

ALGUNOS DE SUS TRABAJOS

''Batman''

El Batman de los años setenta era un bonachón Adam West que bailaba bati-twist y en cada golpe aparecía un letrero de ¡POW!

Con Burton, eso se acabó. El nacido en Burbank, California, le regresó el aura sombría al hombre Murciélago, y remarcó su obsesión por combatir al crimen de Ciudad Gótica en dos películas (1989 y 1992).

''El joven manos de tijera''

El nombre de la película no era comercial. Y el aspecto de Johnny Depp en la cinta distaba mucho de ser un modelo de belleza. Pero la historia entrañable y actuaciones de alto nivel convirtieron este experimento en una de las películas referentes en la historia del cineasta.

''Jack''

Para muchos, la animación ''stop motion'' estaba muerta , frente a la tradicional de dibujos animados. Hasta que llegó Tim Burton con la película navideña más bizarra de la historia, protagonizada por...un esqueleto.

''Sparky''

El pequeño perro es el protagonista de ''Frankenweenie'' (2012), una cinta de stop motion que con la que Burton anduvo en la cabeza más de 20 años. Sin ser un gran éxito comercial, demostró que el director sigue teniendo mucho que contar en el campo de la animación.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando