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''The Master'', la cienciología como tema
Paul Thomas Anderson habla de su más reciente filme y de cómo construyó una historia de ficción a partir de personajes reales
Anderson asombra otra vez al narrar en unos primeros 45 minutos de frenética elegancia el salto a la modernidad que vivió Estados Unidos en 1950, y luego baja el ritmo para contar el nacimiento de una nueva religión a través de un cara a cara entre dos monstruos del arte de interpretar: un Joaquin Phoenix que borda el papel de Freddie Quell, un sociópata borrachuzo y vulnerable veterano de la II Guerra Mundial, y un Philip Seymour Hoffman arrollador, que da vida al carismático predicador y psicoanalista Lancaster Dodd, personaje inspirado en el creador de la Cienciología, L. Ron Hubbard.
El cineasta -enjuto y simpático- atiende la entrevista en un hotel de París. Fumando, bromeando y a la defensiva, muestra su respeto por la religión que seduce a las estrellas de Hollywood y se muestra compasivo y evasivo a partes iguales en cuestiones de fe, aunque la película se puede ver como una crítica de los líderes que prometen el cielo y sólo ofrecen infiernos.
-¿Ha recibido presiones de la Cienciología?
-No. Ninguna. Vivo en un país donde se pueden contar las cosas, donde puedes contar las historias que quieras. Y por cierto, eso es lo mejor que tiene.
- ¿Quiso contar la fundación real de la Cienciología?
-Es la parte de atrás de la historia. Hice lo mismo con la pornografía en Boogie nights. Dijeron "va a hacer una película porno", pero cuando la vieron entendieron que no era cine porno. Lo mismo con el petróleo en Pozos de ambición, tampoco era un documental. Parece inevitable que la gente espere que haga una especie de documental. Si quieres aprender sobre un tema ve un documental. Yo hago ficción.
-Pero Dodd, el Maestro, es el fundador de la Cienciología.
-Sí, aunque tiene cosas inventadas. No soy un escritor tan bueno como para crear de la nada. Necesito robar, coleccionar piezas para juntarlas; robo de mí mismo, de cosas que me cuenta un amigo, de lo que leo, de figuras históricas... En este caso el personaje es el principio de todo. Es una figura muy polémica, la gente siente mucha curiosidad y lo entiendo. Es una historia única en nuestro tiempo, o al menos en la historia reciente: asistir a la creación de una religión. Un tipo creando una religión: ¡es una gran historia!
-A sus amigos de la Cienciología, como Tom Cruise, ¿les gustó la película?
-Sí, pero eso es una cosa que queda entre nosotros, es personal, no quiero hablar de eso.
-¿Y ha habido reacciones de los cienciólogos?
-No. No he oído nada.
-¿Le importa?
-Sí, espero que les haya gustado. Cuando haces una película te metes en una situación absurda: crees que a todo el mundo le va a gustar. Te sientes un psicópata, pero es la única forma de hacer cine; te engañas para bien.
EL PAÍS
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