Entretenimiento
Tenoch Huerta, orgulloso de su raíz
El amor es la batería que mueve al actor, quien considera que el cambio del país está en la gente
Al momento de esta entrevista, "Días de gracia" de Everardo Gout —película en la que trabajó— todavía se encontraba en la cartelera tapatía. Una historia dura super elogiada por la crítica en todos los niveles, un filme que, para gusto del actor, “no ofrece respuestas si no más bien plantea preguntas”. Lo dijo sereno y con orgullo. ¿Cuál sería pues el objetivo de un cine tan duro, en sus aristas, como el nuestro? ¿Cuál sería el beneplácito para los actores que se involucran en proyectos para dar sentido a ciertas existencias?
A Tenoch lo veremos en la película acerca del asesinato de Colosio —en la que también participan Chema Yazpik y Mario Zaragoza—, dirigida por Carlos Bolado, así como en "La vida precoz y breve de Sabina Rivas", dirigida por Luis Mandoki. También participa en la serie "Cloroformo", dirigida por Gustavo Loza, que se transmite a través de Televisa Deportes Networks. La serie ha causado buena aceptación —pronto se le verá por televisión abierta— y en ella también actúan Gustavo Sánchez Parra, Jesús Ochoa, Osvaldo Benavides y la señora María Rojo.
Para Huerta, los actores “contamos historias que resuenen en la gente (...). Eso de que el aplauso es el alimento del actor, híjole, no, lo respeto, pero el alimento del actor es actuar”.
— Entonces tú eliges las historias que cuentas...
— Me han elegido, yo he dicho que no a muy pocos proyectos (...). Todo lo que hago lo hago por amor, al final, no importa en qué proyecto estés... Carlos Bardem decía “ojalá que lo que me toque sea bueno porque si es malo de todos modos lo voy a hacer”. A veces es la película o lo que hay alrededor del proyecto o la historia.
— Me parece un discurso muy amoroso... ¿cuál es la importancia del amor en tu vida?
— Es lo que te mueve. Hay gente que la mueve el miedo, el coraje, a mí me mueve el amor. Amo mi trabajo, mis amigos, mi vida. Siempre hay un motivo que te hace levantarte todos los días. Los abuelos decían “todos somos guerreros porque nos levantamos a ‘guerrear’ para llegar a una noche más”. Y todos los guerreros se identificaban con corazones, hablaban de flor y canto. La flor del arte y el canto de la ciencia. Eran culturas que estaban en contacto directo con su sensiblidad y con el amor de la fuerza creadora. Lo tengo en la sangre y en la piel... Soy mexicano y heredamos la sabiduría de nuestros abuelos y el salvajimo de los bárbaros de Europa.
— ¿Ah, sí? ¿Cuál fue el motivo por el que te levantaste hoy?
— Porque la mujer más hermosa del mundo duerme a mi lado, mi familia está ahí, pero sobre todo, porque me quiero. Toda la gente que quiero está a mi alrededor, si no me amo a mí mismo, no amo a nadie más. Soy yo y mi historia, y la forman miles de voces y palabras. De eso estoy construido y amo todo eso. La neta es que te divierta la aventura de estar vivo, es bien chido. Mi objetivo en la vida no es ser feliz, si no vivir.
— El patio de tu casa es México, ¿cómo está ese patio?
— Está triste, muy lleno de dolor. Muy asustado. Y sucio... Pero hay mucha gente que ama... Los buenos, los malos, los azules, los amarillos, los verdes y los morados. Todos somos seres humanos con afectos y amores, creo que hay que apelar a eso. Reconciliarnos. Tenemos una élite bastante fea, hay que apelar a que las cosas puedan estar mejor. Me duele en el alma que sea un país de puertas abiertas, que dice “mi casa es tu casa”, que te dice hermano, que te apapacha, que te ama y es bondadoso. Hemos recibido gente que sufrió en España, Argentina, Chile. Y aquí ahorita se está haciendo la guerra y hay gente perversa detrás de esa guerra. Este patio no es particular, es público, y en este patio cabemos todos.
— ¿Quién sí para la silla presidencial?
— Yo creo que sí pueden gobernar este país los mexicanos, sí el pueblo, sí la gente, sí la sociedad comprometida, sí los ciudadanos involucrados. Sí nos podemos gobernar a nosotros mismos (...). Soy promotor del voto de Andrés Manuel. Creo que él tiene la capacidad de liderazgo y los pantalones para hacer, no es un pelele que sólo piensa en Facebook. (…) Pero más allá de creer o no que un candidato pueda gobernar, yo, Tenoch, me involucro y tengo que hacer bien mi trabajo, salir y decir qué pienso, salir a limpiar el patio de mi casa, elegir quién me va a obedecer.
Los viejos abuelos decían que “Tlatoani es el que manda obedeciendo”. Pensar que “a la mexicana” significa bien hecho. En este país nacieron dos culturas madres de las ocho que se inventron a sí mismas: la maya y la tolteca. No somos ningunos tontos para perder, somos unos fregones.
— ¿Estuviste hace poco en Guadalajara?
— Sí, en el FICG, y quiero agradecerles mucho. A toda la banda de Guadalajara, gracias por su hospitalidad. Deseo que las cosas salgan mejor en este país y allá, en aquella región, les toca a ustedes. Véanse en el espejo y díganse que son la cuna del mariachi, levántense y digan “aquí es México” y entonces nos vamos a romper toda la cara, pero en el bueno sentido.
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