Entretenimiento
Tapatíos disfrutan de Roberto Carlos
El cantante brasileño se presentó exitosamente el día de ayer en el Auditorio Telmex
ZAPOPAN, JALISCO (14/MAY/2010).- Tras 50 años en el escenario, el cantante brasileño
Roberto Carlos no para de arrancar suspiros y de revivir inolvidables, dulces y maravillosos recuerdos a quienes tienen la dicha de acompañarlo en sus conciertos.
En esta ocasión, el Auditorio Telmex de esta metrópoli se encargó de reunir al menos a unos 11 mil tapatíos que disfrutaron de principio a fin el concierto del brasileño, quien ataviado con un impecable traje blanco lució como una luz de esperanza y amor.
La velada fue inolvidable, principalmente para los adultos mayores presentes que tarareaban, la mayoría, en voz baja y en ocasiones subida de tono, los temas que para muchos de ellos han formado parte de sus vidas.
Aunque el escenario lució acorde a la actualidad con tremendo juego de luces, las remembranzas del pasado saltaban a la vista, ya que Roberto Carlos y los integrantes de su banda han trabajado juntos por décadas, a decir del propio cantante, "casi desde el inicio de mi carrera".
Sin duda un recital de primera y diferente a otros, porque sin necesidad de coreografías y un escenario sofisticado, provocó paz en los corazones presentes, gracias a esa vibra espiritual que transmite este astro brasileño.
"Detalles", "Qué será de ti", "Cama", "Desahogo", "Lady Laura", "Mujer pequeña", "Propuesta", "El gato que está triste y azul", "El día que me quieras", "Si el amor se va", "Solamente una vez", "Amigo", "Jesucristo" y "Un millón de amigos" fueron algunos de los temas en los que se envolvieron los tapatíos durante el concierto.
Roberto Carlos también contó anécdotas y mostró su agradecimiento a México, país, que dijo, lo cobijó desde el inicio de su carrera, incluso se atrevió a decir que ha recibido bendiciones de los mexicanos "desde que nací".
Recordó su triunfo en un Festival de San Remo y dijo que al año siguiente volvió para participar con "El gato que está triste y azul", pero no ganó aun cuando ha sido uno de sus grandes éxitos en América Latina, pese a que "yo no conozco a ningún gato azul", dijo entre risas.
Asimismo, al interpretar "Solamente una vez" comentó que es uno de sus favoritos por la sencillez de la letra y además, consideró que su autor, el mexicano Agustín Lara, ha sido uno de los compositores más grandes del mundo.
Roberto Carlos cerró con broche de oro la velada, dio flores y antes de entregar cada una de ellas daba un beso, a cambio recibió una Bandera de México y un oso de peluche, para luego regalar la última y una de sus mejores canciones "Un millón de amigos".
En esta ocasión, el Auditorio Telmex de esta metrópoli se encargó de reunir al menos a unos 11 mil tapatíos que disfrutaron de principio a fin el concierto del brasileño, quien ataviado con un impecable traje blanco lució como una luz de esperanza y amor.
La velada fue inolvidable, principalmente para los adultos mayores presentes que tarareaban, la mayoría, en voz baja y en ocasiones subida de tono, los temas que para muchos de ellos han formado parte de sus vidas.
Aunque el escenario lució acorde a la actualidad con tremendo juego de luces, las remembranzas del pasado saltaban a la vista, ya que Roberto Carlos y los integrantes de su banda han trabajado juntos por décadas, a decir del propio cantante, "casi desde el inicio de mi carrera".
Sin duda un recital de primera y diferente a otros, porque sin necesidad de coreografías y un escenario sofisticado, provocó paz en los corazones presentes, gracias a esa vibra espiritual que transmite este astro brasileño.
"Detalles", "Qué será de ti", "Cama", "Desahogo", "Lady Laura", "Mujer pequeña", "Propuesta", "El gato que está triste y azul", "El día que me quieras", "Si el amor se va", "Solamente una vez", "Amigo", "Jesucristo" y "Un millón de amigos" fueron algunos de los temas en los que se envolvieron los tapatíos durante el concierto.
Roberto Carlos también contó anécdotas y mostró su agradecimiento a México, país, que dijo, lo cobijó desde el inicio de su carrera, incluso se atrevió a decir que ha recibido bendiciones de los mexicanos "desde que nací".
Recordó su triunfo en un Festival de San Remo y dijo que al año siguiente volvió para participar con "El gato que está triste y azul", pero no ganó aun cuando ha sido uno de sus grandes éxitos en América Latina, pese a que "yo no conozco a ningún gato azul", dijo entre risas.
Asimismo, al interpretar "Solamente una vez" comentó que es uno de sus favoritos por la sencillez de la letra y además, consideró que su autor, el mexicano Agustín Lara, ha sido uno de los compositores más grandes del mundo.
Roberto Carlos cerró con broche de oro la velada, dio flores y antes de entregar cada una de ellas daba un beso, a cambio recibió una Bandera de México y un oso de peluche, para luego regalar la última y una de sus mejores canciones "Un millón de amigos".
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