Entretenimiento
Sylvester Stallone retoma la acción
Prepara la secuela de la película ''Los Mercenarios''
Apenas el miércoles de la semana pasada el actor cumplió 65 años de edad. Su rostro siempre tieso y su poca expresividad facial lo destinaban a un lugar marginal en la actuación, pero tuvo la inteligencia, en 1976, de crear un guión y encarnar un personaje como Rocky, que se convertiría en un símbolo cultural norteamericano, un boxeador italoamericano en la búsqueda del título pesado, el que a la postre sería el mayor éxito artístico en la carrera de histrión.
Fue el filme con el que consiguió ser candidato al premio Oscar como Mejor actor y también como Mejor guión original, convirtiéndose por entonces en la tercera persona capaz de conseguir esa doble nominación por un filme.
Fue el triunfo de un sueño personal, buscado con su propio sudor y lágrimas tras unos primeros intentos en la industria del cine para adultos. Sylvester reunió el millón de dólares que necesitaba para su proyecto y fabricó una de las sagas más conocidas de la historia.
La cinta obtuvo 10 candidaturas a los Oscar y se llevó la estatuilla dorada a la Mejor película, pero aquel enorme reconocimiento en esa etapa de su carrera no evitó que con el tiempo el actor se convirtiera en uno de los blancos favoritos de los Razzies (considerados los premios anti-Oscar, a lo peor del cine).
La seguirían dos secuelas y algunas películas menores, hasta que en 1982 la estrella asegurara su lugar como uno de los actores más importantes de la década de los años los ochenta al dar vida a John Rambo, un soldado boina verde ex combatiente de la guerra de Vietnam, en la adaptación de la novela del escritor canadiense David Morell, Primera Sangre. Rambo también tuvo varias secuelas en el cine y se convirtió en una de las franquicias de mayor éxito internacional.
En la década de los años noventa Stallone pretendió alejarse de los héroes de acción con algunas comedias. Finamente en 2006 encarnó la sexta y última entrega de Rocky.
Sin embargo, aunque el actor ha querido alejarse de la imagen de “hombre de acero” que tuvo en su juventud, parece aferrarse a los papeles de tipos recios y forjados a golpes.
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