Entretenimiento
Swing contra swing
Klaus Mayer Big Band y Smoke Rings Quartet hacen vibrar la noche
El estilo francés de esta vertiente del jazz conocido como manouche o gitano, perfumó el recinto apenas pasadas las 20:30 horas para dar entrada a Smoke Rings Quartet, que en esta ocasión se convirtió en quinteto al conformarse por batería, dos guitarras, trompeta y chelo.
Con el humo blanco de una máquina como única escenografía, entregaron temas de autoría propia así como clásicos del padre del jazz gitano, Django Reinhardt, como "Daphne" y "My Sweet".
Mientras la guitarra conversaba con la trompeta, que imponía su chillante voz a través de múltiples disfraces, las fumarolas de humo danzaban cadenciosamente.
Después de la tercera canción, Tania Serrano, vocalista de la banda revival de rockabilly, Dirty Black Beans, salió a escena en un entallado vestido de cuero para imprimir su sedosa voz en temas de jazz del periodo comprendido entre los años 20 y los 30, como "It Don't Mean a Thing" y "I'm Confessin'".
"Éste ha sido un año muy importante porque finalmente nos metimos a grabar nuestro disco", dijo Erik Kasten, guitarrista principal y líder del grupo. "No es porque sean mis amigos, pero tengo la mejor banda del mundo", agregó.
Intermedio
En la segunda parte del concierto se apersonaron 14 músicos en escena entre piano, bajo, guitarra, saxofonoes, trompetas, trombones y batería, para participar en el ensamble Klaus Mayer Big Band, junto con su vocalista, Mónica Zuloaga, quien tomó el micrófono portando un vestido blanco tipo charleston y brillantes zapatos de lentejuelas.
En el repertorio se incluyeron canciones de la época de oro de las big bands como "Hey Big Spender", "Hari Hari Hari Ho" y "Thanks For the Boogie Ride". Tres parejas de bailarines participaron con coreografías que iban del charleston al tap, invitando a la audiencia a romper el hielo y a ponerse a tono con la velada swing.
Aunque prácticamente todos permanecieron en sus asientos, los aplausos fueron la constante durante la teletransportación que experimentaron los swingueros de Guadalajara a la Nueva Orleans de los años 20.
EL INFORMADOR/ BRENDA RAMOS
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