Entretenimiento
“Sex and the City” llega a las salas mexicanas
Cuatro años después de emprender una vida separadas Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte vuelven a reunirse en Manhattan
Luego de recorrer las calles de Manhattan, en zapatos de diseñador durante seis temporadas, Carrie Bradshaw y compañía decidieron que su historia juntas debería cambiar y probar que no todo el mundo es Nueva York. Miranda se mudó a los suburbios para realizarse como madre, Samantha viajó a la cálida Costa Oeste junto a su pareja en una sorprendente y feliz monogamia, Charlotte encontró en la adopción su meta de formar una sólida familia y Carrie avanzó escribiendo libros y columnas para la revista Vogue.
Alrededor de la película giraron varias versiones, desde los incontables intentos sin éxito por reunir el elenco una vez que concluyó la serie hace cuatro años, hasta la lucha de egos entre las protagonistas. Sin embargo Sarah Jessica Parker, protagonista y productora del programa no perdió las esperanzas y esperó el momento justo (cuando Kim Catrall aceptó participar) para apoderarse nuevamente de las calles de su adorada Nueva York.
Es mejor 20 años después
Si bien la serie que arrazó con premios como el Emmy y el Globo de Oro a Mejor serie de comedia y actriz de comedia para Sarah Jessica Parker a principios de esta década, para la también productora el recobrar las historias de mujeres que superaron los desencuentros amorosos durante años para estabilizarse y encontrar las metas profesionales que tanto buscaron habla de madurez, por lo que en esta cinta, según explica Parker, no pretendieron cerrar con un capítulo superficial la vida de las protagonistas. “Después de todo el tiempo, el talento y el dinero que logramos reunir, no había forma de que fuéramos a hacer tan sólo un episodio pretencioso”.
Aunque se ha encasillado a la película como una historia feminista que compite en con cintas de acción en la taquilla, Parker deja claro que no podía esperarse menos que llevar a sus protagonistas de la mano de los cambios esperados: desilusiones, encuentros, desencuentros, nuevas familias, viejos amores y una boda. “No fue un intento de hacer que el tiempo no pasara, de olvidar su pasado, de tener a estas cuatro mujeres simplemente caminando por Manhattan, bebiendo con libertad y buscando relaciones sexuales interesantes. Tenía que ser sobre su pasado, que informara de su presente y de su futuro. Cuando tenemos 20 años y tenemos decepciones en el romance, el trabajo, los amigos o la familia las amigas nos ayudan mucho a distraernos. Ese es el chiste de la edad. Se trata de cuando vamos en sudadera al departamento de nuestro amigo, o cuando conocemos a alguien en un bar, y tres días después podemos reponernos. Pero cuando tenemos 40, las cosas tienen mucho más significado y hay muchas más cosas en juego. Lo que yo quería para Carrie era que fuera esa persona madura y creo que Michael Patrick King, el director, escribió el papel de mi vida”.
Recordar es vivir
Si bien gran parte del control de la película recayó en la propia Parker, la productora y protagonista de la serie recuerda que el objetivo de la cinta fue hacer una historia interesante, sorprendente y llena de alegrías, risas y buenos momentos, por lo que retomar las historias pendientes no fue tan complicado como se supondría. “Básicamente estuvimos ensayando para la película durante seis años. Sí, nos alejamos de eso por un tiempo, pero en esos momentos ya era completamente familiar. Si nos ponen juntas en una sala, nos dan un libreto y, sí, claro, nos sentíamos un poco oxidadas y necesitamos una lata de aceite para echar a andar todo de nuevo, pero el afecto y la conexión ya estaban ahí”.
Para saber
La cinta en Jerusalén fue censurada por considerar su título demasiado provocativo. Por su parte, Sarah Jessica Parker considera la posibilidad de que hubiera una segunda parte de la cinta dependiendo del buen recibimiento de la misma en la taquilla ya que en su primer fin de semana de estreno alcanzó la cifra de 55 millones de dólares, desplazando al esperado Indiana Jones.
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