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Seth MacFarlane, una apuesta arriesgada

En su discurso de apertura, se mostró de lo más mordaz y no dudó en arrojar dardos envenenados a diestro y siniestro

LOS ANGELES, ESTADOS UNIDOS (25/FEB/2013).- Seth MacFarlane, presentador de la 85 edición de los Óscar, cantó, bailó, se metió con media platea y uso su humor irreverente, pero sus intervenciones más redondas se fueron diluyendo en una gala de más de tres horas y media que contó con un sinfín de actuaciones musicales.

El propio maestro de ceremonias pareció darse cuenta de que el espectáculo se hizo repetitivo y bromeó al respecto en el tramo final: "Veremos el Óscar a la mejor actriz se lo lleva Quvenzhané Wallis, de 9 años, o Emmanuelle Riva (de 86), que tenía 9 cuando empezó la gala".

MacFarlane se confirmó como una apuesta arriesgada por parte de los productores del evento, Craig Zadan y Neil Meron, y aunque la prensa especializada alabó su "incorrección" en el arranque, gran parte de ella coincidió en señalar que sus apariciones fueron demasiado esporádicas y sin la fuerza exhibida en sus primeros instantes sobre el escenario.

En su discurso de apertura, se mostró de lo más mordaz y no dudó en arrojar dardos envenenados a diestro y siniestro, probablemente en los que fueron sus minutos más inspirados de la gala.

El creador de la serie "Family Guy" aprovechó para entonar la canción "We Saw Your Boobs" ("Vimos vuestros pechos") y enumerar a varias actrices que dejaron ver sus encantos en distintas películas, como Charlize Theron en "Monster", la española Penélope Cruz en "Vanilla Sky" o Kate Winslet "en todas las películas de su filmografía".

"Honestamente, no me puedo creer que esté aquí. Es un honor que todos los demás hayan dicho que no a este trabajo. Desde Oprah Winfrey hasta (la estrella del porno) Ron Jeremy", afirmó el humorista, quien como suele ser habitual en este evento, hizo un repaso de las nominadas a mejor película en tono bromista.

"Argo se basó en una historia tan secreta que incluso su director es un desconocido para la Academia", apuntó MacFarlane en alusión a la ausencia de Ben Affleck en la categoría de mejor director. "Saben que la han fastidiado", agregó.

"Zero Dark Thirty", el filme de Kathryn Bigelow protagonizado por Jessica Chastain, tampoco se libró: "Es el perfecto ejemplo de la innata capacidad de las mujeres de ser cabezotas cuando desean algo", indicó sobre la persistencia de la protagonista en la operación de caza y captura de Bin Laden durante 12 años.

También se burló de Jean Dujardin (ganador del Óscar al mejor actor en la pasada edición) y se acordó de la pareja formada por Rihanna y Chris Brown.

"El Óscar claramente hace que tu carrera vaya para arriba. Fijaos en Jean Dujardin. ¡Está por todas partes!", comentó en referencia a la escasez de títulos prominentes del francés desde que se alzara con la estatuilla.

La pulla a Rihanna y Brown llegó hablando de "Django Unchained", de Quentin Tarantino, "una película muy violenta que ellos dirían que es ideal para una cita", recordando así la agresión del cantante a la artista de Barbados justo antes de los Grammy de 2009.

Previendo las posibles críticas a su actuación, MacFarlane se hizo acompañar por William Shatner encarnando al capitán James T. Kirk de "Star Trek", quien aseguró que venía del futuro para advertirle de que sus chistes le iban a coronar como "el peor presentador de la historia de los Óscar".

En ese momento MacFarlane se rehizo y protagonizó varios números musicales, entre ellos algunos muy vistosos con Charlize Theron, Channing Tatum, Daniel Radcliffe o Joseph Gordon-Levitt.

Aunque no pudieron resistir la comparación con las actuaciones de Adele, Shirley Bassey (en recuerdo de los 50 años de la saga de James Bond) y Barbra Streisand, que cantó "The Way We Were" como tributo a los fallecidos durante 2012.

Asimismo hubo homenajes a los principales musicales de la última década con referencias a "Chicago", "Dreamgirls" y "Les Misérables", cuyo mágico número con todo el reparto (Hugh Jackman, Anne Hathaway y Russell Crowe incluidos) resultó de lo más destacado de la ceremonia.

Después MacFarlane trató de recuperar protagonismo, pero sólo lo logró con cuentagotas con alguna perla que provocó cierta polémica en las redes sociales.

Hablando sobre la capacidad de Daniel Day-Lewis para meterse en la mente de Abraham Lincoln, afirmó: "Creo que John Wilkes Booth fue quien se metió realmente en su cabeza", en alusión al disparo que recibió el expresidente estadounidense y que acabó con su vida en 1865.

También hubo quien tildó de inapropiado su comentario sobre Javier Bardem, Penélope Cruz y la mexicana Salma Hayek. "Ahora es cuando aparecen y no nos enteramos de nada de lo que dicen, pero no nos importa porque son muy atractivos".
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