Entretenimiento
Se gana Vicentico a tapatíos
El cantante argentino deleita a los mil 500 asistentes al Teatro Estudio Cavaret
ZAPOPAN, JALISCO (21/AGO/2011).- Poco a poco fue como Vicentico se echó a la bolsa a los mil 500 tapatíos que se congreron para escucharlo tocar un repertorio de canciones que incluyó desde su último sencillo, "Sólo un momento", hasta éxitos de Los Fabulosos Cadillacs, con los que coronó su presentación en el Teatro Estudio Cavaret.
Acompañado de siete músicos, el argentino apareció en escena con saco y lentes negros, altivo y sin prisa tomó el micrófono para arrancar con "Ya no te quiero", para más tarde dar espacio a una sección acústica, más romántica y de manos del mismo Vicentico, que empuñaba su guitarra con la derecha y rasgaba con la izquierda.
"Buenas noches amigas y amigos, nosotros muy contentos, muy honrados de estar acá, sólo que estoy un poquito resfriado" dijo antes de que simulara inhalar desde una barra para humectar los labios, "así que si me ven hacer esto, no pasa nada", bromeó y en seguida entonó "Soy feliz", que comenzó a encender a los jóvenes que casi llenan el Cavaret.
"Siguiendo la luna" y "Algo contigo", acompañadas del piano, fueron las encargadas de darle un tono de romance a la noche "no quisiera irme sin tener algo con... Vicentico" cambiaron sus fans la letra de ésta última para halagar al cantante, que se paseaba por el escenario con una sonrisa coqueta.
Cuando apenas comenzaba a dar voz a "Si me dejan", olvidó la letra, su sonrisa lo delató y los asistentes se lo reclamaron al instante; pero Vicentico siguió y los compensó: se despidió dos veces pero regresó con "Vasos vacíos" y "Caminos de la vida", que el público acompañó intensamente con su voz al unísono. Al final vino otro bloque acústico con "Matador" y "Mal bicho", otros cláscos de Los Fabulosos.
Ya habían pasado dos horas desde que puntualmente se presentó ante el público y Vicentico se retiró, ahora sí, entre el firme clamor de sus segudores que habían llegado al éxtasis y deseaban seguir, pero que despidieron llamándole "el rey del rock and roll" y "maestro".
EL INFORMADOR/ VIOLETA MELÉNDEZ
Acompañado de siete músicos, el argentino apareció en escena con saco y lentes negros, altivo y sin prisa tomó el micrófono para arrancar con "Ya no te quiero", para más tarde dar espacio a una sección acústica, más romántica y de manos del mismo Vicentico, que empuñaba su guitarra con la derecha y rasgaba con la izquierda.
"Buenas noches amigas y amigos, nosotros muy contentos, muy honrados de estar acá, sólo que estoy un poquito resfriado" dijo antes de que simulara inhalar desde una barra para humectar los labios, "así que si me ven hacer esto, no pasa nada", bromeó y en seguida entonó "Soy feliz", que comenzó a encender a los jóvenes que casi llenan el Cavaret.
"Siguiendo la luna" y "Algo contigo", acompañadas del piano, fueron las encargadas de darle un tono de romance a la noche "no quisiera irme sin tener algo con... Vicentico" cambiaron sus fans la letra de ésta última para halagar al cantante, que se paseaba por el escenario con una sonrisa coqueta.
Cuando apenas comenzaba a dar voz a "Si me dejan", olvidó la letra, su sonrisa lo delató y los asistentes se lo reclamaron al instante; pero Vicentico siguió y los compensó: se despidió dos veces pero regresó con "Vasos vacíos" y "Caminos de la vida", que el público acompañó intensamente con su voz al unísono. Al final vino otro bloque acústico con "Matador" y "Mal bicho", otros cláscos de Los Fabulosos.
Ya habían pasado dos horas desde que puntualmente se presentó ante el público y Vicentico se retiró, ahora sí, entre el firme clamor de sus segudores que habían llegado al éxtasis y deseaban seguir, pero que despidieron llamándole "el rey del rock and roll" y "maestro".
EL INFORMADOR/ VIOLETA MELÉNDEZ
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