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Scorsese lleva su talento al límite

El miedo y la paranoia son los elementos esenciales de Shutter island, cinta en la que confiesa el director haber sido muy exigente

ESTADOS UNIDOS.- El realizador Martin Scorsese volvió a recurrir a la violencia gráfica y emocional en su película más reciente, titulada Shutter Island, misma en la que el actor Leonardo DiCaprio interpreta a un personaje que la crítica ya ha catalogado como el más oscuro de su carrera.

“Miedo” y “paranoia” son, de acuerdo a Scorsese, los elementos protagonistas de la historia y sensaciones que “nos acompañan también hoy”. La afirmación la hizo frente a decenas de medios que cubrieron ayer la presentación de su filme en Roma, Italia.

El director se remontó a su infancia para explicar los motivos que le llevaron a dar forma a esta adaptación de la novela homónima de Dennis Lehane y aseguró conocer bien ambos sentimientos por haberse criado en Nueva York durante los años cincuenta del siglo pasado, período en el que transcurre la historia.

En ese sentido Scorsese reconoció la influencia que han tenido grandes directores del cine clásico como Fritz Lang, Otto Preminger o Billy Wilder, a quienes les atribuyó una línea cinematográfica cercana al “terror gótico” y al “thriller psicológico”.
Afirmó que dentro de ese contexto, la violencia tiene un “aspecto formativo” que se pone de manifiesto en el personaje interpretado por DiCaprio y que permite entender el viaje interior que éste desarrolla, dijo el director.

Agradece la experiencia
Aunque difícil y violento, Leonardo DiCaprio agradeció el reto que le puso enfrente Scorsese durante el rodaje de Shutter island. El actor aseguró que “éste es el personaje más violento y oscuro” que ha interpretado hasta ahora en su carrera, para el que tuvo que preparase y documentarse con una dedicación especial.

El protagonista de Titanic (1997) da vida a Teddy Daniels, un policía atormentado tras participar en la Segunda Guerra Mundial que en 1954 debe investigar, con la ayuda de su compañero (Mark Ruffalo) la desaparición de una asesina Rachel Solando (Emily Mortimer), quien escapa de un hospital para enfermos mentales dirigido por el doctor John Cawley (Ben Kingsley).

Se trata, según el actor, de una “tragedia humana”, de un personaje que atraviesa “situaciones extremadamente dolorosas” para cuya preparación contó con material audiovisual y con la ayuda de un especialista en enfermedades mentales.

Por ejemplo, para meterse en la piel de Teddy Daniels, DiCaprio afirma que intentó experimentar varios extremos del comportamiento de su personaje, intentando conseguir la “dualidad” que presenta en la historia.

En ese sentido Teddy Daniels responde perfectamente al perfil de “personajes oscuros” que al actor estadounidense le gusta interpretar y fue el reclamo que llevó a Scorsese a sumergirse en la historia.

La pareja perfecta
Quizá lo que mejor funciona en la película, más allá de la atmósfera que imprime, es la “mancuerna” de oro entre director y actor. Luego de colaborar en Pandillas de Nueva York (2002), El aviador (2004) y Los infiltrados (2006), la relación entre Scorsese y DiCaprio ha evolucionado hacia un nivel de confianza “más profundo” con Shutter island, afirmó el director.

“Esta historia era la oportunidad de ir incluso más lejos en nuestra relación”, afirmó Scorsese, quien apuntó además que “no sabíamos al inicio del rodaje cuánto avanzaríamos a nivel emocional y psicológico”.

El filme se estrenará oficialmente el próximo 13 de febrero en el marco del Festival Internacional de Cine de Berlín.
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