Entretenimiento
Scarlett Johansson brilla en Europa
Recibió el César de Honor en la noche en que el cine francés premia a lo mejor del cine mundial
Quentin Tarantino.
Johansson, quien se presentó con un discreto traje y el pelo recogido, aseguró que recibe la distinción como “un gran honor”, de parte de una industria de la que alabó que cobije “proyectos muy complejos o controvertidos” que no encuentran los espacios adecuados en otros países.
“Sabe reconocer a los que asumen riesgos creativos, y esa es una cualidad que no hay que perder. Gracias por haberme dado ese refugio cultural”, indicó la intérprete, que aseguró haber tenido siempre la sensación de que Francia es como su propia casa.
La actriz reconoció que para ella es una sorpresa tener ya dos décadas en activo.
“Es una locura que lleve ya 20 años y sin embargo tengo la sensación de que es ahora cuando empiezo a entender mi trabajo. Lo amo más que nunca. Me siento hoy humilde delante de tantas grandes personalidades. Hace falta que demuestre que lo merezco”, indicó ante un público que se puso de pie cuando salió al escenario.
La actriz, que aprovechó para destacar que anda en busca de un nuevo papel, no olvidó sus orígenes familiares y cinematográficos, y se acordó no sólo de Hollywood, “que me quiere y apoya”, sino también de algunos de sus grandes representantes, entre ellos Tarantino, “que hace que el resto mire su propio trabajo y quiera ser mejor”.
La rubia estrella acudió al Teatro Châtelet de la capital gala acompañada de su prometido, el francés Romain Dauriac, en una de las contadas ocasiones en las que ambos aparecen juntos.
MADRID, ESPAÑA (01/MAR/2014).- La Academia de Cine Francesa premió la trayectoria de la actriz estadounidense Scarlett Johansson con un César de Honor, galardón que le fue entregado por su compatriota, el polémico director
Johansson, quien se presentó con un discreto traje y el pelo recogido, aseguró que recibe la distinción como “un gran honor”, de parte de una industria de la que alabó que cobije “proyectos muy complejos o controvertidos” que no encuentran los espacios adecuados en otros países.
“Sabe reconocer a los que asumen riesgos creativos, y esa es una cualidad que no hay que perder. Gracias por haberme dado ese refugio cultural”, indicó la intérprete, que aseguró haber tenido siempre la sensación de que Francia es como su propia casa.
La actriz reconoció que para ella es una sorpresa tener ya dos décadas en activo.
“Es una locura que lleve ya 20 años y sin embargo tengo la sensación de que es ahora cuando empiezo a entender mi trabajo. Lo amo más que nunca. Me siento hoy humilde delante de tantas grandes personalidades. Hace falta que demuestre que lo merezco”, indicó ante un público que se puso de pie cuando salió al escenario.
La actriz, que aprovechó para destacar que anda en busca de un nuevo papel, no olvidó sus orígenes familiares y cinematográficos, y se acordó no sólo de Hollywood, “que me quiere y apoya”, sino también de algunos de sus grandes representantes, entre ellos Tarantino, “que hace que el resto mire su propio trabajo y quiera ser mejor”.
La rubia estrella acudió al Teatro Châtelet de la capital gala acompañada de su prometido, el francés Romain Dauriac, en una de las contadas ocasiones en las que ambos aparecen juntos.
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