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Sarah Burton fue la elegida para el vestido de novia de Kate

El atuendo provocó expresiones de admiración apenas llegó a la Abadía de Westminster el viernes

LONDRES, INGLATERRA (29/ABR/2011).-  Era la pregunta de la boda real y Kate Middleton no decepcionó.

El vestido de novia que Middleton lució diseñado por Sarah Burton, directora creativa de la casa de moda Alexander McQueen provocó expresiones de admiración apenas llegó a la Abadía de Westminster el viernes.

Jeannie Bond, experta en la monarquía británica, describió la creación de Burton como "un cuento de hadas".

"Es un sueño", dijo Bond. "Es un hermoso y suave atuendo de encajes, extremadamente elegante. Se veía sensacional".

Varios meses de especulación fueron recompensados con una pieza mágica: un elegante vestido en color marfil, con cuello en "v'', una cola de casi 3 metros de largo y un espectacular velo.

Fue discreto, comparado con el monumental vestido de voluminosas mangas y casi interminable cola que la Princesa Diana lució en 1981.

El vestido de Middleton fue uno de corte ajustado y de confección compleja, manteniendo el emblemático sello de McQueen con su corte a la cintura, sus ajustadas caderas y encajes elaborados a mano.

Como artículo "prestado", Middleton lució la tiara "Halo", de Cartier, que le dio la reina Isabel II.

La tiara fue adquirida originalmente por el duque de York, y más tarde, por el rey Jorge VI para su duquesa, quien posteriormente se convirtió en la reina madre Isabel, quien le dio la tiara a la actual monarca cuando cumplió 18 años.

Lo "nuevo" en el ajuar de Middleton fueron un par de aretes de diamantes, de Robinson Pelham que le dieron sus padres. Los pendientes eran un juego de estilizadas hojas de roble con un diamante en forma de pera y una bellota de diamantes suspendida en el centro.

Pero el vestido fue el que se robó el show. "¡Oh, es magnífico!", expresó con entusiasmo Yvonne Ryland, de Yorkshire. "Es absolutamente hermoso. Es tan entallado y le queda a ella perfecto".

En un comunicado, el palacio dio una detallada descripción del vestido, incluyendo los 58 botones de tul de la parte trasera, hasta la artesanal técnica que dio vida a los encajes del traje.

Los trabajadores de la Escuela Real de Bordados, que crearon los encajes "se lavaban las manos cada treinta minutos para mantener el encaje e hilos impecables, y las agujas se cambiaban cada tres horas para mantenerlas con punta y limpias", detalló el documento.

Burton, dijo que trabajar con la ahora Duquesa de Cambridge fue "la experiencia de una vida".

"Fue un honor increíble haber sido requerida, y estoy orgullosa de lo que nosotras y el equipo de Alexander McQueen hemos creado", dice un comunicado citando a la modista.

"Catherine lució impresionante hoy", agregó.

La creación, ubicada entre la elegancia y la nobleza, entre modestia y glamour, mantuvo a los expertos de la industria de la moda eufóricos.

" Se vio glamorosa y refinada, pero aún como ella misma, lo cual es importante para cualquier novia, incluso para una princesa", expresó Millie Martini Bratten, editora en jefe de la revista Brides.

A pesar de los rumores de la prensa, Burton y ejecutivos de la casa de moda negaron haber recibido la codiciada tarea, que parece haber sido parte de una elaborada estrategia para mantener el secreto en torno al traje de novia.

En semanas recientes se reportó que algunas partes de las oficinas de la firma McQueen habían sido acordonadas para que nadie viera lo que se estaba diseñando, reforzando el rumor de que Burton había sido la elegida.

La creación de Burton será sujeta a las copias alrededor del mundo, como ocurrió con el vestido de la Princesa Diana, que desató una duradera tendencia de voluminosos trajes de novia años atrás.

"No hay duda que el vestido de Kate marcará tendencia", dijo Robb Young, autor de "Power Dressing: First Ladies, Women Politicians and Fashion".

"Es pulcro, sencillo, favorecedor, perfectamente moderno y romántico, lo cual, creo, es lo que buscan las novias hoy en día"

Middleton ha surgido como una de las personas que marcan tendencias, capaz de generar nuevos estilos al lucirlos una sola vez. Versiones baratas del vestido azul que lució en noviembre al anunciar su compromiso han inundado las repisas.

La tarea asignada a la firma McQueen seguramente catapultará a la marca para alcanzar el nivel de otras como Chanel y Dior y consolidará el renacimiento de una firma cuyo futuro parecía turbio cerca de un año atrás.

En febrero de 2010, el suicidio del británico Alexander McQueen sacudió a la casa de modas, dejando a los ejecutivos preguntándose cómo una firma construida a partir de la explosiva brillantez de su fundador podría continuar sin él.

Incluso circularon rumores de que el Grupo Gucci, propietario de la firma, contemplaba el cierre de la marca.

Las dudas se disiparon luego de que Burton, mano derecha de McQueen por largo tiempo, mostró su primera colección como directora creativa en octubre.

Desde el anuncio de la boda, el mundo de la moda mantuvo los dedos cruzados para que Burton resultará elegida para crear el vestido. McQueen era la marca más sobresaliente e innovadora que figuraban como contendiente y expertos señalaron que sería un tributo perfecto para el legado del desaparecido diseñador.

Burton tiene muchos partidarios en el alto mundo de la moda, incluyendo a Anna Wintour, la influyente editora de la edición estadounidense de Vogue, quien elogió la "brillantez" de Burton durante una reciente visita a Londres.

La modista ha realizado la delicada tarea de tomar el mando de la casa de uno de los diseñadores de moda más celebrados luego de su impactante muerte.

McQueen había sufrido de depresión y se quitó la vida días después de que falleciera su madre.

A diferencia de McQueen, Burton ha recibido poca publicidad fuera de la prensa especializada en moda y no es reconocida en la escena de la vida nocturna londinense.

Burton aventajó a otros reconocidos diseñadores con experiencia en la creación de trajes de novia, incluyendo a Vivienne Westwood, quien la ha criticado por su timidez, Bruce Oldfield, Alice Temperley y Philippa Lepley.

Firmas extranjeras no fueron consideradas ampliamente en la competencia para la creación del vestido .

Según reportes, el trabajo de Burton llamó la atención de Middleton cuando en 2005 confeccionó el vestido de novia de Sara Buys, una periodista de moda que se casó con Tom Parker Bowles, hijo de Camilla, duquesa de Cornwall y esposa del príncipe Carlos.

Burton entró a McQueen como pasante en 1996 y en septiembre presentó su primera colección como cabeza de la firma. La diseñadora, quien creció en Manchester, ha vestido a celebridades como Cate Blanchett, Lady Gaga y Gwyneth Paltrow.

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