Entretenimiento
Sam Mendes renuncia a su segundo James Bond por el teatro
No obstante la negativa temporal, el director británico no ha descartado volver a la franquicia cinematográfica de 007 en el futuro
"Ha sido una decisión muy difícil", aseguró el director de "Skyfall", la última y vigésimo tercera cinta de la longeva serie del detective británico, que en 2012 celebró su 50 aniversario, y la que mejores críticas ha cosechado.
Mendes, ganador de un Óscar al mejor director por "American Beauty" (1999), afirmó que necesita centrarse "completamente" durante "el próximo año y más allá" en sus "compromisos" con el teatro londinense, para el que prepara una versión de "Charlie y la fábrica de chocolate", llevado al cine por Tim Burton.
No obstante, el director británico no ha descartado volver a la franquicia cinematográfica de 007 en el futuro, ya que rodar "Skyfall" fue para él "una de las mejores experiencias" de su vida profesional.
"Me siento muy honrado de haber formado parte de la familia Bond y espero, de verdad, tener la oportunidad de trabajar con ellos de nuevo", subrayó Mendes, que contó con el actor español Javier Bardem para dar vida al rubio oxigenado y ambiguo villano de Bond en "Skyfall".
El director, de 47 años, se encuentra actualmente inmerso en la producción teatral para el West End londinense basada en "Charlie y la fábrica de chocolate" de Roald Dahl y en su versión de la obra de Shakespeare "El rey Lear" para el National Theatre.
Los productores de la saga Bond, Michael G. Wilson y Barbara Broccoli, que le habían ofrecido la dirección del próximo largometraje con Daniel Craig en la piel del agente, manifestaron en un comunicado su "completo respeto" por la decisión de Mendes.
Wilson y Broccoli tampoco podrán contar con los guionistas de "Skyfall", Neal Purvis y Robert Wade, que habían firmado cinco entregas de la saga cinematográfica, basada en las historias del escritor británico Ian Fleming.
La temporada de premios respaldó el éxito entre el público del trabajo de Mendes, ya que "Skyfall" consiguió el Bafta a la mejor película británica y un Óscar a la mejor canción, interpretada por la cantante Adele.
La última entrega del agente 007 se convirtió el pasado diciembre en la película más taquillera de la historia del Reino Unido, donde ha recaudado, junto con Irlanda, un total de 102.8 millones de libras (154 millones de dólares).
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