Entretenimiento
Sada el escritor que combina libertad, mesura y rigor
Daniel Sada presenta en la FIL Casi nunca, obra en la que relata un triángulo amoroso entre un agrónomo, una prostituta y una ilustre señorita
GUADALAJARA, JALISCO.- El escritor chileno Roberto Bolaño dejó dicho de Daniel Sada (Mexicali, 1953) que estaba “escribiendo una de las obras más ambiciosas de nuestro español”. Y esa ambición es precisamente lo que quiso recompensar el jurado del Premio Herralde de Novela al proclamar al autor mexicano como ganador de la vigésima sexta edición del galardón convocado por la editorial Anagrama.
Autor de una quincena de títulos y avalado por autores como Álvaro Mutis o Juan Villoro, Sada se embolsó hace justo un mes los 18 mil euros de dotación de este premio gracias a Casi nunca, novela que rebobina hasta el México de los años 40 para recrear una atípica relación amorosa instalada en un triángulo de pudor, perversión y tragicomedia.
“Quería escribir este libro hace 25 años, pero no me animaba, porque es un caso real muy cercano a mi núcleo familiar”, explica Sada, de visita en Guadalajara para presentar en el marco de la FIL su obra, que, asegura, “radica en el pudor, pero en un pudor exacerbado, donde el deseo va creciendo con el contrapunto de la perversión”.
Estilista del lenguaje con especial predilección por sus personajes, el autor de Porque parece mentira la verdad nunca se sabe reconoce que trabaja con “otra literatura poco acorde con las corrientes literarias actuales” y resume la trama de Casi nunca como la historia de “un amor hipotético” protagonizado por un héroe tragicómico arquetípico. O, lo que es lo mismo, “un eterno trabajador insatisfecho”, que una vez al año cruza México de punta a punta para encontrarse con su amada mientras mantiene una relación con una prostituta.
El autor reconoce que le costó encontrar el punto de vista del narrador, en su opinión lo más importante de una novela, y destaca que también el humor incide en el argumento. “Tiene que tener un desarrollo dramático para que sea eficaz -subraya-, no solo debe ser a basa de chascarrillos”.
Periodista de formación, aunque apenas ha ejercido, Daniel Sada dice ser “un escritor que trabaja el lenguaje, que busca ritmos; a veces tardo dos días en una página, soy muy escrupuloso cuando escribo, pero al mismo tiempo muy libre. Quiero hacer esta combinación entre libertad, mesura y rigor”.
El Salón Juan José Arreola, situado en la planta alta de Expo Guadalajara, abrirá sus puertas esta tarde (18:00 horas) a todos aquellos que quieran oír del propio Sada más detalles acerca de su novela ganadora del Premio Herralde.
Autor de una quincena de títulos y avalado por autores como Álvaro Mutis o Juan Villoro, Sada se embolsó hace justo un mes los 18 mil euros de dotación de este premio gracias a Casi nunca, novela que rebobina hasta el México de los años 40 para recrear una atípica relación amorosa instalada en un triángulo de pudor, perversión y tragicomedia.
“Quería escribir este libro hace 25 años, pero no me animaba, porque es un caso real muy cercano a mi núcleo familiar”, explica Sada, de visita en Guadalajara para presentar en el marco de la FIL su obra, que, asegura, “radica en el pudor, pero en un pudor exacerbado, donde el deseo va creciendo con el contrapunto de la perversión”.
Estilista del lenguaje con especial predilección por sus personajes, el autor de Porque parece mentira la verdad nunca se sabe reconoce que trabaja con “otra literatura poco acorde con las corrientes literarias actuales” y resume la trama de Casi nunca como la historia de “un amor hipotético” protagonizado por un héroe tragicómico arquetípico. O, lo que es lo mismo, “un eterno trabajador insatisfecho”, que una vez al año cruza México de punta a punta para encontrarse con su amada mientras mantiene una relación con una prostituta.
El autor reconoce que le costó encontrar el punto de vista del narrador, en su opinión lo más importante de una novela, y destaca que también el humor incide en el argumento. “Tiene que tener un desarrollo dramático para que sea eficaz -subraya-, no solo debe ser a basa de chascarrillos”.
Periodista de formación, aunque apenas ha ejercido, Daniel Sada dice ser “un escritor que trabaja el lenguaje, que busca ritmos; a veces tardo dos días en una página, soy muy escrupuloso cuando escribo, pero al mismo tiempo muy libre. Quiero hacer esta combinación entre libertad, mesura y rigor”.
El Salón Juan José Arreola, situado en la planta alta de Expo Guadalajara, abrirá sus puertas esta tarde (18:00 horas) a todos aquellos que quieran oír del propio Sada más detalles acerca de su novela ganadora del Premio Herralde.
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