Entretenimiento
Rubén Blades brinda noche memorable
El músico panameño se luce en su retorno a los escenarios tapatíos
De riguroso traje negro y con su sombrero del mismo tono, el astro panameño, abogado, estrella de películas y político anoche se apoderó del escenario del Auditorio Telmex con suma facilidad. Y es que el público asistente respondió coreando cada uno de sus temas, algunos lograron bailar y otros imitaron la forma de vestir del “Pedro Navajas” de la música.
Historias encadenadas
Cada tema de Blades fue precedido por un pequeño cuento. Como si se tratara de ponerle prólogo a las canciones que han alimentado el mito durante sus décadas de trayectoria. La primera entrega de la velada, que arrancó a las 21:00 horas, fue Padre Antonio y monaguillo Andrés, de la cuál el cantante explicó siente un gran afecto, aunque sabe que cuando la lanzó originalmente fue prohibida en varios países por la fuerte carga crítica que contenía.
Fue mucha la plática del cantante a lo largo de la noche, y es que es bien conocida su capacidad para polemizar y reflexionar sobre diversos temas. El canalero explicó que todos sus comentarios los hacía conciente de que Guadalajara se trata de una de las plazas “más inteligentes que he pisado”.
Amor y control, Plantación adentro, Decisiones, Buscando Guayaba, Juan Pachangas, Caminando, Patria y Pablo Pueblo llegaron después. A lo largo de cada interpretación, Blades presentó a los miembros de su banda, Los seis del Solar, con quienes vivió una etapa gloriosa a lo largo de la década de los años ochenta.
Durante la noche la temperatura aumentó en gran medida a la calidez del público, que no dejó acompañar al músico en sus interpretaciones, al darle flores y tirar algunos besos.
Arte vivo
Aunque Rubén Blades no es fácil de sorprender, él mismo se confiesa perplejo de la forma en que el mundo ha cambiado desde que comenzó a componer. Recordó que en sus inicios Latinoamérica, inmersa en la Guerra Fría, vivía su propia “guerra caliente”. La pobreza, las dictaduras militares y la injusticia social fueron los grandes enemigos en cada una de sus canciones.
Y dentro de este volver a vivir, recordó la composición Ligia Helena, que habla sobre una “niña bien” que se enamora y se escapa con un trompetista afroamericano. Blades apuntó que en la sociedad actual hay mucho menos racismo, y ejemplo de esto es que “hay un trompetista en la Casa Blanca”. Tras decir eso, y en la pantalla gigante del escenario, apareció una fotografía de Barack Obama, presidente estadounidense, sosteniendo una trompeta, lo que desató el aplauso de la audiencia, que sumó de acuerdo al Auditorio Telmex a cerca de cuatro mil amantes de la música del panameño.
Para cerrar, una lluvia de timbales, batería y maracas dejaron escuchar uno de los temas principales, el más esperado: Pedro Navajas. Nada se le quedó en el tintero al panameño, y el grito fue unánime, bienvenido de vuelta, Rubén”.
EL INFORMADOR / Francisco González Rodríguez
Los detalles
· La gira Todos vuelven de Rubén Blades se presentó ayer en Guadalajara y un día antes, el Auditorio Nacional de la Ciudad de México. A pesar del agotamiento del viaje, en ambos conciertos el cantante se lució.
· Entre el público asistente ayer no faltaron los espontáneos que se pararon a bailar, aunque en general, fueron sentados de vuelta por el equipo de seguridad.
· Afloraron banderas de Panamá y Colombia entre las gradas, aunque en el escenario Blades no olvidó proyectar la tricolor mexicana.
· El mensaje de Blades a los jóvenes: “No hay nada mejor que ayudar a nuestro país. Hay que ayudarnos entre nosotros porque sólo así lograremos sobrevivir”.
La frase
“A las canciones hay que seguirlas cantando, porque si no, vuelven a pasar”
Rubén Blades, músico
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