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Rubén Albarrán, activista de corazón

El tacvbo llega a la ciudad para develar sus huellas y habla acerca de su compromiso con la ''madrecita'' tierra

GUADALAJARA, JALISCO (25/JUL/2013).- Es vegetariano, promueve el uso de la bicicleta; tiene un fuerte compromiso con la comunidad wixárika, es un activista que lucha por la naturaleza, él la llama "madrecita", Rubén Albarrán, considera que el camino no es fácil para poder sanar los dolores ocasionados en nuestro entorno, pero confía que en cada uno desde su realidad haga algo por mejorar su estilo de vida.

"Sabemos que estamos contaminando, que estamos siendo corruptos, que estamos diciendo mentiras, que robamos", afirma el cantante que se reunió esta medio día con comunidades indígenas en una exposición de arte y que más tarde fue a la escuela de música Hermes, donde convivió con jóvenes talentos que están desarrollando su camino en esta carrera de la cual es parte representativa de los sonidos culturales y populares de México.

"Sólo existe un lugar sagrado, es el planeta Tierra, nuestra madrecita, todo lugar es sagrado. No podemos quedarnos sordos y ciegos ante todo lo que está sucediendo, no podemos pedir que no se nos explote, que no se infrinja violencia sobre nosotros, si nosotros lo hacemos, no podemos estar contaminando el agua pero sí pedir beber agua limpia, no podemos pedir circular libremente sino dejamos circular libremente a otras personas tan sólo porque utilizan otro vehículo (la bicicleta)".

A la pregunta de qué límites está dispuesto a romper en este camino del activismo, el intérprete de "Chilanga banda" responde que no los hay: "Estamos para dar todo lo que sea necesario".

Aún cuando asegura que todo ya está industrializado, explica que la "madrecita" es la que nunca fracasa, es la que siempre da la materia prima, "los políticos son los que siempre fallan, los partidos políticos, los países fallan y desaparecen".

Devela sus huellas


El músico que llegó a la ciudad por parte de los organizadores de Hermes Music, fue agasajado con la develación de una placa y sus huellas en las instalaciones de Avenida 16 de Septiembre en la Zona Centro de la Ciudad.

Previo al reconocimiento, las cantantes Sheila Ríos y Zofi Zaro amenizaron la tarde donde se congregó un grupo de jóvenes estudiantes y grupos indígenas de la comunidad wixárika. Ahí, Alberto Kreimerman, presidente de la Fundación y otras personalidades agradecieron la presencia del músico que también se animó a interpretar una melodía, acompañado de un grupo de maestros de la institución.

Rubén declaró sentirse contento por estar rodeado de "la alegría de la juventud" y brindó consejos a los jóvenes sobre la fama, la profesión y la perseverancia.

"La música es el fin no es el medio, la fama es una basura, no sirve de nada, estorba, a veces a mí me cansa, me estorba, me hice músico por una necesidad creativa. No tenía opción y si están aquí es porque pueden desarrollarse creativamente, les deseo mucha fuerza, energía, perseverancia y paciencia".

El tacvbo expuso que el sonido de cada músico nuevo se genera en el silencio, en la soledad, no en el internet o las revistas.

"Yo soy muy afortunado porque puedo llevar una vida digna, mantener a la familia y vivir la locura de la música, hay muchos músicos que sí la llevan una vida dura".

EL INFORMADOR / ENRIQUE ESPARZA
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