Entretenimiento
Rock en el aire
Calle 2 recibió exponentes de Latinoamérica en una jornada de 10 horas de música
Aunque el intento de lluvia no trajo consigo truenos ni relámpagos, sí vino acompañada de un bochorno sofocante que, lejos de refrescar a los tapatíos que desde las 15:00 horas soportaban los rayos del Sol, incrementó la adrenalina de los fanáticos que aguardaban por las bandas estelares: El Gran Silencio, Panteón Rococo y Los Auténticos Decadentes.
Salomé Villanueva reía y cantaba. Estaba empolvada de pies a cabeza y sudaba. Sus pies ya exigían un descanso, pero no era momento aún, apenas estaba a la mitad del concierto y la cartelera prometía a bandas como La Gusana Ciega, Nortec y Las Víctimas del Dr. Cerebro.
“Anonadada”, así estaba la joven de 18 años que por primera ocasión acudía a un espectáculo de este formato. Sus ojos, maquillados con un delineador azul neón, no daban crédito al mar de personas que coreaban Contrabando y traición, de La Lupita y, a la par, un chico festejaba el ser elevado por el aire.
Previamente, agrupaciones como Genitallica, Enjambre y DLD dieron inicio al festival organizado por una empresa cervecera. El momento para bailar lo pautó Nortec al sonar de la tuba, las trompetas y la mezcla de beats, para dar paso a Las Víctimas del Dr. Cerebro, que con su extrovertido estilo desataron la euforia del público al retomar sus hits más roqueros con El esqueleto, Cadáver de amor y Ella se muere.
Noche de “raggamuffin” y ska
Sin lugar a dudas, una de las bandas más esperadas fue El Gran Silencio, que retornó a Guadalajara para presentar su más reciente material Revolusound contra systema. La agrupación puso a bailar a los asistentes al sonar de los primeros acordes de Super riddim internacional.
Con fervientes alaridos, los tapatíos agradecieron temas como Luna lunera, Duerme soñando, Lo que no fue no será y Déjenme si estoy llorando, pieza con la que recordaron la ausencia de Rita Guerrero, quien fuera vocalista de Santa Sabina, y al también reciente fallecido Adam Yauch, de los Beastie Boys.
Tras una dosis de baile de cadera al puro estilo gavilán del Chúntaro Style, El Gran Silencio desalojó el escenario para que Panteón Rococo desenvolviera los ritmos del ska mexicano, donde aprovecharon para presentar algunas de las canciones que incluirán en su más reciente disco Ni carne ni pescado.
Dr. Shenka, vocalista de Panteón Rococo, fiel a la tradición de la banda, invitó a algunas jóvenes del público a subir a la tarima para bailar y cantar una de sus piezas más clásicas, La carencia.
Con un poco de retraso, los argentinos de Los Auténticos Decadentes cerraron al ritmo de la murga el festival sonoro que reunió a más de 80 mil personas.
El encontronazo de cultura rioplatense y el folclor mexicano dio por resultado una colorida noche al sonar de El sabio, tema con el que los tapatíos dieron la bienvenida a los argentinos, que a comparación de otras presentaciones en la ciudad y del punto de vista de los asistentes, Los Auténticos Decadentes quedaron a deber canciones icónicas de su trayectoria musical.
Sin embargo, el público, fiel a la música, permaneció de pie hasta la medianoche, hora en la que la agrupación entonó Raquel, Somos y Los piratas, entre otras canciones.
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