Entretenimiento

Roberto Sosa, por el placer de actuar

El actor se enfrenta por primera vez a un monólogo en teatro, después de 35 años de carrera

CIUDAD DE MÉXICO (17/JUL/2011).- El teatro es uno de los nichos donde Roberto Sosa ha encontrado mejores satisfacciones, aunque el cine y la televisión adoran su trabajo. La gente sabe que es uno de los actores más confiables de la baraja nacional; por eso no le importa salir de su casa a enfrentar el tráfico y la lluvia, con tal de verlo en su primer monólogo tras 35 años de carrera artística: Cáncer de olvido, que inicia temporada en la capital del país.

Utilizando un lenguaje taurino, puede decirse que Sosa está por encima de la obra o que la mejora gracias a sus virtudes histriónicas. En estos días, Roberto también participa en la telenovela de TV Azteca Bajo el alma como un maloso apodado El Alacrán.

El actor afirma que el monólogo esperó tanto tiempo porque hasta ahora encontró uno a su medida. “No había encontrado uno que me inspirara a estar a solas en el escenario. Con Cáncer de olvido di en el clavo”.

— “Cáncer de olvido” toca temas tabúes como para armar un escándalo, ¿no?
— Sí. Cuando Víctor Salcido (el autor) me presentó el texto, tuve algún temor de que nos topáramos con restricciones o censura, pero no. En este momento podemos y debemos hablar de cualquier tema; de eso se trata una democracia.

— En tu carrera has estado bajo las órdenes de directores como Oliver Stone, John Huston, Tony Scott, Ripstein y hasta Sergio Goyri. Son muchos contrastes.
— La vida es así de contrastante: el bien y el mal, lo blanco y lo negro, el Sol y la Luna. Todas las películas que he hecho, incluyendo los peores videohomes, son experiencias útiles.

— ¿Qué aprendiste al trabajar junto a grandes directores?
— Es maravilloso trabajar en una película de Tony Scott (Man on fire), en la que hay ocho cámaras para una misma escena, pero también es muy enriquecedor hacer una película mexicana en dos semanas con muy bajo presupuesto.

— ¿Cómo era John Huston en “Bajo el volcán”?
— Un artista preocupado por todos los detalles: actores, extras, vestuario, maquillaje, fotografía, y en este último rubro apoyado nada menos que de Gabriel Figueroa.

— ¿Y Mel Gibson en “How I spent my summer vacation”?
— Él está pasando por problemas personales muy fuertes, de divorcio, pérdida de los hijos y no sé cuántas broncas más, pero con nosotros fue muy amable y generoso. Estoy hablando de Daniel Giménez Cacho, Jesús Ochoa y de mí.

— ¿Tu hija será actriz?
— Espero que no. Mejor que sea arquitecta, doctora, dentista o que controle el tránsito. Ella no sólo tiene padres actores, sino que sería una cuarta generación por los Cianghuerotti y los Soler. Ahora está enfocada hacia la música.

— ¿Qué se siente ponerse en los zapatos de Díaz Ordaz?
— Él fue un personaje muy odiado por la Historia, pero a mí me toca caracterizar a un político que además de reprimir también hizo obra pública, como 120 presas, y que apostó por más gasto en educación.

— ¿Qué tal quedó “Orol, el rey del churro”?
— Acabamos de ver un primer corte y quedamos muy contentos, tanto que ya planeamos una adaptación de la novela El complot mongol, que estaría ambientada básicamente en el barrio chino del Distrito Federal.

— ¿Y el proyecto de interpretar a Agustín Lara es para cine o televisión?
— Puede ser para ambos. Yo quisiera que fuera una serie, que se llamara Cada noche un amor y que en cada capítulo se hablara de una canción diferente de Agustín Lara. Voy a ver a Ximena (González Rubio, quien sería La Doña) para hablar de ese asunto.

— ¿Quién es tu actor mexicano favorito?
— Tin Tan.

— ¿Y actriz?
— Ofelia Medina.

PARA SABER

Sosa está a la espera del estreno de las cintas Tlatelolco (Carlos Bolado) y Orol, el rey del churro (Sebastián del Amo), además de un proyecto para cine o televisión en el que interpretará a Agustín Lara.
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