Entretenimiento
Ripstein responde a Las razones del corazón
Según la guionista Garciadiego, a partir de la cotidianidad como prisión perpetua en el amor, construyó la adaptación de Madame Bovary
La mancuerna ha sido perfecta, pues la lista de colaboraciones es larga. De ahí que Las razones del corazón –la más reciente cinta de Ripstein, filmada en blanco y negro con Arcelia Ramírez como protagonista y que compite por la Concha de Oro en la edición número 59 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián– sea una muestra más del trabajo en conjunto que ha derivado en buenas críticas, tanto de especialistas como del público en general.
Según confiesan los autores del filme, la idea nació luego de que Garciadiego expresara a Ripstein su interés por escribir acerca de la novela Madame Bovary, obra que hacía mucho había leído la guionista. Fue entonces cuando el realizador le sugirió a Paz que no leyera de nuevo el libro que la había conquistado cuando jovencita, sino que partiera de sus recuerdos, porque en las memorias que guardaba estaría, seguramente, la esencia de la obra.
El proceso comenzó, y ninguno de los creativos consideró que resultara complicado, pero sí señalan que la parte en la que pusieron más atención fue el punto de vista que deseaban plasmar en pantalla, ya que como la misma Paz admite, si algo le llama la atención de los personajes que escribe es que éstos no sean ni buenos ni heroicos, sino simplemente humanos. “Lo humano de ser humano es tener pecado y por lo tanto culpa”.
El punto de partida perfecto
De esa manera, al ser Madame Bovary una de las novelas de adulterio más conocidas se convertía en el punto de partida perfecto para la producción que ahora lleva por nombre Las razones del corazón, y que según confiesa Ripstein: “Me gusta mucho, es uno de los mejores trabajos que he hecho en mi vida, sin duda”.
La también guionista de La virgen de la lujuria, apuntó durante su estancia en San Sebastián, festival al que ambos acudieron, que “si pensamos en términos de Adán y Eva, el hombre se vuelve hombre cuando peca. A partir de ahí es que me interesa, antes no”.
Para Garciadiego, buena parte de los adulterios femeninos están basados en la fantasía femenina, en las ganas de ser otra gente, en las ganas de construir otra biografía. “Buena parte, creo yo, de las mujeres que tienen un adulterio es porque quieren salir de su nido que es una cárcel, de su carne que es un disfraz, de esa piel que es un disfraz, de su cotidianeidad que es una prisión perpetua”.
Estar en competencia ya es ganar
Con tales aseveraciones el filme se antoja interesante, aunque para Arturo Ripstein el hecho de que considera esta obra como la mejor, no significa que se lleve la Concha de Oro, puesto que él mismo declara que: “Hay que persistir sin esperanza, las expectativas son pasar en la competencia, que eso ya está muy bien. Es grato en última instancia”.
Ripstein aseveró, incluso, que cuando el realizador observa su trabajo es bastante difícil tener una idea clara del resultado: “Al verla no tenemos la menor idea, porque tenemos una especie de espejo en la nariz, entonces no hay perspectiva, no obstante, con esa salvedad, sí es de lo mejor que he hecho”.
Al referirse a sus personajes, puntualizó que Arcelia Ramírez estaba pensada desde el principio y Patricia Reyes Spíndola también. Sobre los demás actores, señaló que fue observando lentamente quién podía acercarse a la idea que tenía del personaje, “a la cara que yo le había puesto y lentamente fui descubriendo quién caminaría por ese trayecto”.
El peso moral
Finalmente, la guionista mexicana explicó que hacía mucho tiempo que tenía ganas de trabajar sobre el adulterio. “Es un tema que me interesa mucho y tenía ganas de darle la vuelta a Madame Bovary, una de las novelas de adulterio más conocidas. Madame Bovary es una mujer muy antipática, una trepadora social, una frívola. Me dije, ‘a ver, cómo se puede hacer para humanizar a este personaje y trasladarlo a tiempos modernos en una época en la que el adulterio ha dejado de tener el peso moral que tenía”.
No obstante, consideró que “si el peso moral es distinto, el peso de la culpa es idéntico, entonces me interesaba guardarla a ella, la culpa y su relación con la maternidad, la culpa y su relación con la fantasía”. Lo demás, la recepción del público, es una historia que aún está por escribirse, mientras tanto, Ripstein y Garciadiego disfrutan de su estancia en un festival que ya ha visto levantarse con el máximo reconocimiento al director de Las razones del corazón.
''(El adulterio) es un tema que me interesa mucho, tenía ganas de darle la vuelta a Madame Bovary, una de las novelas de adulterio más conocidas.''
Paz Alicia Garciadiego, guionista.
''Hay que persistir sin esperanza, las expectativas son pasar en la competencia, que eso ya está muy bien. Es grato en última instancia.''
Arturo Ripstein, cineasta.
Síguenos en