Entretenimiento
Richard Gere acepta reto en plena madurez
Gere presenta “Nights in the Rodanthe”
ROMA, ITALIA.- La última película de Richard Gere, Nights in Rodanthe, que se estrena esta semana en la mayor parte de los países latinoamericanos, y en la que comparte protagonismo con Diane Lane, explica “con gran simplicidad narrativa” cómo actúan dos personas ante el desafío de poder cambiar su vida.
“No tenía que ser una película de gran dramatismo”, explicó ayer Gere en Roma durante la presentación europea de la cinta. Se trataba de ver “cómo la gente actúa realmente” cuando se le presenta una segunda oportunidad.
En la historia, dirigida por George C. Wolfe en su debut en la gran pantalla, Gere encarna al doctor Paul Flanner, un cirujano que ha dejado de lado a su familia por su carrera, mientras que Lane es una mujer dedicada a sus hijos que está atravesando una crisis matrimonial debido a una infidelidad.
Ambos se encontrarán en un aislado hotel de la pequeña localidad de Rodanthe, en Carolina del Norte, donde se verán sorprendidos por un huracán que les empujará el uno hacia el otro y en el que sus vidas cambiarán para siempre.
Esta es la tercera vez que Gere y Lane comparten protagonismo en el cine, tras The Cotton Club (1984) e Unfaithful (2002).
Cambio de opinión
Richard Gere afirmó que la primera vez que leyó el guión de la película, “hace varios años”, no se sintió atraído por el proyecto ya que era todavía muy “embrionario”, y que no fue hasta que Wolfe se implicó en la historia y pudieron hablar sobre ella, que se decidió a hacerla.
Gere explicó que lo que le convenció finalmente fue que el director no quería suprimir los clichés que existían en la trama, sino que simplemente esperaba poder explicar una historia que mostrara cómo dos personas “cohabitan en un espacio, el modo en el que escuchan y cómo actúan”.
El actor, que confesó haber llorado con Nights in Rodanthe, se definió como una persona romántica y admitió que, como su personaje en la película, él también hizo la elección de trabajar duro para mejorar en su carrera profesional.
“Todos hemos rehusado relaciones que no están acorde con la decisiones que hemos tomado”, afirmó el protagonista de American gigolo (1980).
Preguntado acerca de en qué papeles se siente más cómodo, Gere aseguró que le gusta hacer de todo, “mezclar, como en la buena comida”.
Asimismo, recordó sus inicios en el teatro y cómo a lo largo de su carrera como actor había olvidado lo divertido que era ese tipo de actuación hasta que rodó Chicago (2002) junto a Catherine Zeta-Jones y Renee Zellweger, y por la que ganó un Globo de Oro.
De todo
El actor se dio tiempo para opinar sobre diversos tópicos, desde mostrar su apoyo político por el candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, con el que, según apuntó, “tenemos una posibilidad para un nuevo planeta, al menos desde el lado estadounidense”, hasta su participación en el anuncio de un coche que fue emitido durante los Juegos Olímpicos de Pekín y en el que promovía los valores humanos, con un recorrido del actor desde Hollywood hasta el Himalaya.
El actor comentó que cuando le pidieron que colaborara con la campaña él estaba trabajando en otro proyecto por lo que al principio lo rechazó, pero que cuando leyó el guión pensó que se trataba de una iniciativa realmente “interesante”.
“Habíamos pensado en hacer algo durante los Juegos”, afirmó el protagonista de Pretty Woman (1990), que explicó que se sorprendió al ver que los responsables de la campaña “no querían dar sólo dinero a la causa tibetana, querían hacer algo por ellos”.
Ante la pregunta de si hay algo de lo que se ha arrepentido en su vida, Gere sonriendo contestó: “seguro, pero no voy a decirlo”.
“No tenía que ser una película de gran dramatismo”, explicó ayer Gere en Roma durante la presentación europea de la cinta. Se trataba de ver “cómo la gente actúa realmente” cuando se le presenta una segunda oportunidad.
En la historia, dirigida por George C. Wolfe en su debut en la gran pantalla, Gere encarna al doctor Paul Flanner, un cirujano que ha dejado de lado a su familia por su carrera, mientras que Lane es una mujer dedicada a sus hijos que está atravesando una crisis matrimonial debido a una infidelidad.
Ambos se encontrarán en un aislado hotel de la pequeña localidad de Rodanthe, en Carolina del Norte, donde se verán sorprendidos por un huracán que les empujará el uno hacia el otro y en el que sus vidas cambiarán para siempre.
Esta es la tercera vez que Gere y Lane comparten protagonismo en el cine, tras The Cotton Club (1984) e Unfaithful (2002).
Cambio de opinión
Richard Gere afirmó que la primera vez que leyó el guión de la película, “hace varios años”, no se sintió atraído por el proyecto ya que era todavía muy “embrionario”, y que no fue hasta que Wolfe se implicó en la historia y pudieron hablar sobre ella, que se decidió a hacerla.
Gere explicó que lo que le convenció finalmente fue que el director no quería suprimir los clichés que existían en la trama, sino que simplemente esperaba poder explicar una historia que mostrara cómo dos personas “cohabitan en un espacio, el modo en el que escuchan y cómo actúan”.
El actor, que confesó haber llorado con Nights in Rodanthe, se definió como una persona romántica y admitió que, como su personaje en la película, él también hizo la elección de trabajar duro para mejorar en su carrera profesional.
“Todos hemos rehusado relaciones que no están acorde con la decisiones que hemos tomado”, afirmó el protagonista de American gigolo (1980).
Preguntado acerca de en qué papeles se siente más cómodo, Gere aseguró que le gusta hacer de todo, “mezclar, como en la buena comida”.
Asimismo, recordó sus inicios en el teatro y cómo a lo largo de su carrera como actor había olvidado lo divertido que era ese tipo de actuación hasta que rodó Chicago (2002) junto a Catherine Zeta-Jones y Renee Zellweger, y por la que ganó un Globo de Oro.
De todo
El actor se dio tiempo para opinar sobre diversos tópicos, desde mostrar su apoyo político por el candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, con el que, según apuntó, “tenemos una posibilidad para un nuevo planeta, al menos desde el lado estadounidense”, hasta su participación en el anuncio de un coche que fue emitido durante los Juegos Olímpicos de Pekín y en el que promovía los valores humanos, con un recorrido del actor desde Hollywood hasta el Himalaya.
El actor comentó que cuando le pidieron que colaborara con la campaña él estaba trabajando en otro proyecto por lo que al principio lo rechazó, pero que cuando leyó el guión pensó que se trataba de una iniciativa realmente “interesante”.
“Habíamos pensado en hacer algo durante los Juegos”, afirmó el protagonista de Pretty Woman (1990), que explicó que se sorprendió al ver que los responsables de la campaña “no querían dar sólo dinero a la causa tibetana, querían hacer algo por ellos”.
Ante la pregunta de si hay algo de lo que se ha arrepentido en su vida, Gere sonriendo contestó: “seguro, pero no voy a decirlo”.
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