Entretenimiento
Ricardo Arjona hechiza en Panamá
El cantautor ofreció anoche una presentación que inidió con más de una hora de retraso en donde presentó las canciones de su nuevo disco
PANAMÁ, PANAMÁ.- El cantautor guatemalteco Ricardo Arjona descendió desde su último álbum "5º piso" hasta la planta baja para hechizar al público de Panamá con más de dos horas de concierto.
La ropa tendida, la barra de un bar, una barbería, un coche y los tochos de un edificio salpicaban de cotidianeidad el escenario del artista, rimando con las canciones de su último álbum publicado a finales del año pasado.
Vestido con ropa oscura, zapatillas deportivas y el pelo recogido, este cantautor de 45 años despertó gritos histéricos con su solemne aparición en el escenario, flanqueado por dos pantallas gigantes que retransmitían su actuación en directo.
Con los temas "5º piso", "El del espejo" y "Acompáñame a estar solo" dio inicio al concierto con más de una hora de retraso, tardanza que el público se apresuró a olvidar, al igual que los dos años que llevaba sin actuar en el país centroamericano.
"Me gusta porque es un hombre inteligente, que ha sido amante, taxista, poeta y amigo. Arjona sabe poner música a la realidad", señaló Enguell, una de sus admiradoras, fuera de la recién inaugurada Arena Roberto Durán antes de que comenzara la actuación.
Gustando y gustándose, Arjona interpretó sus canciones junto a ocho músicos y con su voz experimentada, que inició en Argentina, donde se dedicaba a cantar en los bares de la Calle Florida y el barrio San Telmo, en Buenos Aires, muchas veces a cambio de un trago.
Ganador de dos Grammys por su penúltimo álbum "Adentro", este "cantador de historias", como él mismo se define, interactuó con el público, mostrando su satisfacción cuando los asistentes deletreaban cada una de las palabras de "Desnuda" o "Como duele".
Haciendo pausas en mitad de las canciones esperando la ovación con media sonrisa en la cara, Arjona destinó unas palabras a las mujeres: "Nosotros inventamos la mentira pero ustedes las mujeres la usan a su favor".
El guatemalteco, que recuerda a menudo con sus letras al cantautor español Joaquín Sabina, escogió a una mujer entre el público para que subiera al escenario y dedicarle la exitosa canción "Señora de las cuatro décadas".
Desenvolviéndose muy seguro en un escenario inmenso y cambiante, el músico supo hacerse con las 6 mil 500 personas seguidoras del cantante de Jocotenango, una población empobrecida del oeste de Guatemala.
La maratón de canciones contó también con "Historia de taxi", "Dime que no", "Que nadie vea", tema que aborda la homosexualidad y sus tabúes y "Minutos", entre otras.
Los temas de su último álbum, muchos de ellos escritos en su anterior gira, inundarán próximamente los escenarios de México, Ecuador, Estados Unidos y Argentina, después de triunfar en Costa Rica, Puerto Rico y España.
Con catorce discos publicados, Arjona sigue disfrutando de los escenarios y escribiendo las canciones para captar las "fotografías de los momentos de su vida", como suele confesar.
La ropa tendida, la barra de un bar, una barbería, un coche y los tochos de un edificio salpicaban de cotidianeidad el escenario del artista, rimando con las canciones de su último álbum publicado a finales del año pasado.
Vestido con ropa oscura, zapatillas deportivas y el pelo recogido, este cantautor de 45 años despertó gritos histéricos con su solemne aparición en el escenario, flanqueado por dos pantallas gigantes que retransmitían su actuación en directo.
Con los temas "5º piso", "El del espejo" y "Acompáñame a estar solo" dio inicio al concierto con más de una hora de retraso, tardanza que el público se apresuró a olvidar, al igual que los dos años que llevaba sin actuar en el país centroamericano.
"Me gusta porque es un hombre inteligente, que ha sido amante, taxista, poeta y amigo. Arjona sabe poner música a la realidad", señaló Enguell, una de sus admiradoras, fuera de la recién inaugurada Arena Roberto Durán antes de que comenzara la actuación.
Gustando y gustándose, Arjona interpretó sus canciones junto a ocho músicos y con su voz experimentada, que inició en Argentina, donde se dedicaba a cantar en los bares de la Calle Florida y el barrio San Telmo, en Buenos Aires, muchas veces a cambio de un trago.
Ganador de dos Grammys por su penúltimo álbum "Adentro", este "cantador de historias", como él mismo se define, interactuó con el público, mostrando su satisfacción cuando los asistentes deletreaban cada una de las palabras de "Desnuda" o "Como duele".
Haciendo pausas en mitad de las canciones esperando la ovación con media sonrisa en la cara, Arjona destinó unas palabras a las mujeres: "Nosotros inventamos la mentira pero ustedes las mujeres la usan a su favor".
El guatemalteco, que recuerda a menudo con sus letras al cantautor español Joaquín Sabina, escogió a una mujer entre el público para que subiera al escenario y dedicarle la exitosa canción "Señora de las cuatro décadas".
Desenvolviéndose muy seguro en un escenario inmenso y cambiante, el músico supo hacerse con las 6 mil 500 personas seguidoras del cantante de Jocotenango, una población empobrecida del oeste de Guatemala.
La maratón de canciones contó también con "Historia de taxi", "Dime que no", "Que nadie vea", tema que aborda la homosexualidad y sus tabúes y "Minutos", entre otras.
Los temas de su último álbum, muchos de ellos escritos en su anterior gira, inundarán próximamente los escenarios de México, Ecuador, Estados Unidos y Argentina, después de triunfar en Costa Rica, Puerto Rico y España.
Con catorce discos publicados, Arjona sigue disfrutando de los escenarios y escribiendo las canciones para captar las "fotografías de los momentos de su vida", como suele confesar.
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