Entretenimiento
Ricardo Arjona descarta dedicarse a la política en un futuro
El cantautor recibió la Orden del Quetzal por su trayectoria artística y la difusión de los valores de Guatemala en el ámbito internacional
CIUDAD DE GUATEMALA, GUATEMALA (22/MAR/2013).- El cantautor guatemalteco Ricardo Arjona, condecorado ayer con la Orden del Quetzal que otorga el gobierno de este país, descartó cualquier participación en el ámbito de la política.
"No amo la política, me desagrada, entonces estaría terminado al dedicarme a algo que no es lo mío, no lo aguantaría", afirmó en conferencia de prensa, consultado sobre cómo se vería en un futuro fuera de la escena musical.
Aseguró que de desligarse de la música, no seguiría el rumbo que han tomado algunos de sus colegas que optan por involucrarse en una organización política y buscar puestos de elección popular.
El compositor también opinó sobre el histórico e inédito juicio en Guatemala por los delitos de genocidio y deberes contra la humanidad que comenzó el martes, con el ex dictador, protagonizado por el ex gobernante de facto, el general retirado Efraín Ríos Montt.
Se debe combatir la impunidad y "juzgar a cualquiera por lo que hace en contra del bienestar de un país", señaló en alusión al ex dictador (1982-1983) Ríos Montt, acusado de al menos mil 771 ejecuciones de indígenas como parte de la lucha contra la guerrilla emprendida en esos años por el dictador.
Arjona destacó además su desapego de la frivolidad de las ceremonias de entregas de premios. "Se dieron cuenta (los organizadores) de que no creo en las alfombras rojas y todo eso. Igual me nominan pero ya no me premian porque no voy".
"Me gusta mucho el Arjona de a pie, el otro, el famoso -si existe-, el premiado, me cae mal", enfatizó el músico y compositor, quien aseguró que no se le ha subido el éxito a la cabeza y que disfruta de las cosas sencillas de la vida, como convivir con su familia.
Aseveró que por cuestión de su personalidad, rechaza los premios y las exhibiciones públicas, y que le costó trabajo aceptar el homenaje que le rindió el gobierno del presidente Otto Pérez Molina, quien le concedió la máxima distinción del Estado de Guatemala.
"El único galardón que fui a recibir es el de este día", dijo en referencia a la Orden del Quetzal en Grado de Gran Collar con que lo homenajeó el presidente Pérez Molina, en ceremonia solemne realizada en el Palacio Nacional de la Cultura, ex sede del gobierno.
El gobierno le dio este jueves la distinción por su reconocida trayectoria artística, sus aportes a la cultura popular guatemalteca y por la difusión de los valores de Guatemala en el ámbito internacional.
El artista, vestido con un elegante traje, camisa y corbata de color negro, agradeció al gobierno y a sus paisanos el reconocimiento y confesó que no se sentía merecedor de tal honor. "Es muy emocionante lo que está pasando hoy, uno regularmente no está preparado para este tipo de cosas, yo menos".
"Tenía muy pocas posibilidades de saber encarar una situación como ésta, de notar que la envergadura de esto era tan grande que la última vez que me había puesto corbata fue cuando me enteré de que iba a nacer Adria, que está aquí, y eso fue hace un ratito".
El famoso compositor hizo referencia a su hija mayor, de 20 años, sentada junto con su hermano, tías y abuela en primera fila ante el escenario donde se rindió el homenaje, en el Patio de la Paz del Palacio Nacional de la Cultura.
El artista recordó a su fallecido padre Ricardo, con quien compartió el galardón, que dedicó también a "a este país al que amo profundamente, al que intento representar dentro de la humildad de un tipo que se dedica a disparar canciones".
De esta manera, añadió: "Busco que a través de estas canciones, en el resto de países del mundo se den cuenta que en Guatemala pasan otras cosas, no sólo violencia, impunidad o cosas desagradables".
Ricardo Arjona además cumplió el ritual cívico del cambio de la Rosa de la Paz, en el monumento erigido por la firma de los acuerdos de paz, en ese lugar, el 29 de diciembre de 1996, y recibió el nombramiento de Embajador de la Paz de Guatemala.
Pérez Molina dijo en su discurso que Ricardo Arjona "ha trascendido las fronteras" con su obra y "ha llevado a diferentes regiones del mundo lo que es el sentimiento de un guatemalteco".
Expuso que el cantautor "de alguna manera representa a todos nosotros que no hemos perdido la capacidad de soñar. Representa los sueños de muchos jóvenes que creen en sus dones y en sus capacidades, representa los sueños de todo un país, los sueños de Guatemala".
Arjona ofrecerá el sábado un único concierto, con entrada libre, en un espacio abierto en la capital, a la que acudirán unos 80 mil seguidores. "Se intentó una presentación popular, que tuviera acceso el mayor número de personas", dijo el cantante en rueda de prensa.
"No amo la política, me desagrada, entonces estaría terminado al dedicarme a algo que no es lo mío, no lo aguantaría", afirmó en conferencia de prensa, consultado sobre cómo se vería en un futuro fuera de la escena musical.
Aseguró que de desligarse de la música, no seguiría el rumbo que han tomado algunos de sus colegas que optan por involucrarse en una organización política y buscar puestos de elección popular.
El compositor también opinó sobre el histórico e inédito juicio en Guatemala por los delitos de genocidio y deberes contra la humanidad que comenzó el martes, con el ex dictador, protagonizado por el ex gobernante de facto, el general retirado Efraín Ríos Montt.
Se debe combatir la impunidad y "juzgar a cualquiera por lo que hace en contra del bienestar de un país", señaló en alusión al ex dictador (1982-1983) Ríos Montt, acusado de al menos mil 771 ejecuciones de indígenas como parte de la lucha contra la guerrilla emprendida en esos años por el dictador.
Arjona destacó además su desapego de la frivolidad de las ceremonias de entregas de premios. "Se dieron cuenta (los organizadores) de que no creo en las alfombras rojas y todo eso. Igual me nominan pero ya no me premian porque no voy".
"Me gusta mucho el Arjona de a pie, el otro, el famoso -si existe-, el premiado, me cae mal", enfatizó el músico y compositor, quien aseguró que no se le ha subido el éxito a la cabeza y que disfruta de las cosas sencillas de la vida, como convivir con su familia.
Aseveró que por cuestión de su personalidad, rechaza los premios y las exhibiciones públicas, y que le costó trabajo aceptar el homenaje que le rindió el gobierno del presidente Otto Pérez Molina, quien le concedió la máxima distinción del Estado de Guatemala.
"El único galardón que fui a recibir es el de este día", dijo en referencia a la Orden del Quetzal en Grado de Gran Collar con que lo homenajeó el presidente Pérez Molina, en ceremonia solemne realizada en el Palacio Nacional de la Cultura, ex sede del gobierno.
El gobierno le dio este jueves la distinción por su reconocida trayectoria artística, sus aportes a la cultura popular guatemalteca y por la difusión de los valores de Guatemala en el ámbito internacional.
El artista, vestido con un elegante traje, camisa y corbata de color negro, agradeció al gobierno y a sus paisanos el reconocimiento y confesó que no se sentía merecedor de tal honor. "Es muy emocionante lo que está pasando hoy, uno regularmente no está preparado para este tipo de cosas, yo menos".
"Tenía muy pocas posibilidades de saber encarar una situación como ésta, de notar que la envergadura de esto era tan grande que la última vez que me había puesto corbata fue cuando me enteré de que iba a nacer Adria, que está aquí, y eso fue hace un ratito".
El famoso compositor hizo referencia a su hija mayor, de 20 años, sentada junto con su hermano, tías y abuela en primera fila ante el escenario donde se rindió el homenaje, en el Patio de la Paz del Palacio Nacional de la Cultura.
El artista recordó a su fallecido padre Ricardo, con quien compartió el galardón, que dedicó también a "a este país al que amo profundamente, al que intento representar dentro de la humildad de un tipo que se dedica a disparar canciones".
De esta manera, añadió: "Busco que a través de estas canciones, en el resto de países del mundo se den cuenta que en Guatemala pasan otras cosas, no sólo violencia, impunidad o cosas desagradables".
Ricardo Arjona además cumplió el ritual cívico del cambio de la Rosa de la Paz, en el monumento erigido por la firma de los acuerdos de paz, en ese lugar, el 29 de diciembre de 1996, y recibió el nombramiento de Embajador de la Paz de Guatemala.
Pérez Molina dijo en su discurso que Ricardo Arjona "ha trascendido las fronteras" con su obra y "ha llevado a diferentes regiones del mundo lo que es el sentimiento de un guatemalteco".
Expuso que el cantautor "de alguna manera representa a todos nosotros que no hemos perdido la capacidad de soñar. Representa los sueños de muchos jóvenes que creen en sus dones y en sus capacidades, representa los sueños de todo un país, los sueños de Guatemala".
Arjona ofrecerá el sábado un único concierto, con entrada libre, en un espacio abierto en la capital, a la que acudirán unos 80 mil seguidores. "Se intentó una presentación popular, que tuviera acceso el mayor número de personas", dijo el cantante en rueda de prensa.
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