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Revela viuda de Sinatra aspectos personales del artista en un libro

La autora a sus 82 años confiesa que a la madre de 'La Voz', nunca llegó a gustarle nada su enlace matrimonial

CIUDAD DE MÉXICO (06/JUN/2011).- Una obsesión por ducharse hasta 12 veces al día, resolver crucigramas y comer sándwich de queso, son algunos de los aspectos que Bárbara Sinatra, revela en un libro que dedica al destacado cantante Frank Sinatra, mismo que ya salió a la venta.  

'Lady blue eyes: My life with Frank' resume los 22 años de matrimonio de Bárbara con uno de los más destacados artistas en la historia de la música, comenzado cuando ellos se conocieron en Las Vegas.  

Lugar donde ella era corista, en una de las fiestas que organizaba el Rat Pack, el grupo de artistas reunidos alrededor de Sinatra formado por Dean Martin, Sammy Davis Jr. y Peter Lawford, entre otros.  

Además, la autora a sus 82 años confiesa que a la madre de 'La Voz', nunca llegó a gustarle nada su enlace matrimonial, y hasta llegó a comentarle a Sinatra que "si no le era suficiente con las putas que tenía a su alrededor".  

Entre los recuerdos de la viuda están el de la obsesión por la limpieza del que fue su marido: podía ducharse hasta 12 veces al día, "y siempre olía a lavanda". Algo bastante insólito y que desvelan por primera vez estas páginas.  

Aparte de ser tan extremadamente limpio, a Sinatra le encantaba leer, hacer crucigramas y comer sándwiches de queso, reseñó su viuda, aunque también era un hombre difícil cuando bebía". "Me molestaba cuando se emborrachaba. Cuando lo veía así me daba la vuelta y me iba a mi habitación".  

Mirar a otro lado es también lo que hacía al conocer las supuestas infidelidades de su marido, "fue un consejo que me dio una vecina de Palm Springs". A pesar de todo, Bárbara confiesa que fue "la mujer más afortunada del mundo por ser la esposa de Frank Sinatra. Del hombre con los ojos azules más vibrantes, eléctricos y profundos del mundo". 


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