Entretenimiento
''Restos'', blanco de la delincuencia
Aunque el incidente fue sólo un susto, obligó a cambiar las locaciones para garantizar la seguridad
CIUDAD DE MÉXICO (08/AGO/2011).- La inseguridad ha golpeado una vez más al cine mexicano y ahora le tocó a la cinta Restos, protagonizada por Ilse Salas y Manolo Cardona, que fue asaltada en Acapulco.
El robo sucedió a principios de julio, pero hasta ahora la producción decidió hablar del asunto en donde integrantes del equipo fueron amenazados con armas y secuestrados para usar sus tarjetas.
Hasta la fecha las autoridades acapulqueñas no han resuelto nada, pese a que el Gobierno había hecho todo lo posible para que la cinta se rodara en sus playas, por encima de otras entidades.
Alex García, coproductor de Restos, explica: “La gente iba de Caleta al hotel cuando a uno de los autos se le cerraron, bajaron hombres armados y se los llevaron secuestrados por tres o cuatro horas, se llevaron su dinero y cámaras fotográficas. Al chofer lo amenazaron de tal forma que le entró un ataque de nervios, estuvo muy mal”.
El también coproductor de la cinta brasileña Tropa de élite, ganadora en el festival de Berlín, señala que desde un principio no se sintió apoyo de autoridades. Pese al clima de inseguridad de Guerrero, no contaron con patrullas durante el rodaje, aunque se les habían dado garantías.
“En Caleta hubo dos policías en motos, pero sólo iban a ver y se iban, no sé si las asignaron a nosotros, pero no había presencia. Yo mismo tuve que meter a la locación a sacar borrachos que llegaron a meterse”, recuerda.
Horas después del robo, la producción decidió dejar Caleta y regresar a Acapulco, de donde habían salido ante una amenaza de huracán.
En minutos el equipo de arte tuvo que recrear sets, pues ahí se rodaría gran parte de la historia.
“Todo nos repercutió económicamente y, a título personal, es lamentable lo que ocurrió porque por fortuna no pasó a mayores, pero uno intenta hacer promoción a la ciudad y resulta que pasa esto y no hay respuesta de nada. Luego del robo dijeron que iban a poner dos patrullas frente al hotel donde estábamos y a menos que hubieran estado camuflajeadas, jamás se vieron”, subraya irónico García. La denuncia, comenta, sigue su curso legal.
En plena posproducción
La dirección del largometraje corre a cargo de Alfonso Pineda Ulloa, mismo de Amor, dolor y viceversa, vista por un millón de personas.
Ya se encuentra en proceso de posproducción con la idea de llegar al Festival Internacional de Cine Independiente de Sundance.
“Estamos trabajando para ello, pero si no llegamos no importa, porque deseamos que sea vea en festivales cuando esté lista y no a medias”, externa el coproductor de la cinta.
Pero el certamen de cine independiente creado por Robert Redford (El golpe y Una propuesta indecorosa) es una opción casi segura, pues el guión fue tallereado en sus laboratorios. La dirección de fotografía recae en el experimentado Alberto Anaya (Te presento a Laura y Capadocia).
El martes 31 de mayo se dio el claquetazo de inicio de grabaciones de la cinta; entonces se contaba con un presupuesto de nueve millones de pesos.
Además de Acapulco, Guerrero, se tenían contempladas como locaciones la Ciudad de México y Colombia, que al final se decidió sustituir por alguna colonia del Distrito Federal.
El robo sucedió a principios de julio, pero hasta ahora la producción decidió hablar del asunto en donde integrantes del equipo fueron amenazados con armas y secuestrados para usar sus tarjetas.
Hasta la fecha las autoridades acapulqueñas no han resuelto nada, pese a que el Gobierno había hecho todo lo posible para que la cinta se rodara en sus playas, por encima de otras entidades.
Alex García, coproductor de Restos, explica: “La gente iba de Caleta al hotel cuando a uno de los autos se le cerraron, bajaron hombres armados y se los llevaron secuestrados por tres o cuatro horas, se llevaron su dinero y cámaras fotográficas. Al chofer lo amenazaron de tal forma que le entró un ataque de nervios, estuvo muy mal”.
El también coproductor de la cinta brasileña Tropa de élite, ganadora en el festival de Berlín, señala que desde un principio no se sintió apoyo de autoridades. Pese al clima de inseguridad de Guerrero, no contaron con patrullas durante el rodaje, aunque se les habían dado garantías.
“En Caleta hubo dos policías en motos, pero sólo iban a ver y se iban, no sé si las asignaron a nosotros, pero no había presencia. Yo mismo tuve que meter a la locación a sacar borrachos que llegaron a meterse”, recuerda.
Horas después del robo, la producción decidió dejar Caleta y regresar a Acapulco, de donde habían salido ante una amenaza de huracán.
En minutos el equipo de arte tuvo que recrear sets, pues ahí se rodaría gran parte de la historia.
“Todo nos repercutió económicamente y, a título personal, es lamentable lo que ocurrió porque por fortuna no pasó a mayores, pero uno intenta hacer promoción a la ciudad y resulta que pasa esto y no hay respuesta de nada. Luego del robo dijeron que iban a poner dos patrullas frente al hotel donde estábamos y a menos que hubieran estado camuflajeadas, jamás se vieron”, subraya irónico García. La denuncia, comenta, sigue su curso legal.
En plena posproducción
La dirección del largometraje corre a cargo de Alfonso Pineda Ulloa, mismo de Amor, dolor y viceversa, vista por un millón de personas.
Ya se encuentra en proceso de posproducción con la idea de llegar al Festival Internacional de Cine Independiente de Sundance.
“Estamos trabajando para ello, pero si no llegamos no importa, porque deseamos que sea vea en festivales cuando esté lista y no a medias”, externa el coproductor de la cinta.
Pero el certamen de cine independiente creado por Robert Redford (El golpe y Una propuesta indecorosa) es una opción casi segura, pues el guión fue tallereado en sus laboratorios. La dirección de fotografía recae en el experimentado Alberto Anaya (Te presento a Laura y Capadocia).
El martes 31 de mayo se dio el claquetazo de inicio de grabaciones de la cinta; entonces se contaba con un presupuesto de nueve millones de pesos.
Además de Acapulco, Guerrero, se tenían contempladas como locaciones la Ciudad de México y Colombia, que al final se decidió sustituir por alguna colonia del Distrito Federal.
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