Entretenimiento
Reinventan a las niñas bien en joyería
La periodista Guadalupe Loaeza y el diseñador Daniel Espinosa convergen su creatividad y la plasman en una colección de joyas
joyas “Las niñas bien”.
Este proyecto inspirado por el texto “Las niñas bien” de Loaeza ofrece la conjunción de la literatura con la personalidad de la escritora y la vena creativa del diseñador para mostrar accesorios discretos, sofisticados y vanguardistas con el sello particular de Daniel, que es la plata mexicana.
“Es una mancuerna linda, me siento muy orgullosa de contar con una colección de joyería creada por Daniel Espinosa, porque yo creo en él desde hace muchísimos años, soy su clienta número uno, para mí (la colección) es la culminación de dos personalidades creativas, ambos queremos mucho a México, es una amistad muy fraternal”, comparte Guadalupe, quien además reitera que fue muy sencillo trabajar al lado de él en esta línea de joyería porque conoce a la perfección sus gustos.
“Me sabe de memoria, me tiene perfectamente muy bien ubicada y yo conozco perfectamente su gusto, entre los dos hay algo que es muy importante y esa es la confianza y la fe”. La escritora de obras como “Las yeguas finas” comparte que la colección presenta accesorios discretos, audaces y divertidos, pero también elegantes y con cierto guiño de travesura, característica muy singular de ella.
“A mí me llamó la atención la pasión que tiene Guadalupe por vivir, cuando estás con ella te das cuenta de su humor, de verdad se disfruta al máximo como persona, periodista y mujer. Es una mujer sofisticada que tengo la fortuna de conocer y de tenerla como aliada desde hace 15 años, estoy encantado de lograr esa unión”, dice Daniel mientras enfatiza que la colección si es muy sofisticada como “Las niñas bien”, pero traída a la actualidad para una mujer contemporánea que gusta de la moda. Por el momento es la primera colaboración que realizan, pero no descartan seguir trabajando juntos.
“Este era el momento, tenía esta inquietud desde hace mucho tiempo (colaborar en joyería), ‘Las niñas bien’ ya es una marca, ya está registrada, tengo ganas de hacer un tequila, va a salir una serie de caricaturas tipo Maitena, ‘Las niñas bien’ siguen ahí, ahora están las reinas y las ladies, pero las niñas bien son las primeras. Las mujeres de hoy son valientes, osadas que se atreven, hoy son modernas, empoderadas que se reinventan todos los días y todo eso tiene que ver con los accesorios”. Guadalupe recuerda que las niñas bien son de Guadalajara, que de las tapatías se inspiró para escribir sus libros, relata que ellas viajaban a Europa, hablaban francés y sabían bordar.
SABER MÁS
Realizan más trabajos
Guadalupe se encuentra escribiendo la segunda parte de “Las yeguas finas”, llamado “Las yeguas desbocadas”. Por su parte Daniel también promociona una colección basada en los cuentos de Hans Christian Andersen y está dedicada a las mamás.
GUADALAJARA, JALISCO (30/ABR/2015).- Hace más de 15 años surgió una gran amistad entre el diseñador de joyería Daniel Espinosa y la escritora y periodista Guadalupe Loaeza. El primer contacto fue en una firma de libros cuando él acudió a que ella le autografiara el texto “El ABC de los mexicanos. Manual de la gente bien” y en la dedicatoria Guadalupe se refirió a Daniel como “don” (anécdota que recuerdan con cariño). Años más tarde ella lo buscó en Puebla y de ahí surgió un lazo fraternal que ha desembocado en una colaboración creativa que presenta la colección de
Este proyecto inspirado por el texto “Las niñas bien” de Loaeza ofrece la conjunción de la literatura con la personalidad de la escritora y la vena creativa del diseñador para mostrar accesorios discretos, sofisticados y vanguardistas con el sello particular de Daniel, que es la plata mexicana.
“Es una mancuerna linda, me siento muy orgullosa de contar con una colección de joyería creada por Daniel Espinosa, porque yo creo en él desde hace muchísimos años, soy su clienta número uno, para mí (la colección) es la culminación de dos personalidades creativas, ambos queremos mucho a México, es una amistad muy fraternal”, comparte Guadalupe, quien además reitera que fue muy sencillo trabajar al lado de él en esta línea de joyería porque conoce a la perfección sus gustos.
“Me sabe de memoria, me tiene perfectamente muy bien ubicada y yo conozco perfectamente su gusto, entre los dos hay algo que es muy importante y esa es la confianza y la fe”. La escritora de obras como “Las yeguas finas” comparte que la colección presenta accesorios discretos, audaces y divertidos, pero también elegantes y con cierto guiño de travesura, característica muy singular de ella.
“A mí me llamó la atención la pasión que tiene Guadalupe por vivir, cuando estás con ella te das cuenta de su humor, de verdad se disfruta al máximo como persona, periodista y mujer. Es una mujer sofisticada que tengo la fortuna de conocer y de tenerla como aliada desde hace 15 años, estoy encantado de lograr esa unión”, dice Daniel mientras enfatiza que la colección si es muy sofisticada como “Las niñas bien”, pero traída a la actualidad para una mujer contemporánea que gusta de la moda. Por el momento es la primera colaboración que realizan, pero no descartan seguir trabajando juntos.
“Este era el momento, tenía esta inquietud desde hace mucho tiempo (colaborar en joyería), ‘Las niñas bien’ ya es una marca, ya está registrada, tengo ganas de hacer un tequila, va a salir una serie de caricaturas tipo Maitena, ‘Las niñas bien’ siguen ahí, ahora están las reinas y las ladies, pero las niñas bien son las primeras. Las mujeres de hoy son valientes, osadas que se atreven, hoy son modernas, empoderadas que se reinventan todos los días y todo eso tiene que ver con los accesorios”. Guadalupe recuerda que las niñas bien son de Guadalajara, que de las tapatías se inspiró para escribir sus libros, relata que ellas viajaban a Europa, hablaban francés y sabían bordar.
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Realizan más trabajos
Guadalupe se encuentra escribiendo la segunda parte de “Las yeguas finas”, llamado “Las yeguas desbocadas”. Por su parte Daniel también promociona una colección basada en los cuentos de Hans Christian Andersen y está dedicada a las mamás.
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