Entretenimiento
Regresa a la ciudad el espíritu caifán
La legendaria banda de rock mexicano dedica una parte de su concierto a los estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala, 'antes de que los olviden'
Saúl Hernández, el caifán mayor, se arrodilló inmediatamente ante los más de 10 mil asistentes que llegaron ayer al Auditorio Benito Juárez de las Fiestas de Octubre para respirar la nostalgia de una trayectoria inmortal al tiempo, para revivir aquellas canciones que han marcado a generaciones enteras.
Caifanes cumplió lo prometido. Sabo Romo, Alfonso André y Diego Herrera fueron cómplices de una velada que desde el inicio refrescó la memoria con una fiel versión de "Viento", para después consentir al público con "Para que no digas que no pienso en ti".
“Venimos a rendirte homenaje a ti. El aplauso es para ti, no para Caifanes”, expresó Saúl, clavado al micrófono que durante dos horas lo acompañó para recordar por qué desde hace tres años la agrupación regresó para hacer lo que mejor sabe hacer: cantar para protestar ante el atropello social, elevar plegarias a los olvidados y agradecer a la vida por tanto cariño incondicional.
Bajo ese argumento, "Miedo", "Nubes" y "Cuéntame tu vida" se sumaron al repertorio que tampoco omitió éxitos como "Mátente porque me muero".
Los Caifanes entonaron "Antes de que nos olviden" en honor de los estudiantes desaparecidos en el reciente conflicto de Iguala, recordando el mismo dolor social que se vivió en Tlatelolco en el 68.
El espíritu animal se instaló en el recinto cuando el caifán no dudó en decir que es una "Bestia humana" y que "De noche todos los gatos son pardos".
Aunque los frenéticos “slams” ya no son tan evidentes al ritmo de las guitarras eléctricas, cuando "Perdí mi ojo de venado" se interpretó, los tapatíos se unieron en un sólo brinco que retumbó en todo el recinto.
La adrenalina por ver a la banda con la que crecieron los adultos se notó hasta en los niños que, fieles a la letra, desgarraron la garganta en el misticismo de "Los dioses ocultos".
Por segundos, Sabo Romo se hizo jalisciense al musicalizar a su estilo los acordes del himno tapatío "Guadalajara, Guadalajara..."
Los músicos se despidieron de la ciudad con la consigna de regresar, y finalizaron la velada con "La célula que explota" y con el característico ritmo caribeño de su clásico: "La Negra Tomasa".
PARA SABER
Historia musical sin fin
Previo a su presentación, Saúl Hernández no descartó la posibilidad de entrar nuevamente a los estudios de grabación para preparar una producción inédita junto a Caifanes, y aseguró que continuarán con los conciertos durante 2015.
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