Entretenimiento
Reflexionar en voz alta
La serie de entregas protagonizadas por actores y músicos de este país destaca el interés por trabajar por un México mejor
A esta serie por entregas le dieron vida actrices como Vanessa Bauche, que aprovechando su natural impulso por las causas sociales destacó, no sin dolor, que las cosas oscuras están sublimadas y por cosas como esas ha construido un show de nombre Juana’s Soul.
Maya Zapata por su parte, cree en la necesidad de tener en la silla presidencial a una mujer como Carmen Aristegui, mientras que Susana Zabaleta señala que nuestro país desde hace muchos años está preparado para tener una presidenta, pero muy en su estilo destaca que esa mujer no puede ser cualquiera” y la sola idea de Peña Nieto le da miedo “pero mucho más miedo me da ‘La Gaviota’” (Angélica Rivera).
No es fácil hablar de un país tan complejo, un país que no permite películas en contra de sus propios gobernantes y donde exhibir algo cotidiano, como Presunto culpable puede arriesgar hasta al más inocente.
Los actores opinan y son obligados a opinar porque están expuestos, porque más allá de los discursos también se apela a la profundidad del pensamiento. Armando Hernández, quien se le recuerda por trabajos como De la calle, Fuera del cielo –ésta útlima donde actuó con Demián Bichir– y Capadocia, se puso a producir teatro para jóvenes, porque puede mirar a través de ello una posibilidad de transformación futura. Para eso sirve el arte, no nomás para saber cómo se llama la actriz de las telenovelas. Tópico doloroso en un país donde, en serio, la gente nomás ve telenovelas, quizá por eso “La Gaviota” le da tanto miedo a Zabaleta.
Otros piensan, también en aprovechar la oportunidad de ser extraordinario, de tomar acciones. Todas las voces de los aquí entrevistados; Ari Brickman, Toño Vega, Andrés Montiel, Laura de Ita, Liz Gallardo, Marco Treviño… señalan a la educación (no escolarización) como fuerza motora de un cambio. ¿Cambio para qué? “No es cierto que los malos caen siempre en la cárcel”, comenta Aida López alias La negra de Capadocia, “cualquier historia que meta a los verdaderos responsables en la cárcel, desde mi punto de vista, está mintiendo”, acota.
Se destacan como figuras polémicas pero humanistas Andrés Manuel López Obrador y Javier Sicilia. Humberto Busto acentúa al arte como cierta obligación tácita de ir en dirección contraria, para adelantarse a las épocas. Marco Treviño, el jefe de gobierno de Capadocia, habla discretamente sobre un cambio de conciencia, pareciera el más humanista, alquimista a la usanza de un Gandhi por la paz.
El cómo Liz Gallardo pone en la mesa la importancia de generar otras vibraciones, de atraer energías con otros pensamientos. La idea de la paz conlleva a la paz y no el conflicto. No se gana ninguna guerra con bombas. La importancia en una sociedad, es que sus artistas, sus entes expuestos a la cultura del público puedan ser capaces de externar otros modelos de pensamiento. “De hecho” señala Humberto Busto: “La danza butoh surge a raíz de lo sucedido en Hiroshima y Nagasaki en 1945”. Pero, como afirma Liz Gallardo, “la gente ve de pronto el arte como una cosa de tiempo libre”.
El arte no necesariamente es una exposición conceptual en la que te rompas la cabeza. El arte es una buena película, el arte es una magnífica actuación. “El arte es todo, hasta un letrero, una publicidad chida es arte. Pero todo lo vemos como equis. Y quienes tienen que empezar a cambiar esa visión son los del Gobierno, quienes coordinan a nivel social. Nuestros líderes, que de líderes no tienen nada. No le dan importancia a la educación y sin educación no hay nada. La ciencia, el deporte y el arte son todo en la vida. Incentivar esto ayudaría al equilibrio vibratorio del todo”, destacó Gallardo.
Ximena Ayala piensa también que hay que mejorar la televisión y Ari Brickman que es ésta la que tiene muchísima responsabilidad del país que vivimos hoy. ¿Y las drogas? “Tenemos que gastar nuestro dinero en regenerar a los adictos”, dice, y “no en ayudar a darle más poder a los narcos”. Sí, todo sí. Laura de Ita, actriz, apunta que la dolorosa película de Diego Muñoz, titulada Bala Mordida (muy, muy anterior a Miss Bala, aunque el título se parezca) en pleno 2011 es bastante “fresa”. La realidad hoy supera muchas ficciones, sin embargo “este país está pasando por un momento de romper el silencio y es un momento que hay que respetar”, dice contundente Aida López, una de las mejores actrices de Capadocia.
Dolores Tapia
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