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Recuerdan a la sexóloga Anabel Ochoa con homenaje en la FIL

El momento más emotivo fue cuando la intensidad de la luz disminuyó y en una pantalla se mostró un video en el que se recordó a la niña, a la mujer, a la doctora, a Anabel Ochoa

GUADALAJARA JALISCO.- Durante las actividades que se realizan en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), se llevó a cabo un emotivo homenaje a la sexóloga Anabel Ochoa, la cita fue a las 12:00 horas, en el cual su hija Diana Landaluce y su esposo Josu Iturbe la recordaron con mucha emoción y la persona alegre que siempre fue.

La sexóloga Anabel Ochoa, quien falleció la noche del miércoles 19 de noviembre, víctima de un derrame cerebral, no pudo faltar en la Feria del Libro, pues aunque no está físicamente, aun sigue viva en los corazones de los mexicanos y de aquellos que la admiraban por ser una persona directa y simpática, por fuerza, entrega y su compromiso por transmitir información sexual sin tapujos en cualquier escenario que se le presentaba.

Durante el evento su hija Diana, dio lectura a frases del libro "El universo de la sexualidad", así como “el sexo es inocente y fantástico”, “el sexo debe ser catalizador sin censura”. “permitir al sexo cumplir con su función”, entre otras, con las que describió a una madre como todas, una mujer, una persona que hablaba de sexo sin pudor, pero con un toque “picarón”.

Posteriormente, se escuchó una canción que una estación de radio compuso en homenaje a Ochoa, con la voz de Susana San José, se describía la forma de ser de Anabel e indicaba que los “angelitos tal vez no saben de placer”.

Entre anécdotas y unas risas que disimulaban aun el dolor de la pérdida de una gran mujer, Diana compartió con los asistentes una anécdota de hace algunos años cuando le diagnosticaron  cáncer:

“Me diagnosticaron un cáncer leve, y me puse triste, mi madre no permitía que la risa abandonara la casa, y cuando llegué a la casa me recibió con un pastel en forma de cangrejo (causando risas entre los asistentes) ella siempre decía que hay que saber caer, pero levantarse y quitarse el polvo…. la disfruté al máximo, era dura en el sentido de, ¡venga!, no te dejes llevar por las circunstancias”, dijo su hija.

El momento más emotivo para los presentes y familiares de Anabel, fue cuando la intensidad de la luz disminuyó y en una pantalla se mostró un video en el que se recordó a la niña, a la mujer, a la doctora, a Anabel Ochoa; un pequeño viaje a través del tiempo, hizo recorrer las etapas de su infancia, su juventud, sus amores, su vida y su legado, sus textos, entre lágrimas y un profundo sentimiento al finalizar el audiovisual, un fuerte aplauso hizo vibrar en el salón cuatro de la expo Guadalajara.

Fue así como concluyó una manera de homenajear su espíritu, su corazón y su valentía, de una mujer como Anabel Ochoa.

EL INFORMADOR / MARISOL C. MONCADA
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