Entretenimiento
Recuerdan a Antonio Vivaldi con un concierto en Casino Español
La orquesta Antonio Vivaldi recordó a quien fuera uno de los precursores de la música romántica.
Antonio Vivaldi (1678-1741), la orquesta del mismo nombre recordó a quien fuera uno de los precursores de la música romántica.
Esto fue a través de un recital con el que se inauguró la octava edición del Festival Internacional de Verano "Viva Vivaldi 2008", en el Casino Español de esta ciudad.
El director del Instituto Italiano de Cultura, Marco Bellingeri, expresó su beneplácito por esta celebración, la cual, en el transcurso, contará también con obras barrocas y preclásicas, algunas de ellas, estrenos mundiales, con la participación de solistas de Suiza, Birmania, Estados Unidos, Rusia, Polonia y México.
Por su parte el director del festejo, Michael Meissner Jacob, aseguró que a más de dos siglos del aniversario luctuoso del compositor veneciano, Antonio Vivaldi, su legado sigue vigente y "esta más vivo que nunca".
"Ejemplo de ello es esta edición en donde varios compositores que participarán escribieron obras inspiradas en la música de Vivaldi, mismas que serán estrenadas a lo largo del presente festejo", indicó.
La música de Vivaldi, agregó, sigue atrayendo a enormes públicos debido a la alegría en sus composiciones y a su aportación a la música barroca.
Meissner se refirió al músico como un genio de la mercadotecnia, ya que durante su época, en la cual se desconocía dicha profesión, supo vender muy bien su música.
"Por eso muchas de sus obras, con títulos fantásticos, son muy interpretadas en todo el mundo, principalmente en Europa", dijo.
Bajo la dirección de Michael Meissner, la agrupación integrada por Omar Guerra y Erik Sánchez (violines), Vladimir Sagayo (chelo), Armando Rangel (contrabajo), Julia Dogadaeva (viola), Miguel Cicero (clavecín) y por el solista Oswaldo Urbieta, ofreció un recital marcado por gran virtuosismo y versatilidad estilística.
Titulado "Las ocho estaciones Vivaldi/Piazzolla", el ensamble interpretó "Las cuatro estaciones", del compositor Antonio Vivaldi (1678-1741), y "Las cuatro estaciones", del argentino Astor Piazzolla (1921-1992).
Por espacio de 90 minutos cautivó a las cerca de 200 personas que se dieron cita en el recinto ubicado en el centro histórico, en un concierto marcado por el repertorio barroco.
Caracterizados al estilo Vivaldi, estos virtuosos recrearon además de la música del compositor del alto barroco, llamado también "Il prete rosso" (El cura rojo), melodías del romanticismo en las que expresaron emociones y verdades más profundas.
"Las cuatro estaciones de Vivaldi" están integradas por "La primavera", en Mi mayor; "El verano", en Sol menor; "El otoño", en Fa mayor, y "El invierno", en Fa menor.
Mientras que las "Cuatro estaciones porteñas", de Astor Piazzolla, son una serie de tangos que se conforman por los movimientos Verano Porteño, Invierno Porteño, Otoño Porteño y Primavera Porteña.
Cabe destacar que Antonio Vivaldi escribió cerca de 500 conciertos para diversos instrumentos, dedicando al violín, instrumento del cual era un virtuoso, la cantidad de 220.
Cuatro de estos conciertos pertenecientes a "Il cimento dell armonia e dell invenzione" y reunidos en el Op. 8 (1725), escritos para violín solista, orquesta de cuerdas y clavecín, son los famosamente conocidos como "Las cuatro estaciones".
En éstas se encuentran ejemplificadas todas las características del concierto barroco. Destaca la obra musical para ser solamente escuchada y bien definidos están los contrastes de tiempo, pues cada concierto está dividido en las partes tempo rápido-lento-rápido.
El elemento dinámico contrastante está cubierto por el efecto del eco, se tiene a un virtuoso solista que, acompañado solamente por el basso continuo, enfrenta a toda la orquesta, y por último se cumple con la justificación artística de imitación de la naturaleza, con el resultado de una obra maestra que perdura a través de los siglos.
Por su parte, el llamado asesino del tango, Astor Piazzolla, quien revolucionó el concepto del tradicional género musical hacia una expresión contemporánea y vanguardista, no nos describe la naturaleza, sino el espíritu bohemio de la ciudad de Bueno Aires, embriagada con la frívola elegancia del tango en donde la voz del bandoneón aspira con su fuelle la nostalgia y la tristeza del alma.
El festejo continuará este miércoles en el Casino Español, bajo la dirección del maestro Sergei Tararín, quien interpretará el mismo programa compuesto por obras de Vivaldi y Piazzolla.
MÉXICO.- A 267 años de la muerte del compositor veneciano
Esto fue a través de un recital con el que se inauguró la octava edición del Festival Internacional de Verano "Viva Vivaldi 2008", en el Casino Español de esta ciudad.
El director del Instituto Italiano de Cultura, Marco Bellingeri, expresó su beneplácito por esta celebración, la cual, en el transcurso, contará también con obras barrocas y preclásicas, algunas de ellas, estrenos mundiales, con la participación de solistas de Suiza, Birmania, Estados Unidos, Rusia, Polonia y México.
Por su parte el director del festejo, Michael Meissner Jacob, aseguró que a más de dos siglos del aniversario luctuoso del compositor veneciano, Antonio Vivaldi, su legado sigue vigente y "esta más vivo que nunca".
"Ejemplo de ello es esta edición en donde varios compositores que participarán escribieron obras inspiradas en la música de Vivaldi, mismas que serán estrenadas a lo largo del presente festejo", indicó.
La música de Vivaldi, agregó, sigue atrayendo a enormes públicos debido a la alegría en sus composiciones y a su aportación a la música barroca.
Meissner se refirió al músico como un genio de la mercadotecnia, ya que durante su época, en la cual se desconocía dicha profesión, supo vender muy bien su música.
"Por eso muchas de sus obras, con títulos fantásticos, son muy interpretadas en todo el mundo, principalmente en Europa", dijo.
Bajo la dirección de Michael Meissner, la agrupación integrada por Omar Guerra y Erik Sánchez (violines), Vladimir Sagayo (chelo), Armando Rangel (contrabajo), Julia Dogadaeva (viola), Miguel Cicero (clavecín) y por el solista Oswaldo Urbieta, ofreció un recital marcado por gran virtuosismo y versatilidad estilística.
Titulado "Las ocho estaciones Vivaldi/Piazzolla", el ensamble interpretó "Las cuatro estaciones", del compositor Antonio Vivaldi (1678-1741), y "Las cuatro estaciones", del argentino Astor Piazzolla (1921-1992).
Por espacio de 90 minutos cautivó a las cerca de 200 personas que se dieron cita en el recinto ubicado en el centro histórico, en un concierto marcado por el repertorio barroco.
Caracterizados al estilo Vivaldi, estos virtuosos recrearon además de la música del compositor del alto barroco, llamado también "Il prete rosso" (El cura rojo), melodías del romanticismo en las que expresaron emociones y verdades más profundas.
"Las cuatro estaciones de Vivaldi" están integradas por "La primavera", en Mi mayor; "El verano", en Sol menor; "El otoño", en Fa mayor, y "El invierno", en Fa menor.
Mientras que las "Cuatro estaciones porteñas", de Astor Piazzolla, son una serie de tangos que se conforman por los movimientos Verano Porteño, Invierno Porteño, Otoño Porteño y Primavera Porteña.
Cabe destacar que Antonio Vivaldi escribió cerca de 500 conciertos para diversos instrumentos, dedicando al violín, instrumento del cual era un virtuoso, la cantidad de 220.
Cuatro de estos conciertos pertenecientes a "Il cimento dell armonia e dell invenzione" y reunidos en el Op. 8 (1725), escritos para violín solista, orquesta de cuerdas y clavecín, son los famosamente conocidos como "Las cuatro estaciones".
En éstas se encuentran ejemplificadas todas las características del concierto barroco. Destaca la obra musical para ser solamente escuchada y bien definidos están los contrastes de tiempo, pues cada concierto está dividido en las partes tempo rápido-lento-rápido.
El elemento dinámico contrastante está cubierto por el efecto del eco, se tiene a un virtuoso solista que, acompañado solamente por el basso continuo, enfrenta a toda la orquesta, y por último se cumple con la justificación artística de imitación de la naturaleza, con el resultado de una obra maestra que perdura a través de los siglos.
Por su parte, el llamado asesino del tango, Astor Piazzolla, quien revolucionó el concepto del tradicional género musical hacia una expresión contemporánea y vanguardista, no nos describe la naturaleza, sino el espíritu bohemio de la ciudad de Bueno Aires, embriagada con la frívola elegancia del tango en donde la voz del bandoneón aspira con su fuelle la nostalgia y la tristeza del alma.
El festejo continuará este miércoles en el Casino Español, bajo la dirección del maestro Sergei Tararín, quien interpretará el mismo programa compuesto por obras de Vivaldi y Piazzolla.
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