Entretenimiento
Rafael Reynaga, en el ojo de la moda
El fotógrafo tapatío es el creativo de cabecera de Intermoda; expresa que está a favor de la gente real, sin retoques
GUADALAJARA, JALISCO (14/ENE/2015).- ¿Qué hace buena a una fotografía? La libertad con la que se realiza, es el argumento de Rafael Reynaga Alcalá, fotógrafo tapatío que cautiva a las pupilas cuando de fotografía de moda se trata.
Con más de 20 años de trayectoria sobre las pasarelas y los estudios, Reynaga Alcalá se mantiene como un referente de la estética transformada en imagen y de cómo la óptica es el lenguaje más exacto para expresar un mensaje fotográfico.
Rafael no descubrió a la fotografía en su niñez. Fue hasta la universidad y en un ambiente lejano al glamour. La cámara llegó a sus manos a petición de su padre que, de oficio doctor, le solicitó apoyo para fotografía médica. Tanto fue su gusto por el obturador y el enfoque que, sin pensarlo dos veces, aceptó otra propuesta: colaborar con una agencia de modelaje.
Se nutrió de curiosidad y sin importar que sus estudios en arquitectura avanzaran en el sexto semestre, dejó atrás al despacho en el que trabajaba para dedicarse de lleno a congelar el tiempo.
Así empezó la historia y los primeros viajes a España y Nueva York para aprender más sobre fotografía e iluminación a principio de los años 90. Actualmente, Rafael Reynaga es el fotógrafo de cabecera de Intermoda, que por más de cinco años ha comunicado el impacto visual de los diseñadores y los desfiles a través del ojo del tapatío.
A través del lente
Autocritico de su trabajo, el fotógrafo asegura apenas llegar a un proceso de madurez para forjarse una característica visual, el llamado estilo. Advierte que eso se gana con el tiempo y que el tiempo es el que revela que tan valorado, buscado y proyectado es el trabajo.
“Siento que apenas estoy en proceso de madurez para forjar un estilo. No creo, sin importar la disciplina artística en la que estés, que inmediatamente forjes un estilo. Es una cuestión de oficio y vocación para darte cuenta que tienes un código que hace que tu trabajo tenga identidad”.
Preciosista es la palabra con la que el fotógrafo define su trabajo. Asegura que lo importante del mensaje de la fotografía de moda es hacer que las personas y objetos que se encuadran tengan la capacidad de contar una historia, de ser más humanos hacia el espectador, por lo que la perfección de la belleza no es una prioridad cuando el lente enfoca.
Sin retoques
Reynaga reconoce que se vive un movimiento sensible hacia la fotografía de moda en Guadalajara, pero también advierte sobre la importancia de encausar los mensajes y el lenguaje que los nuevos colegas proponen, en especial, cuando la moda intenta relacionarse solamente a lo sexual o el erotismo.
“Un fotógrafo de moda tiene un poco de sociólogo, porque hace una visión de lo que es la vanguardia, de los valores estéticos, del sentir contemporáneo de la humanidad, de lo que gusta”.
Es por ello que habla sobre la responsabilidad que los fotógrafos más experimentados tienen hacia las nacientes generaciones, sobre todo, cuando la belleza es el mensaje principal de la fotografía de moda y ésta se aleja de la realidad.
“Yo no veo tallas extras en la moda, yo veo a gente real, que es bella. Tenemos una responsabilidad muy importante como fotógrafos, no tenemos que ir por modelos excesivamente delgadas. Una chica de cuerpo sano es hermosísima”, expresa Reynaga al comparar este género con las imágenes de danza, campo en el que también se ha especializado por más de 15 años.
A través del lente
El abaratamiento y la poca valorización que se le brinda a la fotografía son algunos de los males que aquejan al gremio en cualquiera de sus géneros, expresa Reynaga al reconocer que los expertos en la materia se mantienen en una lucha constante ante la posibilidad de realizar el trabajo desde pequeños dispositivos que intentan igualar la calidad de una cámara profesional
“La fotografía se ha democratizado, la tecnología es más accesible y hay más fotógrafos. La competencia crece y gente con menos experiencia no respeta criterios de precios y profesionalismo. Puedes hacer fotografía de moda hasta con un celular. El instrumento ya no es importante, pero sí lo que quieres decir”.
Con más de 20 años de trayectoria sobre las pasarelas y los estudios, Reynaga Alcalá se mantiene como un referente de la estética transformada en imagen y de cómo la óptica es el lenguaje más exacto para expresar un mensaje fotográfico.
Rafael no descubrió a la fotografía en su niñez. Fue hasta la universidad y en un ambiente lejano al glamour. La cámara llegó a sus manos a petición de su padre que, de oficio doctor, le solicitó apoyo para fotografía médica. Tanto fue su gusto por el obturador y el enfoque que, sin pensarlo dos veces, aceptó otra propuesta: colaborar con una agencia de modelaje.
Se nutrió de curiosidad y sin importar que sus estudios en arquitectura avanzaran en el sexto semestre, dejó atrás al despacho en el que trabajaba para dedicarse de lleno a congelar el tiempo.
Así empezó la historia y los primeros viajes a España y Nueva York para aprender más sobre fotografía e iluminación a principio de los años 90. Actualmente, Rafael Reynaga es el fotógrafo de cabecera de Intermoda, que por más de cinco años ha comunicado el impacto visual de los diseñadores y los desfiles a través del ojo del tapatío.
A través del lente
Autocritico de su trabajo, el fotógrafo asegura apenas llegar a un proceso de madurez para forjarse una característica visual, el llamado estilo. Advierte que eso se gana con el tiempo y que el tiempo es el que revela que tan valorado, buscado y proyectado es el trabajo.
“Siento que apenas estoy en proceso de madurez para forjar un estilo. No creo, sin importar la disciplina artística en la que estés, que inmediatamente forjes un estilo. Es una cuestión de oficio y vocación para darte cuenta que tienes un código que hace que tu trabajo tenga identidad”.
Preciosista es la palabra con la que el fotógrafo define su trabajo. Asegura que lo importante del mensaje de la fotografía de moda es hacer que las personas y objetos que se encuadran tengan la capacidad de contar una historia, de ser más humanos hacia el espectador, por lo que la perfección de la belleza no es una prioridad cuando el lente enfoca.
Sin retoques
Reynaga reconoce que se vive un movimiento sensible hacia la fotografía de moda en Guadalajara, pero también advierte sobre la importancia de encausar los mensajes y el lenguaje que los nuevos colegas proponen, en especial, cuando la moda intenta relacionarse solamente a lo sexual o el erotismo.
“Un fotógrafo de moda tiene un poco de sociólogo, porque hace una visión de lo que es la vanguardia, de los valores estéticos, del sentir contemporáneo de la humanidad, de lo que gusta”.
Es por ello que habla sobre la responsabilidad que los fotógrafos más experimentados tienen hacia las nacientes generaciones, sobre todo, cuando la belleza es el mensaje principal de la fotografía de moda y ésta se aleja de la realidad.
“Yo no veo tallas extras en la moda, yo veo a gente real, que es bella. Tenemos una responsabilidad muy importante como fotógrafos, no tenemos que ir por modelos excesivamente delgadas. Una chica de cuerpo sano es hermosísima”, expresa Reynaga al comparar este género con las imágenes de danza, campo en el que también se ha especializado por más de 15 años.
A través del lente
El abaratamiento y la poca valorización que se le brinda a la fotografía son algunos de los males que aquejan al gremio en cualquiera de sus géneros, expresa Reynaga al reconocer que los expertos en la materia se mantienen en una lucha constante ante la posibilidad de realizar el trabajo desde pequeños dispositivos que intentan igualar la calidad de una cámara profesional
“La fotografía se ha democratizado, la tecnología es más accesible y hay más fotógrafos. La competencia crece y gente con menos experiencia no respeta criterios de precios y profesionalismo. Puedes hacer fotografía de moda hasta con un celular. El instrumento ya no es importante, pero sí lo que quieres decir”.