Entretenimiento
Radaid, una rapsodia voluntaria
El Teatro Diana recibió a la banda tapatía y su música del mundo.
No había que discutir otro tema. Radaid era el protagonista de una velada que auguraba un encuentro espiritual, un acercamiento a los sonidos disfrutados por los mismos dioses del olimpo y los faraones, claro, todo con una esencia de folclor mexicano en las habilidades instrumentistas de sus ocho jóvenes integrantes: Saúl Ledesma “El Muerto” (guitarra, ku chang, sitar, darbouka, tar, programación; Emmanuel Macías (violín, teclados, erhu); Víctor Aguilar (bajo, didjeridoo, sax); MaryCarmen Camarena (voz soprano, flauta, percusión menor); Yolihuani Curiel (sitar, guitarra, Ùd, percusión menor, kaen); Darko Palacios (batería, percusión); Fernando Arias (tablas, darbouka, djembe, timbales) Sofía Orozco (voz, darboukas, djembe, tar).
El objetivo fue presentar "The Willing (La voluntad), parte I". La muestra fue concebida por algunos asistentes como “magistral”. Radaid expresó su cuarta producción musical con una sencillez indomable pero acariciable a todo el público, en su mayoría formado por jóvenes, pero también por niños y adultos, que sin límites gritaban a pulmón abierto halagos y agradecimientos a la banda tapatía.
“Qué hay fuera de ti que te hace único…”, argumentó Sofía Olmos enfundada en una corta falda amarillo neón. El furor se abalanzó hacia el escenario, donde MaryCarmen soltó su voz de sirena entre las luces que la mostraban un ajuar fluorescente.
"The One" se esparció a través de la bocinas como uno de los primeros temas que descubrían un repertorio de sonidos nuevos pero ya reconocidos por los escuchas. El telón se levantó al roce de las cuerdas del sitar, que a la brevedad invitaron al público a viajar –imaginariamente- a lejanos lugares cargados de energía y tranquilidad.
Uno a uno. Entre aplausos y brazos elevados al aire y un juego de luces y proyecciones astrológicas, "The Willing" destapó sus creaciones sonoras al mundo. “Quiero oír tu voz. Quiero ser tu voz…”, se replicaba ante los micrófonos, y aunque algunos fans desconocían la totalidad de la nueva propuesta lírica de Radaid, el entusiasmo no decrecía.
"Michelle" apareció como una melodía que obtuvo la aprobación del público, después de interpretar "These times, these days". Más que la presentación de un nuevo disco, Radaíd estaba de fiesta, pues el espectáculo trajo invitados especiales que condimentaron más la noche con Santiago Cumplido, Linda Blend, Camila Sodi, Jorgito (bateristas de Descartes a Kant) y Bonz! (baterista de Hello Seahorse!.
La primera parte del concierto implicó piezas como "Color gris", "Farewell", "I set aside", "Within silence", "Sebastian", "Durbiyak", "( -ZN +ZP )" y "The willing".
Explosión. Calma. Éxtasis. Añoranza. Esperanza y carácter. Sentimientos que Radaid provocó para seguir con el show que culminaría en emblemáticas canciones como "Shine", "Deja que salga la Luna" y "Nada que sea real". Los integrantes fueron presentados individualmente para recibir el calor tapatío.
Sofía y MaryCarmen no callaban. El público pedía más pero el final arreciaba con apagar los micrófonos y seguir el encuentro sonoro en un bar de la ciudad. “El Muerto” agradeció a todos. Radaid se despedía con un hasta pronto con "La gran victoria sobre la muerte", entre un himno adoptado por muchos “I stood close to a single feeling. I stood close to a crowd screaming. I stood far from my sense of living…”.
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