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¿Qué tienen en común Frank Sinatra y Miguel Aceves Mejía?
Este 2015 es un año lleno de centenarios musicales tanto a nivel nacional como internacional
Miguel Aceves Mejía
(13 de noviembre 1915-6 de noviembre 2006).
Compositor, actor y cantante; su envidiable técnica en la voz le dio el apodo de “El Rey del Falsete”. Aunque nació en El Paso, Texas, Aceves Mejía es un referente cultural mexicano, miembro de la triada de música vernácula conformada por él, Jorge Negrete y Pedro Infante; además fue registrado en Chihuahua.
Tuvo sus primeras sesiones en estudio en Los Ángeles, pero pronto se mudó a la Ciudad de México para probar fortuna en la XEW, donde comenzó cantando boleros. Como actor estuvo activo en la época de oro del cine mexicano, siendo “Rancho alegre” (1940) su primera participación; trabajó en 70 filmes. Como fue costumbre de esos años, la carrera en el cine de Aceves Mejía no estuvo separada de la música, pues muchas de las cintas registran interpretaciones. Uno de esos números más memorables fue con María Félix, con un dueto en “Si yo fuera millonario” (1962).
Canción representativa: “El pastor”.
José Antonio Zorrilla
(22 de agosto 1915-26 de noviembre 1982).
Poeta y compositor nacido en Mérida, José Antonio Zorrilla fue socio fundador de la Sociedad de Autores y Compositores de México. En la infancia se ganó el mote de Monís, que perduró por toda su vida. Desde muy joven empezó a escribir canciones y poemas. A los veinte años de edad se mudó a la capital del país, para buscar trabajo en la XEW como guionista de los programas.
Como autor de letras participó en coautoría con los músicos Luis Alcaraz, Alberto Domínguez y Antonio Núñez Manzanero, entre muchos otros.
Canción representativa: “Bonita” (con música de Alcaraz)
Édith Piaf
(19 de diciembre 1915-11 de octubre 1963).
Piaf fue una cantante gala, representante de la canción francesa, siempre con el toque melancólico del desamor y los pesares. Le gustó llenar su vida de misterio y bohemia, acorde a los ambientes descritos en las letras de las canciones que interpretó. Su carrera artística arrancó en la adolescencia, al lado de su padre, un acróbata callejero. A los 20 años debutó en los escenarios cantando en un club parisino.
Durante la ocupación alemana que sufrió Francia, Piaf se afianzó cantando en bares y cabarets tanto para el público francés como para los oficiales invasores. Para cuando la Segunda Guerra Mundial terminó, Piaf ya era reconocida en su país y en las principales ciudades de Europa, en las que realizó giras exitosas durante la postguerra. Practicó igualmente la actuación, al coprotagonizar una obra del escritor Jean Cocteau. Siendo ya una artista consagrada, apoyó los comienzos de las carreras de otros cantantes, como Atahualpa Yupanqui y Charles Aznavour.
Canción representativa: “La vida en rosa”.
Frank Sinatra
(12 de diciembre 1915-14 de mayo 1998).
Actor, cantante, director y productor nacido en Nueva Jersey, su incomparable tesitura vocal le granjearon el apodo de “La Voz”, en parte también a su álbum debut, The Voice of Frank Sinatra (1946). Aunque su carrera se catapultó en los cuarenta y cincuenta, Sinatra ya había debutado como cantante siendo un niño en la era del swing.
Participó como actor de reparto en “De aquí a la eternidad” (1953), un filme multipremiado por la academia y con el que Sinatra ganó un Oscar. Su carrera cinematográfica registra más de medio centenar de cintas.
La discografía de Frank Sinatra es una muestra ejemplar de las posibilidades vocales de la voz masculina, al variar su estilo con toques intimistas, pero también llenando las salas de concierto con su gran presencia en el escenario, acto que lo convirtió en un icono de la cultura popular. En medio siglo de actividad, grabó cerca de mil 300 temas.
Canción representativa: “My Way”.
Sviaroslav Richter
(20 de marzo 1915-1 de agosto 1997).
La música de concierto celebra este 2015 el centenario de uno de los pianistas soviéticos más memorables. Hijo de un pianista alemán exiliado, Richter comenzó su carrera como intérprete a muy temprana edad en la compañía de ópera de Odessa, la ciudad ucraniana que entonces era parte de la Unión Soviética.
En los años treinta ya daba recitales de piano de manera individual y con orquesta: su fama y calidad lo hicieron merecedor del Premio Stalin, en 1949. Con este aval pudo salir del país para dar conciertos en Europa del Este y China, en los años cincuenta; para los sesenta logró cruzar la cortina de hierro y presentarse en Europa occidental y Estados Unidos. La extensa discografía de Richter son registros de sus presentaciones en vivo. Muchas de sus grabaciones son consideradas como las versiones definitivas de las composiciones. Su repertorio incluyó a Bach, Berg, Prokofiev y Beethoven.
Tema representativo: “Concierto para piano y orquesta número 2”, de Sergei Rachmaninoff.
Billie Holiday
(7 de abril 1915-17 de julio 1959)
Nació en la histórica ciudad estadounidense Philadelphia, destinada a ser un parteaguas en los modelos vocales del jazz, Billie vivió una infancia turbulenta cumpliendo con el estereotipo de los orígenes de los músicos de jazz: siendo todavía una niña sufrió acoso sexual, como adolescente trabajó primero como ayudante en un burdel en su ciudad natal.
Desde esa época estuvo en contacto con la música negra que cobraba popularidad en Estados Unidos, sobre todo con el trompetista y cantante de jazz Louis Armstrong y la vocalista de jazz Bessie Smith. Desde inicios de los años treinta, aun antes de su mayoría de edad, debutó en los escenarios de los clubes. En esos años también hizo sus pininos en el séptimo arte: entre su filmografía se halla “Sinfonía en negro”, donde comparte créditos con Duke Ellington.
Su carrera discográfica y el ascenso a la fama llegarían hasta la década de los cincuenta, que culminaría con su muerte. En un lapso de siete años tuvo sesiones suficientes para publicar más de una decena de álbumes como An Evening with Billie Holiday (1953), Lady Sings the Blues (1956) o Body and Soul (1957).
Canción representativa: “All or Nothing at All”.
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