Entretenimiento
Puertorriqueños disfrutan el Día Nacional de la Salsa
Los puertorriqueños, no quisieron perderse el maratón salsero y abarrotaron desde temprano el 'salsódromo'
El Estadio Hiram Bithorn fue el punto de encuentro de miles de boricuas y residentes en la isla que no quisieron perderse el maratón salsero y abarrotaron desde bien temprano este "salsódromo" por un día con sus banderas boricuas, sillas plegables y sombrillas para resguardarse del intenso sol.
"Llevo viniendo toda la vida y jamás lo había visto tan lleno. Parece que estamos aquí todos los boricuas, bailando juntos y pasándola bien, olvidando por un día las dificultades", dijo Adalaris Rivera, una puertorriqueña de 53 años que acudió con gran parte de su familia y amigos.
Para tratar de evitar los problemas de "parqueo" y reservar un buen sitio, su marido y otros hombres de la familia llegaron a las ocho de la mañana al estadio, donde a la música comenzó en torno a las once y se prolongó hasta pasadas las nueve de la noche.
Los organizadores de esta cita anual con la salsa, producida por SBS y retransmitida por la emisora Z93, aseguraron haber vendido 31 mil entradas, una audiencia a la que habrá que sumar la que siguió el evento a través de la citada emisora y de Internet, por donde se retransmitió en directo todo la jornada.
Incluso fuera del estadio se podían ver corrillos de gente que decidió acercarse a las inmediaciones y montar allí, sobre terrenos despejados, estacionamientos e incluso al pie de las carreteras circundantes, sus carpas y toldos para pasar el día con el constante sonido de fondo de la salsa.
Con las gradas repletas, al nivel de tierra la práctica más común de los grupos de asistentes fue la de cercar con las sillas plegables un espacio para poder bailar con conocidos y familiares, lo que hacía prácticamente impracticable moverse por las zonas centrales del estadio.
En el 'salsódromo' se presentaron grandes exponentes de la salsa.
El grupo Plena Libre, con clásicos como "Plena pa'l salsero" y "Mañana por la mañana", dio el pistoletazo de salida a una jornada que vio pasar por el escenario a Juan José Hernández, Moncho Rivera, Eddie Santiago y Bobby Valentín.
Igualmente se pudo escuchar ya más avanzado el día a Joe Rodríguez rindiendo homenaje a La Terrífica con la orquesta Abran Paso, así como a Mannix Martínez, Pichie Pérez y Héctor Tricoche.
Sin embargo el momento más esperado llegó con la subida al escenario de Gran Combo de Puerto Rico, al que siguieron la Orquesta del Día Nacional de la Salsa, con Meñique, Domingo Quiñones, Luis "Perico" Ortiz , Justo Betancourt, Andy Montañez y Oscar de León.
El director musical y fundador de El Gran Combo, Rafael Ithier, resaltó en entrevista con Efe previa a la actuación que el hecho de que esta edición se le haya dedicado a su agrupación "significa muchísimo" para ellos, que cumplen 52 años de carrera llevando su rico sabor musical a todas partes del mundo.
"Lo primero que significa es la edad, mucha edad. Oye, son 52. Agradecemos infinitamente esto porque todavía estamos vivos, que es la parte importante. Significa un mundo", confesó Ithier, de 88 años.
A Ithier, que junto al fenecido saxofonista Eddie "La bala" Pérez y Roberto Roena fundaron en 1962 el Gran Combo de Puerto Rico, le habían dedicado el Día Nacional en 1985, pero no a la agrupación entera, cuyos tres cantantes, Jerry Rivas, Papo Rosario y Charlie Aponte deleitaron al numeroso público con todo un repertorio de clásicos e improvisaciones.
Los también conocidos como "los mulatos del sabor" aparecieron en el escenario vestidos con pantalones blancos y llamativas camisas con el dibujo de la bandera puertorriqueña, la misma que adornó durante todo el día cientos de sillas, sombrillas, camisas, gorras e instrumentos que los asistentes llevaron consigo al estadio para festejar el 31 Día Nacional de la Salsa.
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