Entretenimiento
Productores a temprana edad
Una mezcla entre pasión y juventud ha permitido que pocos se jacten de levantar producciones antes de los 30 años
Cuando terminó el rodaje de Matando Cabos, al productor Fernando Rovzar se le ocurrió decir que a sus 23 años acababa de hacer una película. De pronto, narra divertido, se respiró un ambiente de sorpresa entre quienes lo escucharon.
Junto con su hermano Billy, de entonces 26, habían decidido ingresar al cine con toda la inocencia sobre un medio casi desconocido, ya que Fernando apenas había dirigido un corto y Billy había formado parte del crew de La leyenda del Zorro, protagonizada por Antonio Banderas.
“Faltaba calidad en las historias que se contaban y todo eso nos puso en una situación favorable”, considera Rovzar, y añade que “nos habían dicho muchas veces: no (para encontrar dinero) y llegamos con muchas esperanzas de hacer algo. ¡Si hubiéramos caído, no habría sido tan doloroso!”.
Apuestan todo
Así como ellos, varios jóvenes decidieron entrarle a la producción de cine y teatro, cuando todavía no llegaban a su tercera década de vida. Y no les importó gastar sus ahorros, soportar burlas o sacrificar vida personal para lograrlo.
Edher Campos tenía 25 cuando comenzó a levantar el proyecto Año bisiesto, cinta ganadora de la Cámara de Oro en Cannes y que se mantuvo por tres meses en cartelera nacional. Su juventud, lejos de ser un freno, ha sido positiva para su carrera.
“Cuando llego a ver algo con inversionistas, te ven chavo y no se la creen, como que les tienen dudas, pero se cuenta con tanta pasión y energía la película que se desea, que lo apoyan”.
Algo similar sucede con Omar Suárez, quien aún no recupera lo invertido en la puesta en escena Perfume de Gardenia, pero confía tanto en el teatro, que ya tiene otra puesta en escena en cartelera: Divorciémonos mi amor. “Es una inversión que no se ha recuperado, pues se trata de un monto impresionante y estamos en constante cambio de vestuario. Simplemente, para la temporada en la Ciudad de México trajimos un nuevo guardarropa para Aracely, pues debido a la gira todo se rompe o se hace viejo”, dijo en su momento.
Pero si para la mayoría ser productor es una locura, Diego Luna opina lo contrario. Apoyando los filmes Voy a explotar y Miss Bala, así como las obras Cock, El buen canario e Incendios, aprendió que vale la pena el sacrificio. Él decidió ingresar con Gael García en ese mundo, cuando contaban con 27 años. “La gastritis ya la tenía como actor y también se me caía el cabello por el estrés, así que no ha sido tan difícil”, cuenta bromista.
Pero eso sí, con historias de calidad y que gusten a la gente. Ésa es la línea de Sergio Gabriel, de 29 años, debutante en el teatro con la puesta Filomena Maturano, protagonizada por Rebecca Jones. “La vi cuando tenía 18 años y dije que un día la montaría. Pasó más de un década para poder hacerla, no importa la edad, sino la pasión y el amor que se le tenga a esto”.
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